En defensa de Juan Palomo

PersonalidadHace unos días hablaba con mi amiga Carolina Hernandez sobre mi forma de trabajar. Me decía que iba de Juan Palomo (yo me lo guiso y yo me lo como). Que tenía tendencia a hacerlo todo yo mismo. Y creo que tiene razón y a mi me parece algo positivo. Siempre he sido partidario de aquello de que si quieres que algo salga bien, hazlo tu mismo.

Lo que ocurre es que eso de tratar de ser autosuficiente y de intentar depender lo menos posible de recursos ajenos no parece que esté bien visto en estos tiempos. Si alguien trata de hacerlo todo por sí mismo se le mira con sospecha. Vivimos una fiebre de colectivismo, de cooperación forzada, de «todos somos», del grupo frente al individuo. Seguramente al leer esto, estarás pensando que por pensar así soy una especie de ser huraño y antisocial, pero es que una cosa no tiene que ver con la otra.

Creo que una de las cosas que nos ha facilitado la tecnología es que ahora una sola persona tiene capacidad para hacer lo que antes necesitaba un equipo. Y eso es estupendo porque todo se puede hacer mucho más rápido y es más probable que un proyecto, una idea, mantenga su esencia. De ese modo de equivocas antes y puedes hacer ajustes en lugar de esperar a consensuarlo todo y… equivocarte también pero más tarde.

Podrás defender que si en lugar de hacerlo todo tu mismo, permites que haya más gente que participe en un proyecto podrás tener más opiniones e ideas pero es que incluso eso lo ha facilitado la tecnología. Hoy tenemos al alcance de la mano infinidad de ideas y en cuanto lanzas algo vas a recibir montones de sugerencias, comentarios y propuestas de la gente con la que te interactúas.


Creo que el concepto de Marca Personal tiene mucho de la filosofía de Juan Palomo o del Emprendedor Solitario. Siempre he defendido la independencia, la libertad individual frente al grupo. Cuando los derechos y la capacidad de reacción de una persona deben desaparecer frente a la identidad del grupo estamos perdiendo mucho de nosotros mismos. Incluso creo que la sociedad o las organizaciones se debilitan y devalúan cuando dejamos de ser considerados como personas únicas para convertirnos en «estándares» que dejamos lo que somos a un lado para ser lo que decide un comité, un gobierno o un grupo de presión.

Los grandes cambios en el arte, la sociedad, la historia o la ciencia siempre los ha liderado una persona (que es el que se ha llevado todos los palos) y luego los ha ejecutado el grupo. Ir por libre no está bien visto y todavía menos en este mundo dospuntocero en el que se sobrevalora, se mitifica y se pone por encima de todo eso de la colaboración, cooperación y conversación. Quizás es que siempre tengo tendencia a llevar la contraria, pero cuando veo que todo el mundo acepta dócilmente un dogma y nadie se atreve a ponerlo en duda, creo que algo va mal. Y desde hace bastante tiempo veo que se da por sentado que lo colectivo siempre es mejor que lo individual.

Quizás esta sea una de las razones por las que el Branding Personal es algo minoritario. Siempre es más cómodo diluir las responsabilidades, esperar que otros hagan el trabajo, no tomar decisiones o evitar los riesgos de pensar y actuar por uno mismo. Cuando tu identidad personal se supedita a la identidad Frankenstein construida con las piezas de muchos creo que te sientes peor, te desmotivas y pierdes empuje.

Para muchos es preferible envolverse en una bandera, una ideología o un concepto aceptado que probar nuevos caminos. Y todo eso de poner una idea colectiva por encima del derecho de las personas ya hemos visto en muchas ocasiones como acaba.

La Marca Personal es libertad porque cuando aumentas tus opciones, tienes más capacidad de elección. Pero esa libertad también implica responsabilidad, asumir tus propias decisiones en lugar de repartirlas entre otros. El Branding Personal sólo se desarrollará en sociedades libres en las que cada persona pueda pensar y actuar por sí mismo/a. Cuanto más totalitaria sea una sociedad o una organización menos personas con identidad propia vas a encontrar. Para muchos, parece que lo ideal sería sustituir la Marca Personal por algo así como la Marca Social.

¿Significa todo esto que hay que ser egoísta y que cada cual se apañe como pueda? No, es justo lo contrario. Precisamente se trata de aceptar el valor y las ideas de cada persona y sumarlas, no dividirlas, en proyectos más grandes con los que esté alineados. El problema es que muchos confunden alinear con alienar.

Cuando tienes una identidad propia es más fácil que los demás sepan lo que puedes aportar. Cuando te unes a una tendencia porque es… una tendencia, te limitas a cumplir lo que te dicen o aceptas lo que dice el grupo en lugar de lo que dice tu instinto tu valor se reduce porque ya hay muchos como tu. Cuando defiendes lo que piensas o cuando tratas de hacer cosas que se salen de «lo normal», no siempre te van a entender, incluso te van a atacar… hasta que aquellos que te criticaban se suban al carro. Pero entonces tu ya estarás abriendo nuevos caminos.

Me gusta la idea del nuevo Juan Palomez, «yo me lo guiso y tu te lo comes».





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