Visión. Sin esperanza no hay proyecto

Hace un par de años descubrí a Glenn Cooper. Es un autor de novelas de aventuras que te gustará si pasas un buen rato con las de Michael Crichton u otros autores que mezclan ciencia e intriga. No es que vayan a darle el Nobel de literatura, pero te hacen pasar un buen rato y evadirte.

Este verano leí su trilogía Condenados. No te hago spoiler si te digo que las novelas cuentan que, debido a un experimento en un acelerador de partículas, se abre un portal que comunica nuestro mundo con el Infierno. En las tres novelas ocurren muchas cosas, romance, aventuras, historia ficción, traición y todo lo que hace que la lectura sea entretenida.

Pero lo que me pareció interesante es su descripción del Infierno. Es un calco de nuestro mundo pero en el que nunca se ve el sol, su entorno no es muy distinto al que nos describen cuando nos hablan de la Edad Media más oscura, lógicamente estás rodeado de gente malvada y, sobre todo, es un lugar en el que la muerte no existe. Y si, por lo que sea, te cortan la cabeza o te desmembran, seguirás sufriendo «a trozos» para siempre.

Si no puedes morir en un mundo como ese, no puedes tener esperanza y esa es una de las cosas que más me impactó de la trilogía. Que sepas que no tienes futuro quizás sea uno de los peores castigos del Infierno.

Un Profesional Libre no pierde la esperanza

Te cuento esta historia porque, a otra escala, me encuentro con frecuencia a gente que vive sin esperanza. Veo jóvenes que han tirado la toalla antes de empezar a luchar porque creen que es imposible progresar en la situación en la que vivimos.

Y no te digo nada de esos profesionales de cuarentaytantos para arriba que dan por sentado que sólo les queda ir sobreviviendo hasta que se jubilen.

Tampoco me olvido de quienes tienen un trabajo que detestan pero se sienten atrapados porque consideran que es mejor esa especie de muerte en vida que arriesgarse a tener algo mejor.

Sin embargo, un Profesional Libre, sea cuales sean las circunstancias, es alguien que construye su propia visión. Y si la situación está jodida, se las apaña para crear otros proyectos que encuentren resquicios para la esperanza. Cualquier cosa que te haga sentir que tu vida tiene sentido.

La visión te convierte en líder

Ahora tampoco haré spoiler, pero te diré que los protagonistas de la trilogía tienen una misión y una visión y eso, no sólo les facilita la toma de decisiones y les permite generar confianza sino que anima a quienes hace tiempo que se rindieron.

Para mí, un líder es alguien capaz de visualizar y comunicar un mundo mejor. Creo que actualmente no hay buenos líderes. No hay más que ver la visión del futuro que nos están trasladando nuestros políticos, comiendo insectos, limitando la capacidad de movimiento o penalizando a quienes quieren progresar con su esfuerzo. Algo muy parecido a lo que cuenta la novela.


Una visión atractiva te posiciona como líder, casi por abandono del contrario, de quienes no la tienen. Si eres capaz de dibujar un panorama atractivo o estimulante, es probable que algunos de los desesperanzados empiecen a seguirte… aunque lo que describes suene a utopía.

Si te fijas, las personas que recordamos por dejar una Marca Personal potente suelen caracterizarse por tener una visión clara y potente.

Una visión hace que dejes de sobrevivir y empieces a vivir

Hay una cosa que me llama la atención cuando hablo de «mis cosas» de Profesional Libre con amigos que tienen trabajos más estables o directamente tienen una plaza en la administración. Me refiero a que, para ellos, un error, un problema en un proyecto, es simplemente, el fin.

No entienden como puedes seguir luchando por «tus cosas» cuando, tras haberla cagado una vez más por atreverte a hacer cosas distintas, lo lógico es que preparases unas oposiciones o buscases un empleo fijo, ¡¡¡fijo!!!.

Para mi y para otros en mi situación, un fallo o un estancamiento, simplemente es un indicador de que hay que hacer ajustes porque el reto, la visión, sigue ahí. No te puedes parar porque tu futuro ideal lo sigues teniendo grabado a fuego en tu mente.

Es más, aunque lo pases mal, aunque no duermas bien porque estás dándole vueltas al problema, tratar de llegar a la «última pantalla» es todo un reto estimulante. No sé, quizás también sea una características de aquellos a los que no nos gusta dejar una novela, una película, un videojuego o directamente la vida, a medias.

Dibuja tu visión

Créeme, la visión no es una de esas chorradas pseudomísticas y magufas que se van a convertir en realidad sólo por pensar en ellas. La visión es un elemento completamente operativo en la gestión de un proyecto profesional o de cualquier otro tipo.

No puedes saber qué recursos necesitas, con quién relacionarte, qué caminos debes tomar, qué te falta por aprender o como comunicar si no tienes el fin en mente… aunque sea genérico y no perfectamente dibujado.

Saber que hay algo ahí, quizás inalcanzable, pero que no se te va de la cabeza, es una de las mejores formas de vivir la vida en un mundo en el que se han empeñado en borrarnos el futuro. De lo contrario, ya estaremos viviendo en el Infierno.





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