Reflexiones ante el nuevo curso

Hace algo más de un mes escribí mi último post y aunque dije que volvería en dos o tres semanas, me he retrasado un poco más. Es la primera vez desde que empecé con el blog que he estado tanto tiempo sin escribir. Pero necesitaba desconectar un poco. Eso no significa que haya tenido vacaciones. Un autónomo nunca las tiene. He escrito el nuevo libro y he preparado mucho material para un concepto más ámplio que el de la Marca Personal que iré desvelando durante este «curso».

Durante este tiempo he estado reflexionando mucho sobre algunos temas relacionados con el Branding Personal y el mundo dospuntocero. Algunos de ellos los he ido comentando en Twitter y no dejan de ser ideas muy personales, contrarias a la corriente general y posiblemente equivocadas, pero eso el tiempo lo dirá.

Una vuelta a lo 1.0

Lo que voy a decir no creo que sorprenda a quienes me siguen, pero cada día creo menos en la tan idolatrada «Conversación» en La Red. Creo que existen un montón de monólogos que giran alrededor de un tema. Pero aunque en La Red realmente «hablasen familiarmente una o varias personas con otra u otras» como define la RAE la conversación, eso no significa que eso sea útil para posicionar tu Marca Personal o puede que haya mucha gente que quiere aportar algo pero no le apetece conversar.

En La Red se puede conversar, si, pero esa no es más que una opción. Yo cada día soy más partidario de utilizar los Social Media como escaparate, como lugar en el que ofrecer algo valioso pero sin la obligación de hacerse amigo de todo el mundo. Nunca he entendido porqué se critica más a quienes aportan algo valioso pero no tienen tiempo o ganas de participar en una tertulia global que a esa inmensa multitud que nunca ofrece nada y se beneficia de esa información (que, por otra parte, para eso está).

La inutilidad de los buscadores

No voy a negar la necesidad de un instrumento como Google para encontrar la información en La Red. Sin embargo, creo que si no consiguen diferenciar el grano de la paja, pronto dejarán de ser una herramienta fiable. Un profesional que aporta algo valioso debe competir con quienes utilizan «trucos» o mantienen una presencia continua en cualquier «tontá» dospuntocero que surja. Si alguien que lleva tiempo trabajando en un tema y generando ideas interesantes aparece en los buscadores junto, por ejemplo, a alguno de esos integrantes de la plaga del multinivel, quizás haya que plantearse si tiene mucho sentido seguir dedicando tiempo a todo esto.  

Uno no ha nacido ayer y sabe que las cosas son como son. Pero una vez que tienes claro donde estás y cuales son las reglas del juego, es el momento de tomar las decisiones oportunas. Como decía el otro día en un tuit, quizás habrá que acabar reconociendo que el mundo «real» puede ser más justo que el virtual reconociendo el trabajo de un profesional. O que, en realidad, lo online es realmente una extensión de lo offline y el peloteo, el pensamiento único y la visibilidad constante también son las claves del «éxito» frente a la profesionalidad o la creatividad.


Clamar en el desierto

Como digo, Dios me libre de intentar cambiar nada. Pero soy libre de tomar mis propias decisiones cuando lo que veo no me convence. En los últimos meses he visto como Twitter se ha ido convirtiendo en una mezcla de asamblea revolucionaria y teletipo aderezado con infinidad de citas de autoayuda y mensajes «Flower Power». Poco a poco, una herramienta muy interesante para transmitir tus ideas como experto está consiguiendo que sea muy dificil saber a qué se dedica un profesional. Y si no puedes asociar a una persona con su profesión, dificilmente podrá posicionar su Marca Personal.

Reconozco que, aunque sigo a poca gente, cada día me da más pereza mirar mi «Timeline». Y me consta que no soy el único.

¿Hay que dejarlo todo?

Como ves, no vuelvo con intención de seguir como hasta ahora sino de hacer algunos cambios. Pero a pesar de lo que he dicho, no tengo intención de esconderme en una cueva y aislarme del mundo. Creo que nos esperan meses y años duros y hay que gestionar bien los recursos disponibles. Por eso es más importante que nunca ver lo que funciona y lo que no y elegir aquellos aspectos que nos sean útiles y aparcar los otros.

Las herramientas cambian (y Facebook cambia mucho más) y habrá que adaptarse a esos cambios. Yo sigo fiel a mi blog, seguiré en Twitter y en LinkedIn y mantendré una presencia testimonial en otros sitios. Tengo la intención de hablar en público todavía más que hasta ahora. Me esforzaré en crear cosas interesantes y ponerlas a disposición de todo el mundo pero no tengo mucha intención de mantener conversaciones virtuales. Me gusta ver la cara de la gente y no su avatar. Me gusta oir la voz de quien me habla porque me permite saber si lo que dice es una broma o una genialidad.

No, no hay que dejarlo todo, ni mucho menos. Pero creo que ya hemos aprendido lo suficiente como para adaptar las herramientas a nuestras necesidades y no al revés.





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