Profesional. ¿Y si no te jubilas?

Este fin de semana nos juntamos unos cuantos de mis mejores amigos de los que nos conocemos desde el colegio. Todos ellos son, o funcionarios o trabajan en empresas que parecen ministerios y, como ya tenemos una edad, surgió el tema de las jubilaciones.

Todos ellos ya estaban haciendo números para saber cuando podrían dejar de trabajar. Alguno de ellos ya estaba prejubilado y era la envidia del grupo.

Para alguien como yo, que lleva casi dos décadas fuera del «sistema», esas conversaciones eran un poco extrañas, incluso un poco tristes. Simplemente porque creo que nunca, desde que voy por libre, me he planteado lo de jubilarme.

No voy a empezar con esos topicazos de «elige un trabajo que ames y no trabajarás ni un día de tu vida» o eso de profesionalizar tu pasión. Simplemente porque sigo pensando que el trabajo es un castigo divino y, por muy chulo que sea lo que hagas, tener que hacer algo para sobrevivir ya lo jode todo. Y eso si tienes suerte de hacer justo y sólo lo que te apetece.


Elige algo que te permita ser libre

Una de las cosas que no envidio de mis amigos es la falta de libertad. Es cierto que en esta vida hay de todo y mucha gente no cambiaría seguridad por la capacidad de decidir, pero para mí eso no funciona.

Creo que un profesional pasa por diferentes etapas. Empiezas aprendiendo, te vas desarrollando y creo que todos deberíamos pasar por una última (o penúltima) etapa en la que tengas la capacidad de volar libre.

Cuando llegas a cierta edad, pueden ser los 50, pero también los 40 o los 30, deberías ser capaz de trabajar de «lo tuyo» sin necesidad de una red de seguridad.

Me dirás que no todo el mundo puede montar una línea aérea o una compañía de telecomunicaciones. Es cierto. Pero si has aprendido lo suficiente, podrás convertirte en asesor independiente, en experto en algún aspecto del negocio o en cualquier otra cosa en la que seas valioso simplemente por lo que tienes en tu cabeza, por lo que has ido acumulando en tu almacén mental.

Si todo lo que necesitas ya lo llevas «de serie», ¿Qué necesidad tienes de jubilarte cuando precisamente estás en el momento de tu vida en el que eres más valioso?

No es el momento de retirarse sino de mostrarse

Otro de los aspectos en los que veo más distancia con mis amigos es que ellos no necesitan mostrar lo que valen más allá de su entorno laboral más cercano.

Si vas por libre o quieres ser alguien independiente por si falla quién te paga la nómina o simplemente porque te apetece, deberás ir «marcando territorio». Eso implica mostrar tu trabajo, compartir tus ideas, ir dejando rastro, huella, precisamente cuando no lo necesitas. Se trata de ir acumulando «víveres» de reputación para cuando llegue el invierno laboral.

Si no quieres (o no puedes jubilarte), pero tienes una cierta seguridad laboral hoy, estás en una situación ideal, sin presión para ir posicionándote como alguien que domina un tema. Sin prisa, pero sin pausa, irás ocupando un lugar en la mente de quienes pueden necesitarte.

No me refiero sólo a Internet, sino a dar alguna charla «de lo tuyo» en donde te den un altavoz, a mantener contacto real y presencial con gente interesante o compartiendo tus ideas por todos los canales que se te ocurran. De ese modo, cuando tengas o quieras cambiar de estado, ya tendrás los deberes hechos. Incluso es posible que te surjan propuestas antes de lo que esperas.

Moldéalo a tu gusto

Una de las cosas en las que no envidio a mis amigos es en la capacidad de hacer y deshacer como me apetece.

Cada día se me ocurre algo nuevo. Encuentro formas distintas de hacer lo que me interesa. Añado y elimino cosas. Y así es muy difícil aburrirse.

Creo que se nos olvida que no somos un título, un cargo o unos años de experiencia. Somos mucho más. Si eres capaz de coger todo lo que vas aprendiendo, profesional o no y juegas un poco con todos esos ingredientes extra, pasión, experiencia, relaciones,… podrás crear algo valioso y único.

Lo de único no es una forma de hablar. Si creas algo con lo que tienes, será algo singular simplemente porque la combinación de elementos de cada persona es irrepetible.

Así que, además de aprender todo lo que puedas sobre «lo tuyo», tienes la posibilidad de añadirle uno o varios «toppings» que lo conviertan en algo diferente y útil.

Así que no, no tengo intención de jubilarme porque eso sería como decir que quiero dejar de aprender y de jugar con lo que me voy encontrando por ahí. Pero lo interesante es que eso suceda porque te apetece y no porque no te queda otra. Aunque seguramente siempre será una mezcla de ambas.





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