No es el empleo, son los ingresos

Acabo de levantarme, como todos los viernes me siento delante del ordenador casi de madrugada para escribir mi post antes de que se levante la familia (si, escribir un blog requiere estos sacrificios). Hoy tenía varios temas preparados sobre los que quería escribir pero al escuchar las noticias en radio mientras me preparaba el café he cambiado de opinión.

La noticia de ayer fue la cifra record de parados y parece que todas las cadenas de radio y televisión se pusieron de acuerdo en pedir testimonios a personas que están sin trabajo. Es la versión negativa de las noticias el día de la Lotería de Navidad cuando buscan a quienes han sido premiados (aunque curiosamente muchos de los que aparecen brindando con sidra delante de la administración de loterías afirman que estan en el paro).

Muchas de las personas que ofrecen su testimonio dicen que llevan dos, tres, cuatro o más años sin encontrar un empleo o sin que les «den» un trabajo. Y creo que tras esa afirmación subyace el problema de fondo. Creo que sigue habiendo mucha gente que piensa que su única vía es trabajar por cuenta ajena o esperar que aparezca una oferta de trabajo de «lo suyo» o algo peor «de lo que salga». 

El problema es que el sistema ha reventado, en este momento el empleo, de «lo suyo» o de cualquier otro tipo, es casi inexistente y es dificil que las cosas vuelvan a ser como eran hasta hace seis o siete años.

Es hora de empezar a darse cuenta que la clave no está en encontrar un empleo sino en utilizar tus cualidades personales y tu experiencia para ganarte la vida, para generar ingresos. El problema no es no tener un contrato indefinido sino la falta de dinero para sobrevivir. El objetivo no es escarbar en Infojobs o en las páginas salmón para encontrar un empleo mal pagado sino en identificar aquello que puede ser valioso para alguien y hacer todo lo posible para que se establezca el contacto con quien considere que vale la pena remunerarte.

Afortunadamente cada día me encuentro con más gente que se ha dado cuenta de dos cosas. En primer lugar descubren que hay vida más allá de la nómina y que tienen cualidades de sobra para ganarse la vida (incluso haciendo lo que les gusta). Y en segundo lugar, que hay que cambiar la mentalidad de recolector de empleo por la de cazador de ingresos. Ya sé que esto no es del gusto de todos, pero es lo que hay.

Cuando voy por la calle o por un centro comercial y veo muchos locales cerrados siempre pienso en la pérdida de dinero que supone. Tras hacer una inversión y poner tu ilusión en crear algo ves que no funciona como pensabas y acabas cerrando. Con muchos profesionales, especialmente los que tienen más formación, ocurre lo mismo. Es como si fuesen incapaces de encontrar otra utilidad a lo que poseen más que la obvia o la que les han metido en la cabeza. Tras haber invertido años en formarse acaban cerrando su «local» esperando que pase la tormenta.

Para muchos de mis alumnos en escuelas de negocios y estudiantes de universidad, su sueño es trabajar como empleados en una multinacional. Pero, a pesar de que les están enseñando a gestionar empresas, parecen incapaces no ya de crear la suya propia sino de, ni siquiera, darse cuenta que pueden ganarse la vida por su cuenta.

No pretendo hacer una apología del Autónomo, el emprendedor o el profesional independiente pero creo que es importante entender que si no eres capaz de encontrar algo que te haga valioso, algo por lo que alguien esté dispuesto a pagarte, ¿porqué tendría que contratarte alguien para su empresa? Y, por otra parte, si descubres que eres bueno/a en algo y que puedes ganarte la vida con ello ¿porqué tendrías que trabajar como empleado para alguien?


Un profesional con Marca Personal no es alguien que se pasa la vida en Twitter o LinkedIn o tiene un avatar chulo sino alguien capaz de identificar sus objetivos, definir su oferta profesional y darla la conocer a quienes pueden estar interesados en ella.

Cuando eso se hace bien dejas de formar parte de los planes de otros y empiezas a tener el control. Ya no puedes quejarte porque no te «dan» un empleo porque descubres que la responsabilidad es unicamente tuya. Ya no piensas en ofertas de trabajo, piensas en clientes. Ya no piensas en títulos o en el Curriculum sino en preparar una oferta que haga que la persona que tienes delante se pregunte como ha podido vivir sin ti.

Como ocurre con casi todo en Internet esta es sólo una generalización, un visión personal, parcial y seguramente injusta del problema pero creo que es importante entender que hay algo más urgente que cambiar las leyes, los salarios o los tipos de contrato. Me refiero a cambiar la mentalidad. Mientras sigamos pensando que nos pasamos media vida preparándonos con el único fin de ser funcionarios o que nos «den» un empleo las cosas seguirán igual (aunque haya épocas mejores).

Pero si empezamos a cambiar la forma de pensar y entendemos que cualquiera de nosotros es un profesional valioso con capacidad para ganarnos la vida (independientemente de si cobramos por factura o por nómina) quizás entonces haya esperanza.

NOTA: Por si te interesa, te informo de dos de los eventos en los que intervengo en las próximas semanas.

3 de Mayo. Lleida. Sport Business Symposium 2013.

15 de Mayo. Universidad de Valladolid. Marca Personal: Una estrategia para emprender.

 


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