Crisis. Cuando metes la pata en público

Una de las razones para mantenerse oculto y no exponerse en las redes o en el mundo real es el miedo a meter la pata.

El problema de esa forma de pensar es que, si te escondes, seguro que nadie va a echarte nada en cara si te equivocas, pero posiblemente el mayor error es precisamente el de no asumir el riesgo de divulgar tus ideas y opiniones.

Por otra parte, si tienes un poco de cabeza, los errores que puedas cometer no van a ser tan frecuentes como piensas y nunca van a ser tan graves como temes.

Digo esto porque el en post anterior decía que había borrado otro post que había escrito porque me parecía que lo que estaba expresando reflejaba un estado de ánimo muy puntual que no me representa y transmitía un mensaje muy negativo.


Por cierto, como soy muy cotilla y, si yo fuese tú, a mi me habría gustado saber de que iba ese post te diré que era una crítica muy exagerada y destructiva a esa tendencia dospuntoceril de considerar que la gente es maravillosa y que si no estás todo el día compartiendo, conversando y colaborando nada tiene sentido.

Pero supongamos que lo hubiese publicado y mucha gente hubiese considerado que ese post era terrible. Aunque ya sabemos que en Internet hay gente para todos los gustos y quizás habría conectado y gustado a muchos otros.

No intentes hacer desaparecer tus errores

A ver, supongo que si cometes un crimen o un delito, harás lo posible por borrar todas las huellas que lleven a ti. Sin embargo, creo que meter la pata en las redes, hacer un comentario fuera de lugar en un evento de Networking o expresar algo equivocado al dirigirte a un grupo de personas no sólo es complicado de eliminar, sino que creo que puedes convertirlo en algo a tu favor.

En primer lugar, hoy, cualquier cosa que expreses en La Red va a quedar fuera de tu control. Así que, aunque borres ese post, tuit, foto o mensaje de whatsapp o creas que aquello que dijiste a una persona tomando un café va a quedar entre vosotros, nadie te asegura que no vaya a reaparecer en el momento más inapropiado.

Y en segundo lugar, porque cualquier error es una oportunidad. Creo que nos suelen caer bien aquellos que no van de perfectos sino que son como nosotros. Es decir, que si te equivocas y luego asumes tu error y explicas lo que has aprendido estás generando sintonía («uno de los nuestros»), pero también confianza porque esa equivocación te ha hecho aprender algo que seguramente no repetirás.

Creo que todo lo que hacemos forma parte de lo que somos, así que, eliminar lo menos positivo de nuestro pasado no sólo nos hace menos fiables sino también sospechosamente incompletos. Es como llenar de huecos inexplicables el currículo de la vida.

Pide disculpas

Si crees que has ofendido a alguien de forma injusta, discúlpate. No pasa nada por pedir perdón.

Sin embargo, creo que en estos tiempos hay gente que se ofende con tanta facilidad que es probable que casi cualquier cosa que digas, incluso con la mejor voluntad, puede molestar a un grupo de personas. Así que, no me refiero a eso sino a esas situaciones en las que realmente eres consciente de que has ido a hacer daño.

Si tienes razón, defiéndete

Está muy bien lo de poner la otra mejilla, pero cuando tu trabajo o tu vida pueda verse afectada por lo que otros consideran un error y tú crees que no lo es, debes defenderte.

Hoy estamos expuestos a que cualquiera por desconocimiento, por mala fe o simplemente por joder, entre a atacarte. También es cierto que yo nunca me he tenido que enfrentar a nada grave. Si que he recibido alguna crítica desairada o algún comentario fuera de lugar, pero nada que me haya hecho plantearme abandonarlo todo.

Así que, si alguien dice que te has equivocado, utiliza tus plataformas para argumentar con razones y con datos que tú eres quien está en lo cierto. Y al hacerlo evita cualquier salida de tono emocional.

El tiempo lo cura todo

Cuando me preguntan sobre lo que hay que hacer para rehabilitar tu Marca Personal tras un error grave sólo tengo una respuesta, o dos, tiempo y consistencia.

Creo que cuando alguien mete la pata hasta el fondo, lo peor que puede hacer es tratar de arreglarlo en poco tiempo. Eso sólo suele traer más problemas.

Aquí entran en juego formas de actuar que pueden sonar pasadas de moda, pero que funcionan.

Es importante ser humilde. Parece que hay gente que presume de haber hecho algo mal. Es el típico, «si, he hecho eso, ¿Qué pasa?»

Vuelve a tus orígenes. Creo que muchos errores viene del exceso de confianza. Es posible que cosas que hacías con mucho cuidado al empezar (una relación, un proyecto, un empleo,…) hayas empezado a descuidarlas y eso aumenta tu posibilidad de hacer algo mal. Así que, elimina todo aquello que te ha ido desviando de tu camino y regresa a lo básico para recuperar la confianza en ti mismo y la que te den los demás.

Date tiempo. Cuando alguien cae en desgracia pero hace todo lo posible por rehabilitarse, puede llegar a convertirse en un ejemplo para otros. Pero ahí la variable tiempo es importante. Parece que los demás necesitan comprobar que realmente has aprendido la lección y eso sólo es posible si hay un periodo largo en el que demuestras que vuelves a ser el de siempre.





Compartir esta publicacion