Este artículo no es para ti

De pequeño era un gran consumidor de televisión. En aquella época sólo teníamos dos canales y al principio eran en blanco y negro pero me gustaba casi todo lo que echaban.

Deseaba que hubiese más cosas para ver, pero al mismo tiempo me preocupaba porque estaba convencido de que si se multiplicasen las opciones no haría otra cosa que estar pegado a la pantalla.

Afortunadamente las cosas no han sido así y, aunque suene viejuno, creo que la calidad y el interés de lo que se emite hoy es inversamente proporcional a la cantidad de los contenidos.

Te digo todo esto porque de aquella época me gustaba todo lo que salía por la tele, incluso casi toda la publicidad. Pero había algunos anuncios que no me gustaban nada. En alguna ocasión se lo debí comentar a algún «mayor» y me dijo que eso se debía a que esa publicidad no estaba pensada para mí. Entonces no lo entendí demasiado bien, pero con el tiempo he comprendido lo que quería decirme esa persona.

La televisión en general y la de aquella época en particular era el mejor ejemplo del unopuntocerismo. Mensajes unidireccionales y para todo el mundo, sin distinción.

Hoy no sólo tenemos muchas más opciones televisivas sino que, además, cada uno de nosotros podemos crear nuestro propio canal de comunicación multimedia. Por lo tanto, cada cual puede elegir lo que le parezca y desechar todo lo demás. Cuando era pequeño me daba una rabia terrible llegar un jueves a casa deseando ver los payasos de la tele y encontrarme con una corrida de toros o un partido de fútbol o baloncesto. Hoy eso ya no sucede.

¿Por qué te cuento todo esto? Pues porque parece que mucha gente sigue viviendo en aquella época. Me explico.

Desde que empecé a trabajar con todo esto de la Estrategia Personal y la Marca Personal he tratado de transmitir a quienes quisieran escucharme o leerme que hay que cambiar de mentalidad. Que no podemos seguir pensando como empleados. Que para sobrevivir hay que buscar caminos y alternativas laborales a las que hemos conocido. Ojo, no estoy diciendo que haya que emprender o montárselo como autónomo sino simplemente que rompas algunos esquemas mentales y no trates de perseguir algo que cada día es más escaso y precario y que denominamos empleo.

Siempre digo que el EMPLEO (decente) es cada día más escaso, pero TRABAJO hay mucho que hacer. Por lo tanto, tenemos que acostumbrarnos a encontrar las conexiones entre lo que podemos ofrecer y quienes nos pueden necesitar. En eso consiste mi misión.

Pues bien, constantemente me encuentro con gente que me comenta en este blog (o cada día con más frecuencia en LinkedIn) que lo que digo no es para todo el mundo. Que hay mucha gente que no quiere («es que no todo el mundo puede ser autónomo»), no puede o no sabe cómo hacerlo (aunque esto último tiene remedio). Ya he hablado en otras ocasiones sobre lo de poder, querer y saber. Pero lo que detecto en estas personas es un cierto enfado por lo que digo. Es como si no quisiesen ver la realidad o, al menos, la realidad que yo percibo.

Y esto me lleva a la televisión en blanco y negro.


Vamos a ver, aquí no te obliga nadie a entrar y muchísimo menos a estar. Si te molesta o te incomoda lo que digo y prefieres mantener intactas tus creencias, ya sabes lo que tienes que hacer. Te repito lo mismo que aquel adulto que me dijo que algunos anuncios no estaban pensados para mi. La diferencia es que hoy puedes elegir. Pero, por favor, no me hagas perder el tiempo dándote explicaciones (una vez más) ni intentando convencerte de cosas que ya he argumentado montones de veces. Si no vas a hacer nada, déjanos a quienes lo intentamos.

Esto se aplica a muchos profesionales que están tratando de hacer cosas útiles y que constantemente se encuentran con gente que normalmente no se ha molestado en entender lo que hacen pero que les critican o les acusan de todos los males del mundo.

Cuando veo este tipo de comentarios y críticas pueden suceder al menos tres cosas.

  1. Te enfadas. Afortunadamente esto cada vez ocurre menos y con menor intensidad porque, poco a poco te vas curtiendo.
  2. Contestas. Esto también sucede de forma menos frecuente. Por un lado porque lo que critican o les ofende ya está explicado en muchas ocasiones y por otro porque no puedes pasarte el día tratando de convencer a quienes no quieren cambiar.
  3. Cambias tu discurso. Esto es lo peor que puedes hacer. En este entorno buenista y políticamente correcto es muy tentador volver al redil, evitar mostrar tus convicciones y tus ideas (aunque sean descabelladas). El problema es que quienes se ofenden van a seguir ofendidos mientras que tu y tu mensaje va a quedar adulterado o diluido.

Creo que en los últimos tiempos he pecado de las tres cosas. Pero se acabó.

Como te digo estoy convencido de que necesitamos una nueva forma de pensar y actuar tanto en lo personal como en lo profesional. Que debemos ser más autónomos, independientes. Si no estás alineado con este mensaje, esto no es para ti ni te va a gustar lo que voy a decir. Pero, a diferencia de los tiempos del «primer canal» y el UHF, hoy tienes muchos sitios donde practicar el onanismo mental y sentirte cómodo leyendo o escuchando lo que quieres leer o escuchar. Podría decirse que es otro tipo de porno. Pero yo no voy a «venderme» por un «eresuncrack» o un puñado de «likes».

Si eres de los que crees que no hay más camino profesional que el de siempre no vengas aquí buscando la confirmación de esa idea. Y si lo haces, asume las consecuencias porque ese post artículo no es para ti.

NOTAS:

Los días 25 y 26 de abril se celebra un evento genial para la empleabilidad en Utrera. Habrá gente tan chula como Silvia SaucedoDavid Barreda CarrilloNilton Navarro, Rosa Rodríguez del Tronco y yo mismo y Pedro Joaquin Fernández. Todo esto organizado por Fco Javier Mata Márquez

El día 9 de Mayo estaré en Huelva en un evento espectacular creado por David Barreda y patrocinado por la Fundación Cajasol en el que hablaremos de Marca Personal, Empleo, Oportunidades Profesionales y Emprendimiento un grupo de gente genial y, además, buenos amigos como Eva Collado DuránElena ArnaizGuillem RecolonsAdela de MoraDavid Barreda y yo mismo. No te lo puedes perder. Puedes informarte aquí.


Compartir esta publicacion