Mantenimiento. Después de los finales felices

Suelo decir aquí que me gustan las biografías y los documentales de personas que en algún momento generaron un impacto pequeño o grande, duradero o fugaz. En las últimas semanas he visto dos, uno sobre Björn Andrésen, el niño sueco que protagonizaba Muerte en Venecia y otro sobre el grupo noruego A-ha.

Lo interesante de las historias de estas personas es que son justo eso, historia y podemos ver lo que ha sucedido a lo largo de los años y las décadas y entender por qué evolucionaron de esa manera.

Es curioso que ambos documentales tienen protagonistas escandinavos y, aunque suene a tópico, solemos asociarlos a personalidades complejas, frías, incluso algo torturadas.

Andrésen, al que denominaron en su época, «el chico más bello del mundo», hoy es una mezcla de okupa e indigente que creo que tiene cierto rencor a todo lo que pasó cuando vivió sus momentos de gloria.

Los componentes de A-ha han tenido sus momentos buenos y otros no tanto, como cualquier grupo que ha sobrevivido durante décadas.

Por cierto, hay otro documental/miniserie sobre Locomía que nos pilla más cerca y que también tiene muchos elementos interesantes para entender la Estrategia Personal.

Pero lo que me interesa es lo que podríamos asociar con el MANTENIMIENTO si utilizamos la metáfora del YO S.L.

El peligro de los buenos tiempos

Creo que lo que caracteriza a muchas historias de gente que tuvo un momento de gloria importante muy pronto es que pocos saben manejarlo bien.

No hace falta recurrir a actores, músicos o deportistas para ver lo que ocurre cuando el éxito te llega pronto. Todos conocemos casos que prometían mucho en la facultad, al conseguir su primer empleo o al poner en marcha un negocio de juventud.

Yo mismo he visto de cerca como conseguir ciertas cosas que pueden parecer importantes te convierten en alguien conformista, te acomodas y llegas a pensar que eso seguirá así siempre.

No estoy defendiendo el sufrimiento sin más o que menosprecien tus logros sin ton ni son, pero creo que para gestionar el éxito, debes valorar el fracaso.


Tanto Andrésen como los componentes de A-ha triunfaron cuando eran unos críos, pero los noruegos arriesgaron, lo pasaron mal en sus primeros años tratando de tener éxito y creo que por eso superaron mejor los reveses.

Y es que hay una vida tras «fueron felices y comieron perdices». Una Estrategia Personal dura toda la vida y no puedes dormirte en los laureles.

Visión a largo plazo

Está claro que las personas y los grupos pasamos por etapas. Algunas fases pueden ser letales y ya no te levantas. En el caso del protagonista de Muerte en Venecia, parece que fue así. Hay que decir que aquel momento de éxito le pilló muy joven y estuvo mal aconsejado.

En el caso de A-ha, aunque hubo desencuentros en todos estos años, creo que consiguieron mantenerse juntos porque tenían una visión común de lo que querían.

Desgraciadamente, como profesionales no solemos plantearnos nada parecido a una visión. Nos vamos dejando llevar y, poco a poco nuestra Marca Personal se va adulterando con lo que otros deciden para nosotros.

Para no perderse, especialmente cuando las cosas van bien, hay que tener un faro o un destino más o menos perfilado para que los cantos de sirena no nos desvíen del rumbo.

Probar, perder y volver a probar

Aunque Andrésen hizo alguna cosa más en el cine, todo estaba relacionado con el papel que le dio su fama. Si añadimos que al crecer perdió aquello que le hizo interesante para aquella película, cuando se quiso dar cuenta, ya estaba fuera de juego.

Por lo que nos cuenta el documental, los músicos de A-ha no han parado de innovar desde que empezaron. De hecho cuentan que hasta llegar a la versión final de Take On Me, hicieron todo tipo de cambios durante meses. Sacaron discos que no gustaron a su público y experimentaron con lo que pudieron.

Creo que profesionalmente es muy fácil acomodarse incluso aunque no hayas logrado eso que llamamos éxito. Cuesta arriesgar, proponer algo nuevo o enfrentarse al poder. Pero sólo si lo haces podrás dejar huella.

Ya he hablado aquí en alguna ocasión de la necesidad de tener un área de mantenimiento en tu Estrategia YO S.L. porque lo que funcionó como la seda en su momento y en otras circunstancias puede acabar deteriorándose hasta llegar a ser irreconocible.

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