Responsabilidad, que nadie decida por ti

La semana pasada, por fin, retomé mis paseos matutinos de antes de ponerme a trabajar. Los echaba mucho de menos porque son mi principal fuente de ideas. Lo que me preocupó/cabreó fue ver no menos de una docena de mascarillas y guantes por el camino. Y así todos los días.

Ayer por la tarde salí a dar un paseo con la familia y vi las terrazas de los bares llenos de gente. Me alegró mucho ver una cierta normalidad y alegría, pero por otro lado, nadie parecía cumplir ninguna de las medidas que debemos tomar.

Por otra parte, cada día veo como el gobierno comete errores y toma medidas que nos están llevando al desastre y tratando de recortar libertades, pero tengo la sensación de que no sólo no pierde apoyo sino que recibe aplausos de mucha gente.

Con estas tres ideas no pretendo ponerme moralista ni en plan policía. Tampoco quiero entrar en debates políticos. Lo que quiero es reforzar una idea que está muy dentro de lo que yo considero una Estrategia Personal o una Marca Personal, me refiero a la necesidad, la obligación de organizar tu vida de tal manera que dependas lo mínimo posible de las decisiones y los comportamientos ajenos.

Conocer a tus «stakeholders»

La web economiasimple.net define «stakeholders» en el ámbito de la empresa como parte interesada. Hace referencia sobre todo a las organizaciones o personas que toman parte en las decisiones de una compañía y que están afectadas por sus actividades. Se podrían definir como los grupos de interés que rodean a la empresa.

Desde un punto de vista personal, también influimos y nos vemos influidos por los «stakeholders», desde la familia a los jefes, pasando por los clientes o Dani mi quiosquero. Son personas o entidades que van a afectar a nuestro proyecto personal o profesional.

Los que tiran las mascarillas, los que se saltan las reglas o los que hacen las leyes influyen en lo que nos ocurre y si nos perjudican, tendremos que protegernos.

Obedeces o decides

La Responsabilidad está incluida en el Módulo de Persona.

Entonces tenemos dos opciones, aguantarnos o reducir al mínimo sus efectos. Y eso implica asumir nuestras responsabilidades, lo que a su vez nos obliga a tomar nuestras propias decisiones. En eso consiste la libertad.

Creo que vivimos en un país muy acostumbrado a que le digan lo que debe hacer, especialmente si de ese cumplimiento vamos a obtener ciertas ventajas.

Pero una persona/profesional con mentalidad de Estrategia Personal no va a aceptar que otros decidan por él/ella o hará lo posible para reducir sus efectos.

¿De verdad vas a dejar que tu salud dependa de la obediencia de «la gente»? Espera sentado.

¿En serio crees que un gobierno en el que casi ninguno de sus miembros ha puesto en marcha un proyecto empresarial va a entender tus sufrimientos? Que Dios te coja confesado.

Lo bueno de obedecer es que siempre vas a tener a quien echar las culpas. Aunque eso no ayuda mucho cuando estás jodido como consecuencia de las decisiones ajenas.

No va a venir ningún gancho a salvarte, como en Toy Story, así que no dejes que decidan por ti, aunque te digan que es por tu bien.

Si quieres que algo funcione, hazlo tu mismo

Si, todos hemos oído muchas veces aquello de «Si quieres llegar rápido ve solo. Si quieres llegar lejos ve acompañado», pero lo que tengo cada día más claro es que, con los recursos actuales, puedes llegar lejos y rápido si vas tu sólo o con alguien de mucha, mucha confianza.

Ponerte en manos de las decisiones de «la gente», una comisión o un comité, no sólo no te va a hacer avanzar sino que posiblemente te retrase. Reduce tu dependencia de las decisiones y comportamientos ajenos.

Vivimos en la época del «Todos somos ___», pero siempre he pensado que esa no es más que una forma de diluir la responsabilidad. Los hashtags solidarios (y sin coste) y los eslóganes «bonitos» no nos hacen responsables sino todo lo contrario, sirven para echar balones fuera.

Preocúpate más de aportar valor que de lo que piensen tus seguidores

Creo que la obsesión por lo «social» ha conseguido que mucha gente se preocupe más de que le «quieran» que de que le «crean». Parece que es el número de seguidores y no la calidad de tu oferta, trabajo, comportamiento lo que se valora. Sin embargo, tu responsabilidad se centra en lo segundo, en el valor que aportas, no en lo primero, que no controlas.

Por eso creo que, siempre, pero especialmente en la época que nos va a tocar vivir, debemos hacer lo posible en centrarnos en aquello en lo que podemos influir.

Como te decía, asumo la responsabilidad de lo que digo en este post. Creo que en eso se basa la Estrategia Personal, en tomar tus decisiones basadas en tus ideas y recursos y asumir las consecuencias.

La otra opción es esperar acontecimientos y decisiones ajenas.

Este post no es una consecuencia de las lecciones aprendidas estos días de confinamiento sino una confirmación.





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