Quienes necesitan (especialmente) el Marketing Personal

Tras la publicación de mi post anterior en el que hablo de mis impresiones, aventuras y desventuras al montármelo por mi cuenta, he recibido varios comentarios en Redes Sociales en los que algunas personas me dicen, algo ofendidas, que parece que estoy despreciando a quienes trabajan para otros.

En realidad no digo nada de eso pero, a lo largo de estos años, he visto como mucho profesional por cuenta ajena se siente incómodo cuando explicas que el empleo es algo inestable y que quizás deberían tratar de tener una cierta mentalidad emprendedora aunque sólo sea por pura supervivencia laboral. Es como si no quisiesen asumir el panorama aunque lo vean todos los días en las noticias (inestabilidad, salarios de mierda, pensiones dudosas,…).

Un argumento recurrente por parte de quienes opinan que esto de ir por libre no va con ellos es el de que no PUEDEN, no QUIEREN o no SABEN ganarse la vida si no existe alguien que les pague una nómina a fin de mes.

Lo de que no PUEDEN está claro que no es cierto. Si te están pagando por hacer algo para una organización, entonces también deberías ser capaz de hacerlo para varias. La diferencia es que vas a cobrar por factura en lugar de hacerlo con nómina. Lo que ocurre es que parte de su trabajo va a consistir en darse a conocer y ofrecer y vender su oferta profesional. Y eso quizás está relacionado con el otro argumento, el no QUIERO (y sus variantes, me da miedo, vergüenza, pereza,…).

Lo de QUERER es algo que se puede gestionar. Todo el mundo puede cambiar sus creencias y sus prioridades y, como nos ha ocurrido a muchos, al final no sólo nos entusiasma no depender de un jefe en una organización sino que nunca volveríamos a ese estado. De todos modos, las circunstancias en las que vivimos parece que no nos deja otra opción que aprender a buscarnos la vida. Ya sea porque eres joven, mayor, sin experiencia o con demasiada experiencia, va a haber muchos momentos en los que no trabajemos para una empresa. Pero eso no debe paralizarnos y, todavía menos, si la excusa es que no QUIERES.

En cuanto a lo de SABER, pues aquí la respuesta es sencilla. Al principio nadie sabe trabajar por su cuenta si no lo ha hecho nunca, pero te aseguro que es mucho más sencillo de lo que piensas una vez que te pones en marcha. Pero tampoco sabes como ser padre o madre, que es mucho más complicado, y en el mundo siguen naciendo criaturas.

Lo curioso es que suelen ser los mismos que critican a quienes pronosticamos que tarde o temprano o en algunos periodos de nuestra vida todos tendremos que trabajar por nuestra cuenta (te guste o no) los que dicen que el Branding Personal y el Marketing Personal no es para ellos. Que todo eso son cosas para emprendedores, autónomos, «freelances» y otras hierbas independientes.

Pero si hay alguien que necesita posicionarse como alguien a quien merece la pena contratar es un profesional por cuenta ajena. La razón es muy sencilla. Si no tienes un producto o algo más o menos tangible con lo que puedas comerciar, entonces no te queda otra que ponérselo lo más fácil posible a tu jefe o a tu potencial empleador para que te tenga en cuenta o para que te contrate.

Esto también es aplicable, por supuesto, a cualquier profesional independiente que venda un servicio que dependa de que él/ella esté físicamente presente. Por eso, tarde o temprano, hay que encontrar el modo de tangibilizar tu oferta, de convertir lo que haces en un producto, mercancía o sistema que no dependa de ti.


Cuando un emprendedor o un empresario tiene un buen producto, su Marca Personal y su visibilidad ya no es tan necesaria, como muy bien sabe Amancio Ortega. Está claro que si tu Marca Personal es potente, eso va a ayudar mucho a tu proyecto, pero vas a poder descargar gran parte de tu prestigio en tus productos, en el resultado de tu trabajo.

Podría decirse que un empleado (y muchos autónomos, emprendedores y profesionales independientes) vende servicios y, por lo tanto, su producto, su trabajo, está inseparablemente asociado a él o ella (ojo, es diferente a que el producto sea la persona). Pero si quieres acabar con esa dependencia, debes crear, promocionar y vender algo, un producto, una mercadería, material o digital. Creo que estamos en un momento parecido al de la Edad Media en la que algunos abandonaron el campo y la servidumbre del señor feudal y se convirtieron en artesanos y comerciantes.

En resumen. No podemos seguir pensando y actuando profesionalmente con los mismos parámetros de hace veinte años. Lo que queramos, nos apetezca o pensemos que podemos hacer o no, es irrelevante porque, tal y como están las cosas no nos queda otra. Y viéndolo por el lado positivo, te puedo decir que eso de desengancharse del cordón umbilical empresarial es duro pero muy satisfactorio.

Por último, aunque el Branding Personal y el Marketing Personal son útiles para cualquier profesional que pretenda sobrevivir y progresar en esta situación, estas herramientas son imprescindibles para quienes basen sus opciones de ser elegidos en su prestigio al carecer de algo valioso que puedan aportar y que pueda existir sin su presencia.

NOTAS:

Los días 25 y 26 de abril se celebra un evento genial para la empleabilidad. Habrá gente tan chula como Silvia SaucedoDavid Barreda CarrilloNilton Navarro, Rosa Rodríguez del Tronco y yo mismo y Pedro Joaquin Fernández. Todo esto organizado por Fco Javier Mata Márquez

Y ya está el segundo vídeo de Street Personal Branding en el que Claudio Inacio y yo hablamos sobre otro tema relacionado con la Marca Personal.


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