Persuasión. Influir para producir un cambio

El pasado fin de semana, uno de los participantes en el taller que estaba impartiendo me hizo una pregunta que suele surgir con frecuencia. Me planteaba algo parecido a esto, «Andrés, ¿Qué pasa si yo no quiero comentar nada de lo que hago o no quiero compartir mis ideas?»

Es una pregunta que ya no me sorprende, especialmente cuando me dirijo a dos tipos de «audiencia». Se repite entre quienes tienen un empleo seguro (o eso creen) y por otro lado los que se centran en los aspectos más interiores, espirituales o emocionales. Cuando imparto talleres a perfiles emprendedores, este tipo de dudas no se plantean.

Es como si los primeros me dijesen que no quieren líos, que están bien como están cobrando una nómina. Y los segundos estuviesen tan centrados en el crecimiento personal que su mundo se reduciría a ellos mismos. Y no me parece mal. Creo que cada cual debe tomar sus propias decisiones y actuar como se sienta más cómodo.

Sin embargo, como les comentaba al grupo de la pasada semana, la Marca Personal consiste en salir de tu caparazón y dejar una huella, generar un impacto o producir un cambio.

Si después de un autoanálisis profundo, un conocimiento de quien eres, de qué estás hecho y hacia donde vas, resulta que todo queda dentro, creo que nos habremos quedado a medias.

La Marca Personal debe producir un cambio

La Marca Personal sólo tiene sentido si te sitúas en una posición en la que puedas conseguir que algo suceda. Puede ser que consigas tal prestigio, credibilidad y percepción de valor que te ofrezcan buenos proyectos profesionales, puedas producir mejoras en tu entorno, liderar un equipo que consiga cosas increíbles o conseguir que alguien haga algo simplemente porque lo que tu dices «va a misa».

Si desarrollas una Marca Personal potente podrás vender muchas camisetas, cambiar un país, sacar adelante una campaña para «salvar a …» o conseguir que una empresa espabile.

La Marca Personal aumenta tus opciones

Cuando consigues ser conocido, reconocido y valorado, es más probable que las oportunidades lleguen a ti. De ese modo ya no tienes que conformarte con una única opción (si es que la tienes) sino que puedes elegir. Y por eso digo que el mayor beneficio de la Marca Personal es la libertad que te proporciona.

Leía el otro día en algún sitio, que la mayor muestra de libertad es tener la capacidad de decir NO. Creo que es cierto. Pero si no te queda otra porque nadie te conoce, valora o cree, entonces tendrás que coger lo que surja tanto en lo personal como en lo profesional. Seguramente tendrás que «venderte», es decir, tendrás que poner un precio a tus valores porque no te va quedar otra.


La Marca Personal es persuadir

Hay una frase que creo que definía todo esto de la Marca Personal mucho antes de que existiese el término y mucho mejor expresado que ese topicazo de Jeff Bezos de «Marca Personal lo que dicen de ti cuando no estás delante», me refiero a la expresión «su fama le precede».

Me gusta porque se puede aplicar para lo bueno y para lo malo, para salir corriendo o para establecer una relación.

Si esa fama que te precede es buena y alguien necesita un consejo tuyo o que realices un trabajo, te tendrán en cuenta y te elegirán o harán lo que tu les sugieras.

Poco antes de empezar a escribir este post, leía una noticia que reflejaba unas declaración de de Fernando Simón «No es probable que la viruela del mono tenga una transmisión importante pero no se puede descartar».

Quizás sea injusto, pero rápidamente Twitter se ha llenado de bromas al respecto porque «su fama le precede».

La Marca Personal implica comunicar

Y con esto se cierra el círculo. Si no quieres, no te apetece o no te dejan comunicar tus ideas, entonces es complicado que puedas producir un efecto, ser elegido o «salvar a las ballenas».

La Marca Personal consiste en reducir las barreras de desconfianza. Cuanto mayor es el esfuerzo, sacrificio o riesgo que alguien debe asumir, más sólido debe ser tu posicionamiento.

Si quieres que alguien done dinero, se la juegue por elegirte frente a otras empresas o candidatos o quieres que salga contigo la persona que te gusta, debes ir con el prestigio por delante. Y eso significa comunicar y demostrar de forma consistente que no habrás sorpresas.

Si no quieres que cambie nada, si crees que no lo necesitas o si te da «cosa» hacerte notar, no pasa nada… ni pasará.





Compartir esta publicacion