La operación biquini empieza en septiembre
Este es uno de esos escasos posts que escribo con antelación. Lo escribo el domingo porque el martes, a mi hora de publicación habitual, estaré en un tren hacia Ciudad Real para trabajar la Marca Personal de un grupo de emprendedores estupendos que forman parte de un proyecto organizado por la Fundación Caja Rural Castilla la Mancha y EOI.
En este momento estarás pensando «¿Y a mi que me cuentas? Es tu problema.» Y es cierto, pero creo que de todo se puede sacar alguna lección y de detalles como este, también.
Según me indica WordPress, este es mi post número 1504 desde el año 2004. Además, este mes hace once años que recibí mi última nómina. Es mi «empleo» más estable de toda mi trayectoria profesional. Desde entonces he cumplido con mi rutina, mi tarea, mi «obligación» de publicar siguiendo las pautas que me he marcado. Excepto algunas semanas en determinadas épocas de vacaciones o cuando estaba escribiendo los libros, nunca he dejado de publicar.
Podrás pensar que es que me entusiasma escribir o es que soy un currante nato. Nada de eso. Si me sigues me habrás leído o escuchado que escribir no es precisamente una de mis aficiones preferidas. También he de confesarte que soy uno de los tipos más perezosos que te puedas encontrar. Pero precisamente por eso hay que fijar unas reglas y cumplirlas… aunque sea un compromiso contigo mismo y sólo lo sepas tú.
Ahora se habla mucho de tener una actitud positiva o de hacer lo que te apasiona si quieres que algo salga adelante. Pues quizás sea cierto, pero por encima de la actitud está la acción y más importante que la pasión es la disciplina y la rutina. Si esperas a tener ganas o encontrar tu pasión, puedes esperar sentado. Pero si empiezas a actuar, precisamente cuando todo lo anterior brilla por su ausencia es cuando empiezan a ocurrir cosas.
Por cierto, uno de esos mitos que están transmitiendo los profetas del pensamiento positivo es que si algo te apasiona lo harás bien. Y que para hacer algo bien, debe apasionarte. Pues yo he conocido a apasionados que son completamente inútiles y gente que es excelente haciendo cosas que detesta. Yo no sé si escribo bien o mal, lo que sé es que aunque no me «apasione», después de unos cuantos megas de contenidos, poco a poco vas mejorando.
Pero mucho ojo, que cuando digo que algo no me entusiasme no significa que no trate de hacerlo lo mejor posible y de ofrecer algo útil. De nada sirve hacer las cosas para cubrir el expediente porque eso no sólo no te ayuda sino que te perjudica. Lo que quiero decir es que si tienes que hacer algo, HAZLO BIEN.
En todos los trabajos, empleos, relaciones o actividades hay tareas que no te gustan demasiado o incluso que aborreces, pero en esta vida no todo es de color de rosa. Claro que hay que madrugar, y estudiar, y relacionarte con gente que te aburre soberanamente, y hacer papeleos y… pero eso forma parte del trabajo y hacerlo aunque no sea lo más estimulante de tu proyecto profesional probablemente es uno de los principales secretos del éxito, si es que hay alguno.
Cuando propongo a mis alumnos o a la gente que me lee o que me escucha que haga ciertas cosas que requieren esfuerzo como crear un blog y, sobre todo, generar contenidos con regularidad, muchos resoplan y algunos, muy pocos, dicen que se pondrán a ello en breve. Aunque eso casi nunca sucede.
Alguien dijo que todo el mundo quiere tener éxito, quiere que las cosas salgan bien, pero muy pocos están dispuestos a pagar el precio para conseguirlo. Desgraciadamente vivimos una época en la que parece que sólo hay que hacer lo que te gusta. Que los listos son los que persiguen sus sueños mientras que los que pierden el sueño para salir adelante son unos «pringaos».
Si hay una clave para posicionar tu Marca Personal de una forma sólida y duradera es el tiempo. Me refiero al tiempo que llevas contando lo que dices que haces y al tiempo que le dedicas a seguir contándolo. Por eso quienes me dicen que van a empezar mañana, dentro de una semana o dentro de un mes, seguramente no empezarán nunca pero si lo hacen habrán perdido un tiempo precioso.
Si has intentado perder peso te habrás dado cuenta de lo lento que es. Pues con tu posicionamiento como profesional de referencia ocurre lo mismo o incluso peor. Este proceso, como cualquier otro que pretenda ser duradero, requiere paciencia activa. Con eso quiero decir que no basta con esperar o desear algo, hay que ponerse a ello y hacerlo como cualquier otra situación que requiera meses o años. Aunque no te guste.
La operación bikini empieza el año pasado y tu posicionamiento como profesional de referencia ya lleva varios meses de retraso si no has empezado ya.
La buena noticia es que, aunque llegar al lugar que deseas puede requerir meses, años o quizás no lo alcances nunca, en el momento que te pones en marcha, empiezan a ocurrir cosas. Quizás te falte mucho para perder esos ocho kilos que todavía te sobran, pero ya no jadeas cuando subes unas escaleras. Quizás no te estén lloviendo las ofertas de trabajo, pero empiezas a ver a gente que se interesa en lo que haces por la sencilla razón de que lo estás comunicando y lo estás haciendo bien y aportando valor.
Pues ya está. Ya he cumplido con mi obligación. Me siento bien. Ahora mi actitud es mucho más positiva que cuando empecé hace cuarenta y cinco minutos. Ha sido más fácil de lo que pensaba pero sobre todo, y ahí está la clave, lo importante es que te haya dado una patada en el culo (lo de la motivación y la inspiración se lo dejo a otros) y empieces a hacer cosas, desde YA, sin flaquear y teniendo en mente que de no hacerlo, dentro de unos meses estarás igual o peor pero habrás perdido un tiempo precioso en tu operación biquini profesional.