Propiedades. Busca y utiliza lo que tienes en tu trastero mental

Este fin de semana estuve impartiendo un curso de Marca Personal a un grupo de alumnos jóvenes en un Master de Marketing Digital. Son estupendos, despiertos, críticos. Y, aunque siempre me pasa lo mismo, me sigo quedando asombrado con la cantidad de cualidades que tienen… y lo poco que lo aprovechan.

Reconozco que me da un poco de rabia ver tantos conocimientos, experiencias y habilidades que están cogiendo polvo en su almacén mental. Y trato de animarles a que le echen imaginación y encuentren formas creativas de combinar esos elementos que poseen.

Esto ocurre a todas las edades, pero me fastidia más con los más jóvenes porque tienen bastante jodido seguir un camino parecido al que tenemos los más «senior» (que también tenemos nuestros propios problemas). También porque, como suelo decirles, cuando les han quitado todo, tienen la libertad de hacer lo que les apetezca, pero parece que no quieren hacer uso de esas cualidades y de las oportunidades que tienen a su alcance.

Del ordenador a tu cabeza

Las Cualidades que te hacen valioso están en el Módulo de Propiedades.

Si, ya sé que es un topicazo, pero hoy, quien no quiere aprender es porque no le da la gana. No estoy hablando de dedicar un año y varios miles de euros en apuntarse a un postgrado o al enésimo master. Me refiero a la posibilidad de ponerse al día con alguna herramienta, habilidad o conocimiento concreto que puedan aplicar en un plazo de tiempo muy corto.

Se trata de crear tu propia academia o programa de aprendizaje. Pero para eso debes tener claro lo que quieres, y quizás ese es el problema. Es difícil saber lo que necesitas meter en tu mochila mental si no sabes si vas a la playa o al monte profesional.

Pero lo mejor de todo es que todos ellos ya tienen un gran stock de productos mentales terminados y semiterminados listos para utilizar. Muchos vienen de países distintos al nuestro, conocen varios idiomas, dominan el lenguaje audiovisual porque llevan años viendo contenidos en todos los formatos posibles, tienen aficiones, conocen gente, se mueven por el mundo buscando ofertas o compran y venden productos de segunda mano en apps a golpe de clic.

¿No tienes la sensación de que es como esa imagen final de En busca del arca perdida en la que hay un almacén infinito de cosas valiosas, pero «secretas», que nunca verán la luz?

De tu cabeza al ordenador

Así que, creo que hay un fallo en un sistema que se empeña en que suframos una especie de Síndrome de Diógenes colectivo que nos hace acumular cualidades sin terminar de darles un uso. O como mucho, utilizar el producto estándar con el que competir con muchos otros que ofrecen exactamente lo mismo.

Parece que hemos eliminado el departamento de producción o el de diseño de Producto Personal para saltar directamente al de Marketing Personal. O dicho de otro modo, nos limitamos a aprender todos lo mismo para, inmediatamente, darnos a conocer de la misma manera que va desde el Currículo hasta el TikTok, pero sin pensar de qué modo podemos darle un toque diferenciador y valioso a lo que todos tienen, pero añadiéndole algunas de las piezas que están muertas de risa en nuestra cabeza.


Hoy, La Red nos permite crear, probar y comercializar cualquier combinación de ideas, cualidades y características personales hasta encontrar la que funciona. Sin embargo, hay quien prefiere dedicar todo ese potencial a transmitir partidas de Fortnite o a pelearse en Twitter.

Piensa como un Jefe de Producto

Mi trabajo en todas las empresas por las que he pasado tenía una parte importante de creación de producto. Si no se me ocurría algo nuevo o una mejora de algo existente, me quedaría estancado. Así que, constantemente tenía que estar pensando de qué modo podía utilizar lo que tenía o como podría conseguir lo que me faltaba.

¿Es tan difícil aplicarse el cuento cuando pensamos en modo YO S.L.? Yo no sólo creo que no, sino que además, es divertido.

A algunos les gusta cocinar, a otros la mecánica, a otros programar, a otros pintar o componer, a otros organizar viajes, a otros jugar al futbol con los amigos… ¿No ves una característica común? Todas esas actividades consisten en coger lo que hay y combinarlo, mezclarlo o adaptarlo para conseguir algo nuevo.

Porque si todavía no te has dado cuenta, no te pagan por lo que acumulas, sino por lo que haces con lo que tienes.

A veces (posiblemente pocas) saldrá bien, otras fatal y muchas quedarán a medias. Pero mientras tanto habrás aprendido, conocido gente y espero que también (y sobre todo) te hayas divertido.

¿Y si eso mismo lo aplicas a tu profesión? ¿Quieres que tu trabajo sea indistinguible, homogéneo y por lo tanto barato y sustituible? ¿O quieres crear algo distinto, raro, espectacular, valioso o simplemente algo de lo que te puedas sentir orgulloso?

O dicho de otro modo, ¿IKEIZACIÓN o LEGOISMO? ¿Vas a ser un profesional al que sólo hay que montar o vas a construir tu oferta como si tus cualidades diversas fuesen piezas de LEGO?


Compartir esta publicacion