O potencias tu Marca Personal o acabarás regalando tu trabajo

VentaEl miércoles me acerqué a la presentación de #SuperProfesional, el libro de Alfonso «Yoriento» Alcántara y me encontré con muchos amigos a los que hacía tiempo que no saludaba como Jose Miguel Bolivar, María Luisa Moreno o Juan Luis Polo.

Ayer participé en una reunión con medios de comunicación en la que se les explicaba el proyecto de PlanetaHipermedia en el que intervengo y también pude saludar a otro buen puñado de amiguetes o colegas como Rubén Turienzo, Antxo Perez o, de nuevo, Alfonso Alcántara.

Lo interesante, y también un poco estresante, de hablar con esta gente tan genial es que no paran, siempre están dándole vueltas a la cabeza para crear cosas nuevas. Eso te inspira y te pone las pilas.

Aunque casi todos nos conocemos desde hace ya bastantes años, lo que vengo detectando desde hace algún tiempo en conversaciones con estos amigos y con muchos otros es que cada día somos más conscientes de que hay que convertir nuestra pasión en un negocio. O como dijo alguien, está bien apasionarse por nuestra profesión pero también es necesario profesionalizar nuestra pasión. O dicho en cristiano, si no encuentras el modo de monetizar tu trabajo vas a durar dos telediarios.

La mentalidad dospuntocero del todo gratis y del buenrollismo parece que lo ha impregnado todo y pensamos que es de mal gusto hablar de dinero y que es un pecado mortal tratar de vender algo. Creía que esa era una forma de pensar de los que tenemos más de cuatro décadas a la espalda pero por lo visto la cosa sigue y va a peor. Pero como dice mi amigo y colega Jordi Collell, #logratismata y creo que tiene toda la razón.

Comentaba Alfonso Alcántara en la presentación, que para promocionar su libro envió un mensaje a su lista de correo. Decía que era el único correo electrónico promocional que había enviado en todo el tiempo que lleva en La Red. Pues bien, al parecer hubo gente que se mosqueó porque le parecía que estaba haciendo «spam». ¿Pero nos hemos vuelto locos o qué? ¿Cuanto tiempo lleva Alfonso, o tantos otros colegas como los que te comento, aportando conocimientos, contenidos y buen rollo sin pedir nada a cambio? ¿Cuantas personas han cambiado su actitud, han aprendido algo o simplemente han disfrutado con sus aportaciones sin pagar un céntimo y sin ser molestado con mensajes en su buzón de correo?

Creo que para sobrevivir en el nuevo entorno en el que nos encontramos debemos empezar a pensar como profesionales y no como aficionados. Debemos ser conscientes del valor que somos capaces de generar y pedir una compensación justa por ello. Y esto es aplicable a cualquier profesional.

Hemos aceptado con mucha alegría eso de trabajar gratis o por una miseria, de dedicar nuestro tiempo y nuestro esfuerzo a cualquiera que te diga que va a proporcionarte beneficios en el futuro hipotético, a tener un contrato de becario hasta que te jubiles, incluso a pagar a cambio de tener una línea más en un currículo. Pero en un mundo de profesionales con Marca Personal, es imprescindible que se reconozca el trabajo de cada uno de nosotros. ¿De qué te sirve estar muy bien posicionado si nadie va a pagar un Euro por lo que ofreces?


Seguro que a nadie se le ocurriría entrar en un Carrefour, en una gasolinera de REPSOL o en unas oficinas de Iberdrola y pedir que le regalen un jamón, le llenen el depósito o le den un año de electricidad por la cara. Pues bien en el mundo de Internet es muy habitual para muchos profesionales independientes que alguien a quién no conoces de nada te escriba para pedirte consejos, recomendaciones, contactos, tiempo o incluso parte de tu trabajo. Lo peor de todo es que todavía muchos nos sentimos culpables por no dar lo que se nos solicita. Y si te descuidas, el solicitante te pondrá a parir y te acusará de todo por no dejar lo que estés haciendo para responder a sus peticiones.

Creo que no podemos quejarnos de los «malvados mercados» que pretenden rebajar los sueldos a lo mínimo si paralelamente nosotros estamos intentando que otros nos regalen su trabajo.

Estés en el sector que estés, sea tu profesión la que sea, mi recomendación es que si quieres que te valoren, debes poner un precio justo a tu trabajo. Hay determinadas líneas rojas que no deberías permitir que se cruzasen ni por ti ni por todos tus compañeros… como decíamos en el cole.

Dospuntocerolandia es un escaparate excelente para regalar muestras de tu trabajo que demuestren tu capacidad, pero no debería convertirse en un buffet libre.

Este no es un artículo escrito en un momento de enfado, ni siquiera trata de una situación o una persona concreta. Simplemente trato de reflexionar sobre la dificultad de progresar profesionalmente en este nuevo entorno si no somos capaces de hacer valer nuestro trabajo. Son ya bastantes los profesionales que he conocido en la última década que empezaron con mucha fuerza en el mundo virtual y han acabado teniendo una presencia testimonial o simplemente lo han dejado porque se han dado cuenta de que el negocio está ahí fuera. Y eso nos empobrece a todos.

Por lo que percibo en la gente que conozco, cada día va a ser más frecuente que los mejores profesionales empiecen diseñar estrategias «Freemium» similares a las de algunas empresas de Internet, con una oferta gratuita y con otra más valiosa por la que habrá que pasar por caja.

Creo que los profesionales nos dirigimos a un panorama similar al de las empresas y productos. O desarrollamos una Marca Personal fuerte o acabaremos regalando nuestro trabajo o cobrando lo justo para subsistir. Y eso sólo beneficia a unos pocos y no precisamente a quienes hacemos el trabajo.





Compartir esta publicacion