Contenidos. La sobresaturación de dospuntocerolandia

Si echas mucha sal en un vaso de agua, llegará un momento en el que no podrá admitir más y caerá al fondo. En Química aprendimos que cuando eso ocurre es porque se ha pasado el límite de soluto (sal) que puede admitir un disolvente (agua) y entonces precipita. Se dice que la disolución está sobresaturada.

No sé si te habrá pasado lo mismo, pero ya hace bastante tiempo que, cuando decido ver algo en alguna plataforma de pago, acabo durmiéndome antes de elegir algo o directamente dejo de buscar. Supongo que estamos sobresaturados y quizás por eso, entre otras cosas, parece que NETFLIX, Disney y otras, empiezan a tener problemas.

En Internet hace mucho que se superó ese nivel de saturación de contenidos. La Red está sobresaturada y, algo peor, creo que ha perdido gran parte de su utilidad para convertirse en un espacio, sobre todo, de entretenimiento.

¿Te compensa el esfuerzo dedicado a La Red (no me refiero a conocer gente «interesante»)?

Esta semana vi un anuncio en Facebook en el que, como tantos otros, trataba de venderte una fórmula «secreta e infalible» para ganar mucho dinero en Internet. Como tantos otros, sonaba a tomadura de pelo, pero su argumento era interesante. Te preguntaba si no habías notado que tus contenidos ya apenas tenían algún efecto, aparte de los «me gusta» de las personas que ya conoces. Y creo que tiene razón.

¿No has notado que el tiempo dedicado a las Redes Sociales, a publicar en tus sitios en Internet o a subir comentarios apenas tiene un retorno de inversión (y no me refiero sólo al factor económico)? Yo si lo he notado.

No me quejo. Simplemente creo que las cosas cambian y evolucionan y lo que funcionaba hace 15, 10 o 5 años, hoy ya no produce resultados.

Te toca pagar

No hace demasiado leí un tuit en el que alguien decía que, llegados a este momento tenemos dos alternativas.

Si tienes tiempo y ganas, puedes seguir alimentando tus redes generando contenido, manteniendo la conversación o compartiendo ideas para tratar de sacar un poco la cabeza, llamar la atención reforzando tus esfuerzos por no desaparecer entre tanto ruido.


Si no tienes tiempo, pero tienes dinero, puedes sustituir horas por euros. Puedes pagar publicidad en Internet, puedes invertir en anuncios para no desaparecer.

En cualquier caso, parece que hemos entrado en otra «Carrera de la rata» que parece que no nos va a llevar a ningún sitio. Y es curioso porque para muchos, yo incluido, Internet iba a ser la forma de escapar de ese círculo vicioso.

Los técnicos sustituyen a los creadores

Si me sigues, sabes que basta que me digan lo que debo hacer, para ir en dirección contraria. Cuando se trata de posicionarte en Google, hay montones de consejos, técnicas de SEO, trucos para ascender en los rankings que puedes utilizar. Sé que muchos funcionan, pero yo no me he metido en esto para sustituir a un jefe por un algoritmo.

Lo que está ocurriendo es que, si tienes ganas de contar cosas, pero no te apetece (o no quieres) entrar en la dictadura de la optimización del algoritmo, te vas a quedar atrás. Así que volvemos a la casilla anterior. O le dedicas tiempo a aprender, a la vez que «vendes» tus principios. O pagas a alguien que te diga que «palabras clave» te van a funcionar mejor, cuando debes publicar o qué hashtag debes utilizar.

Creo que todo esto lo único que consigue es que, quienes tienen ganas de contar algo interesante, pero no les apetece pelearse con lo que decide un tipo en la sede de Google, se planteé seriamente largarse o simplemente no entrar.

Por otro lado, la Red se va uniformizando, «commoditizando», porque los contenidos son cada día más parecidos.

Salir a la calle a gritar tu oferta

Creo que lo que ocurre en Internet ya ha llegado a ser algo parecido a salir a una calle con movimiento de gente y ponerse a gritar lo que se te pasa por la cabeza o a lanzar mensajes al mar en una botella.

Estás basando tu supervivencia en dejar caer tus contenidos por todas partes (cada día hay más partes, ahora podcast, o tiktok o twitter spaces, o…) y cruzar los dedos para que pase algo. El problema es que si cada día tienes que invertir más y más tiempo (o dinero) y no pasa nada, ya sabes aquello de que «Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes».





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