Oferta. Profesión Mínima Viable

Desde hace unos cuantos años, participo en programas para asesorar a emprendedores. Aunque me centro en el desarrollo de su Marca Personal, también hablamos de su idea de proyecto.

En la mayoría de las ocasiones, suelen tener una idea de negocio bastante desarrollada y, también, compleja. Ahí es donde adquiere protagonismo lo que en el mundo emprendedor se llama Producto Mínimo Viable que, como dice la Wikipedia «es un producto con suficientes características para satisfacer a los clientes iniciales, y proporcionar retroalimentación para el desarrollo futuro«. O dicho de otra manera, ¿Qué es lo más sencillo que podrías crear que te permita ponerte en marcha?

Si seguimos con la idea de que, en este momento, todos somos profesionales YO S.L. que vendemos nuestro trabajo, independientemente de nuestra situación laboral (empleado, autónomo, estudiante, en transición,…), también deberíamos pensar en algo así como en una Profesión Mínima Viable.

Aparca lo que no te sirva

Con muchos profesionales ocurre lo mismo que con algunos emprendedores a los que asesoro, que tienen una idea estupenda pero demasiado compleja o difícil de implementar.


Está fenomenal que pienses a lo grande. En el caso de un profesional, todo lo que aprendas puede ser útil en algún momento, pero lo que deberías preguntarte es ¿Qué es lo mínimo que podría ofrecer para empezar a generar ingresos? Quizás tengas un montón de títulos, masters e idiomas, pero puede que lo que te permita ganarte la vida en las circunstancias actuales sea alguna habilidad o cualidad mucho más sencilla.

En mi caso, a pesar de mi licenciatura en Química, mi MBA, mis quince años de experiencia en multinacionales y un puñado de diplomas, lo que me permite ganarme (y disfrutar) la vida es algo que he aprendido a hacer más o menos bien fuera del circuito tradicional de la formación/experiencia.

Empecé con una idea que se convirtió en algo sólido y consistente.

Si, ya sé que es duro aparcar cosas que has adquirido con esfuerzo y sacrificio, pero no puedes permitir que eso te bloqueé. No es muy distinto de esos emprendedores que llevan meses o años tratando de poner en marcha un proyecto complicado y apasionante pero que es inviable en este momento.

Crea tu pretotipo (no prototipo)

Hay un concepto relacionado con todo esto y que me gustó mucho cuando lo conocí y es el de Pretotipo. Lo explica Alberto Savoia en su libro The Right It. El prototipo es una implementación parcial y preliminar del sistema a desarrollar para validar con el cliente que el proceso de desarrollo está yendo bien. El pretotipo es una manera de averiguar, con el mínimo esfuerzo, si siquiera vale la pena  empezar el desarrollo de ese producto según la web Ingeniería del Software.

Por ejemplo, si quieres ser un profesional de la consultoría, podrías empezar a probar tu modelo en tu página web o hacer algunas asesorías gratuitas con gente de confianza. Lo importante es que te pongas en marcha y lleves tus ideas de tu cabeza al mundo real de algún modo. Eso te genera confianza a ti mismo y también a aquellos que te conocen.

Sal y cuéntalo

La Oferta está en el Módulo de Producto.

Sin ninguna duda, una de las partes más interesantes de mi trabajo es la de tener la oportunidad de conocer gente brillante, genial y con ideas sorprendentes. Pero la parte negativa de eso es que esas mismas personas se mantienen ocultas, escondidas, quizás por timidez o quizás por estar demasiado centradas en su proyecto.

Con los profesionales No emprendedores, ocurre algo parecido. Veo como muchas de esas personas que tienen una gran formación o una trayectoria de éxito en empresas se empeñan en permanecer escondidas, como si esperasen que la oportunidad de su vida fuese a aparecer por la puerta de repente.

Pero si no muestras tu idea, tu Profesión Mínima Viable, no vas a conseguir que nadie sienta la necesidad, primero de conocerte y, en segundo lugar, de contratarte.

Cada post que publiques en tu blog, cada charla (en el mundo real o el virtual) de 20 minutos que des a una audiencia interesada, cada conversación que mantengas en un encuentro profesional es una forma de poner a prueba tu Profesión Mínima Viable. En función de la acogida de tu idea, podrás desarrollarla, descartarla o pulirla. Pero eso sólo será posible si la sacas del agujero.

Si, tu también eres un/a Profesional Libre

No sé cuantas veces me habrán escrito en este blog ese comentario tan equivocado de «ya Andrés, pero es que no todo el mundo tiene mentalidad de emprendedor». Pues ¿sabes qué? Que yo tampoco la tengo. Es más, no sé muy bien lo que eso significa.

Y en las circunstancias actuales, ¿Qué importa la mentalidad si no puedes pagar las facturas? Te metes la mentalidad por donde que quepa y tiras para adelante.

Pero lo que tengo claro es que todos tenemos algo valioso que ofrecer. De lo contrario, ¿por qué esperas que alguien te de un trabajo?

La única diferencia es que, en lugar de pensar en modo 1-1 (empleo), hay que pensar en modo 1-varios. Tu oferta, tu propuesta de valor puede ser la misma, simplemente vas a cambiar la escala y el tipo de relación con tu cliente (del contrato ¿indefinido? a la factura).

Pero en cualquiera de los casos, debes tener algo que mostrar, un prototipo o un pretotipo de lo que ofreces para que todo el mundo sepa, sin lugar a dudas, lo que puedes hacer y en segundo lugar, para que sientan que eres la persona idónea para satisfacer una necesidad que ni siquiera sabían que tenían.





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