Innovación. Las caricias matan la creatividad

Esta semana leí en alguna parte una frase que decía, «las caricias matan la innovación». En realidad no recuerdo si decía innovación o creatividad. Da lo mismo, lo cierto es que no sabía a qué se refería hasta que leí la explicación.

Lo que quería decir es que posiblemente uno de los factores más paralizantes a la hora de hacer cosas, especialmente si son «diferentes» o se salen de lo normal, es la opinión positiva de aquellos que te rodean.

Si me vas conociendo, habrás visto que tengo tendencia no sólo a no hacer caso de lo que me dicen, a huir de modas o escapar de quienes se empeñan en darme órdenes. Incluso diría que, basta que me sugieran algo o vea que todo el mundo va en una dirección, para que yo vaya por la contraria.

Pues bien, incluso a mi me influye lo que otros opinen de mi o de mi trabajo. Y todavía más, si en lugar de una crítica, hay un halago.

El problema de hacer demasiado caso a las «caricias», a las palmaditas en la espalda, a los «eres un/a crack» o al, «menos mal que alguien lo dice», es que te vuelve blandito, condescendiente y, lo que es peor, inmovilista.

Hay gente pa’ to’

La innovación está en el Módulo de Producción.

Si hay algo que nos ha demostrado Internet es que vas a encontrar opiniones, rarezas, actividades y personas para todos los gustos. Incluso lo más extraño tiene seguidores y partidarios.

Así que, debes entender que hagas o digas lo que hagas, vas a recibir comentarios positivos estándar o plantilla. El problema surge cuando te lo crees demasiado y tratas de repetir el «éxito» clonando la fórmula.

Pues bien, ya te digo que eso no funciona. Y eso que una vez tuvo una cierta repercusión, por alguna razón, parece que ha perdido toda su fuerza. Así que no hagas demasiado caso a las alabanzas, especialmente de aquellos que apenas te conocen.

Ponerte en Modo «Killer» tiene partidarios, pero no te ayuda

Son especialmente agradecidos esos comentarios, ideas y propuestas que van en contra de algo que «todo el mundo» detesta. Y hoy es especialmente fácil lograr una cierta repercusión momentánea atacando al «odiable» de moda.

Lo que ocurre es que, en primer lugar atacar sin ofrecer soluciones puede proporcionarte muchos «me gusta» y corazoncitos, pero no te posiciona como alguien que ayuda. Eso lo he comprobado yo durante mucho tiempo.


Esas palmaditas en la espalda son especialmente peligrosas porque, poco a poco te van llevando al abismo. Tu te vuelves cada día más contreras… y también más irrelevante para solucionar problemas.

Cuando las métricas se convierten en el enemigo

Hace poco escribía por aquí sobre la importancia de medir y controlar para poder mejorar y avanzar. Sin embargo, la obsesión por tomar decisiones basadas en el «pasado» aunque este sea cercano, puede inmovilizarte.

¿No tienes la sensación de que Internet, que se supone que iba a ser una fuente de creatividad, cada día es más de lo mismo? Creo que lo que está ocurriendo es que cuando los datos dicen que algo funciona, las caricias digitales del Google Analytics, hay quienes tienden a repetirse. Y curiosamente lo que en principio podía ser atractivo por rompedor, se acaba convirtiendo en aburrido por repetitivo.

El peligro de los más cercanos

En dospuntocerolandia puede ser más fácil mantener una cierta frialdad, pero cuando se trata de quienes tienes más cerca, familia, amigos, colegas, la caricia puede ser más letal.

Incluso con la mejor intención habrá quienes se empeñen en apoyarte para que hagas lo que ellos consideran lo mejor para ti. Y eso puede ser muy tentador porque te evita tensiones, te conviertes en el orgullo de tu madre y en el amigo de quien presumir. Pero ¿Cuántas buenas ideas, proyectos incluso han quedado aparcados para siempre porque no «quieres líos» o porque es mejor que no te «signifiques»?

De nuevo volvemos a los valores, ¿Qué es más importante para ti, gustar, no dar un disgusto a tus padres/pareja o tirarte a la piscina?

Evitar la caricia puede proporcionarte más caricias

Paradójicamente, salirte del camino para abrir otros, te permitirá escapar durante un tiempo de las palmaditas en la espalda, pero más pronto que tarde, aquellos que más te han criticado por cambiar, se subirán al nuevo carro y empezarás de nuevo.

Así que, la innovación y la creatividad tiene mucho de Sísifo. Cada día tendrás que subir la piedra hasta el día siguiente. Pero prefiero eso a morir por una sobredosis de azúcar.

No sé si las caricias matan la creatividad, pero puede que te impidan moverte con agilidad.





Compartir esta publicacion