Propósito. Para qué, por qué, qué

Una y otra vez compruebo en mis cursos que lo más difícil de la Estrategia Personal no es la parte más «técnica» como el uso de herramientas de Internet o el aprendizaje de habilidades. El problema no es el CÓMO sino el PARA QUÉ, el POR QUÉ o el QUÉ.

El CÓMO es algo que puede resolverse siempre y cuanto sepas lo que quieres. Lo que es imposible es decidir lo que debes hacer si no sabes a donde te diriges.

Por eso, a esos aspectos de la Estrategia Personal, Motivación, Visión, Objetivos, Misión y Valores suelo dedicarles más tiempo.

Explico a mis alumnos que, cuando tienes un destino establecido, sólo debes hacer «ingeniería inversa» y desmontar los pasos que debes dar para llegar a ese punto… siempre y cuando lo tengas.

El propósito es personal

Con frecuencia, algunas personas me piden que les defina su objetivo. Pero lo que deben entender es que nadie más que ellos puede hacerlo. En el momento en el que permites que otros (padres, jefes, entorno, asesor,…) te fije el rumbo, tu estrategia deja de pertenecerte.

Muchas personas parece que prefieren que otros decidan por ellos y quizás por eso es tan complicado que tanta gente se anime a gestionar su proyecto personal o profesional. Pero, ¿Cómo vas a moverte (MOTIVACIÓN) si vas a perseguir algo (OBJETIVOS) para lograr unos resultados (PROPÓSITO) que seguramente ni te van ni te vienen.

Además, si fallas en la persecución de esos objetivos parece que no te vas a sentir tan mal como si los hubieses decidido tú.

El propósito no está escrito en piedra

Creo que cuando estableces unas metas debes comprometerte a conseguirlo. Pero eso no significa que hayas firmado un contrato que no puedes modificar.

Las circunstancias cambian y creo que pueden hacerse ajustes en el rumbo de tu vida o profesión. A veces descubres cosas que te hacen cambiar el destino. Y no pasa nada. Lo importante es que no te quedes parado en el mismo sitio.

El propósito ya lo conoces

¿Sabes qué es lo más curioso de aquellos que dicen que no saben cual es su objetivo? Pues que suelen ser quienes lo tienen más claro. Sin embargo, por alguna razón prefieren mantenerlo oculto para los demás y, algo peor, para ellos mismos.

Cuando hacemos un descanso en los cursos o ya en otros momentos posteriores, cuando podemos hablar de forma más personal, aquellos más reticentes a establecer objetivos son los que me reconocen que hace años que sueñan con algo.


A veces me dicen que quieren ganar mucho dinero, pero les da corte decirlo en público. Otros se van a lo otro extremo y tienen una vocación de ayuda, pero no quieren que les tomen por tontos o ingenuos. Otros tienen metas demasiado ambiciosas o inalcanzables (en su opinión) y prefieren rendirse antes de empezar a andar.

Lo que he comprobado es que todos sabemos lo que queremos. Quizás algunos lo tienen un poco más escondido, pero bajo un par de capas de tela mental y no ocultas tras una pared de hormigón.

El propósito y el dichoso autoconocimiento

Me gusta mucho andar, preferiblemente sólo y a mi ritmo. Pues bien, es en esos momentos en los que se desvelan las cosas que están escondidas. Puede ser un paseo por el campo, un momento de adormecimiento en un viaje en tren o cualquier otra situación en la que estés sólo con tus pensamientos.

Así que, te recomiendo que busques o fuerces esos momentos. Sin gente, sin cacharros. Qué no te engañes, que si quieres algo, por raro o políticamente incorrecto que te parezca, que lo concretes y, a partir de ahí, veas como puedes alcanzarlo.

¿Vas a conseguir lo que te propones sólo por descubrirlo? Puede que si o seguramente no (al menos exactamente como lo imaginas), pero vas a ponerte en marcha y van a suceder cosas.

El propósito es la respuesta a algunas preguntas

¿Con qué cosas disfrutas? ¿Para qué suelen pedirte ayuda los amigos? ¿Qué tipo películas o libros te hacen olvidarte de todo? ¿En qué se te pasan las horas sin darte cuenta?

No siempre vamos a poder hacer lo que nos gusta, pero si eres capaz de ir encontrando elementos comunes en aquellas cosas con las que te pasarías horas, puedes ir atando cabos.

Puede ser que tu Propósito sea conseguir evadirte de todo, o influir en un montón de gente, o aprender todo lo que puedas, o… tú mismo/a.

Cuando tienes eso más o menos claro, las respuestas al CÓMO van a venir casi solas. Con quién debes relacionarte, que te falta por aprender, de qué puedes prescindir, que recursos necesitas o quién debe saberlo y como.

Dale unas vueltas, empieza por el principio y no te tires a la piscina sin saber para qué.





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