El verano no es (sólo) para las bicicletas

Hay un comentario habitual entre los colegas y amigos que trabajamos por nuestra cuenta y es el de la falta de tiempo para actualizarse. Entre las cuestiones administrativas, las interrupciones, los imprevistos y, claro, la realización de nuestras actividades monetizables, apenas quedan momentos para ponerse al día y, sobre todo, innovar.

Desde hace varios años, tengo la costumbre de dedicar los meses de julio y agosto a desarrollar ideas y contenidos nuevos o, a escribir un libro. Este año toca lo primero. Y ya tenía muchas ganas.

Creo que hace tiempo que llegué a una fase de meseta en la que se vive bien pero también tiene una cosa mala, que se vive bien. Así que es muy fácil acomodarse y vivir de las rentas. Y ese es un terrible error.

Es verdad que llevo demasiado tiempo diciendo que tengo que hacer lo que voy a hacer estos dos próximos meses. De hecho he estado trabajando en ello en los huecos que he ido encontrando durante el «curso». Pero ya es hora de plasmarlo en cosas concretas, útiles y, por supuesto, vendibles.

Este ha sido un buen año, pero se nota la «fatiga de los materiales». Es necesario hacer una revisión completa de mi modelo y darle un giro. Espero poder conseguirlo.


Así que, posiblemente este verano trabajaré más horas que en el resto del año pero me apetece mucho plasmar, de una vez, lo que tengo en mi cabeza y en mis discos duros.

Seguiré echando un vistazo y participando, de vez en cuando, en dospuntocerolandia. Y seguiremos subiendo vídeos de Street Personal Branding, por lo menos hasta final de julio. Pero como persona introvertida que soy, necesito y deseo aislarme un poco de todo.

Lo que tengo claro es que dos meses pasan rápido y no sólo no es malo desaparecer durante ese tiempo sino que es recomendable para ti y para las personas que te conocen.

Nos vemos en septiembre. Espero que con muchas cosas nuevas y útiles.





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