Tribus, tu gente define tu Marca Personal
Suelo insistir en que la mejor forma de aprender sobre Branding Personal es observando los comportamientos de otras personas. Si, además, llegas a conocer sus motivaciones, sus objetivos y su propósito, tendrás muchas de las piezas que les hace ser como son.
Esto es mucho más fácil si analizas a personas que ha dejado huella, es decir, leyendo sus biografías o viendo documentales sobre su vida.
Este fin de semana vi un documental sobre Spielberg en HBO (por cierto, me está gustando mucho más HBO que el cajón de sastre de NETFLIX) en el que hablaban de su carrera, pero sobre todo, daba muchas claves sobre la relación entre su vida y sus películas.
Cuestiones como la relación con su padre, su aislamiento de los compañeros en el colegio o su compromiso tardío con el judaísmo, explican muchas de las cosas que cuenta en sus obras.
Pero lo que me pareció curioso, aunque no me sorprendió, fue la «pandi» que habían formado muchos de los que fueron grandes directores de los 70 y 80. Francis Ford Coppola, Brian de Palma, George Lucas, Martin Scorsese y el más pipiolo de ellos, Spielberg, entre otros, se montaban unas fiestas curiosas de las que luego saldrían grandes ideas. Y parece que la amistad se mantuvo.
Esto no es algo nuevo, me refiero a ese momento mágico en el que se juntan algunos genios en un momento y en un lugar muy concreto. Los pintores surrealistas del París de los años 20, los frikis del Silicon Valley en los 70 y 80 o la «quedada» de Lord Byron, Percy Shelley, Mary Shelley y John William Polidori de la que surgieron las ideas de Frankenstein o Drácula. Hay muchos otros ejemplos en los que se ha producido una masa crítica de individuos que ha acabado generando un gran impacto.
Todos pertenecemos a una tribu (o varias) que nos definen
A lo largo del día y de tu vida te vas a juntar con unas personas u otras. Unas por obligación y otras por devoción. Pero cada uno de esos grupos dice algo de ti. Puede llegar a ser tan importante a la hora de ser etiquetado como tu forma de hablar o tu actividad en Redes Sociales.
Si pretendes ocupar un puesto importante en una organización, no es lo mismo que te asocien con los pasotas de la empresa que con los innovadores.
Si eres una persona que ocupa un lugar «gris» en una organización pero los fines de semana te vas a hacer rutas con un grupo de moteros, puede que cambie la percepción que se tiene de ti.
Crea tu propia comunidad
¿Y si te conviertes en el grano de arena que acaba creando la perla? ¿Y si vas agregando gente valiosa alrededor de algo que os interese?
Creo que una de las mejores cosas que me han ocurrido estos años ha sido ver como ha crecido (y sigue haciéndolo) un grupo alrededor de la Marca Personal. Y, gracias a Internet, esta tribu no tiene límites geográficos. En eso creo que lo estamos haciendo mucho mejor que los anglosajones.
Rodéate de gente que comparta tus pasiones, intereses, gustos y valores. El total es mayor que la suma de cada uno de los componentes.
No seas tacaño, comparte información y apoyos
He visto como, en muchas situaciones, algo que podría llegar a ser grande, se queda en nada porque unos pocos quieren acapararlo todo.
Sin embargo, si tienes una mentalidad más amplia, te darás cuenta que, en lugar de luchar por una tarta enana, merece la pena colaborar para llevarte un trozo importante de una tarta mucho más grande y sabrosa.
Los movimientos en los que que colaboran varios, en el cine, el arte, la tecnología o el deporte, llegan a ser mucho más rentables que si uno lucha por su cuenta.
No es lo mismo formar parte de una tribu que ser socios
Podrás pensar que lo que te cuento puede contradecirse con algo que repito con frecuencia y es aquello de que es mejor ir solo que acompañado. Pero creo que son cosas distintas.
Esto va más de juntarse y compartir ideas, de emocionarse juntos o de establecer conexiones, no de crear una sociedad anónima o de firmar contratos.
Lo que une a una tribu es algo más intangible y, con toda seguridad, mucho más sólido que un acuerdo por escrito.
La Marca Personal de cada uno de los miembros de una tribu es importante porque ayuda a saber qué hace cada uno, cual es su papel, cuales son sus principios y sus gustos. De esa manera, la tribu crece de manera natural.
Únete a tribus diversas
Afortunadamente las personas somos poliédricas, polifacéticas y cambiantes. Así que, es absurdo y poco enriquecedor limitar «tu gente» a un sólo tipo. Puedes ser un apasionado de la historia pero también te puede encantar la programación o la moda.
Creo que, precisamente cuando observas y coges ideas de aquí y de allá, se produce la magia. Con las personas ocurre lo mismo.
Aunque soy un tipo introvertido, tengo la suerte de conocer gente de muchos tipos a los que, además, me gusta poner en contacto.
Así que, piensa quienes forman parte de tus tribus y encuentra el modo de incluirlas en tu Estrategia Personal.