Contenidos. ¿Y si nadie te escucha?

Ya he comentado alguna vez que, desde hace algún tiempo percibo una lenta pero constante caída de las visitas a los blogs. Las razones pueden ser muchas, desde el consumo de otros canales más «fáciles» hasta la saturación de los contenidos.

Cuando yo puse en marcha este Blog en el año 2004 era mucho más sencillo que ahora conseguir visibilidad. La razón es muy sencilla, es que éramos muy pocos y muchos nos conocíamos. No existían las Redes Sociales como ahora y la posibilidad de utilizar los móviles para generar contenidos era inexistente.

Hoy, dospuntocerolandia no es muy distinto del mundo real en cuanto a interacciones. Lo positivo es que todo el mundo tiene acceso. Lo negativo es que todo el mundo tiene acceso. Y por lo tanto, para destacar hace falta algo más que crear contenido interesante (con la Inteligencia Artificial todavía se va a complicar más).

Muchos de mis alumnos más jóvenes consideran que es absurdo seguir escribiendo un blog o crear contenidos con «sustancia». Me dicen que es mejor estar en Instagram o TikTok. Creo que, como casi todo en esta vida, lo que se gana por un lado se pierde por otro. Y con eso que me plantean, quizás consigan un gran número de visualizaciones y de seguidores, pero a cambio, la calidad de estos será muchísimo menor que la del seguidor fiel de un blog, un podcast o un canal de vídeo.

Los tiempos del creador solitario capaz de sobresalir con un ordenador y sus ideas están acabando y estamos volviendo al mundo preinternet en el que quienes disponen de recursos (dinero, equipos, tiempo, relaciones,…) recuperarán esa influencia perdida durante estos años.

Dicho esto, ¿merece la pena seguir creando contenidos? La respuesta es si, sin duda.

Larga vida al contenido con sustancia

«Si un árbol cae en un bosque y nadie está cerca para oírlo, ¿hace algún sonido?» Ese planteamiento filosófico podría aplicarse a los contenidos. Si creas contenidos y nadie los lee, ¿hay algún efecto?

Por supuesto que lo hay.

En primer lugar la creación de contenidos tiene un efecto en la persona más importante, Tú. El hecho de establecer una disciplina y una rutina para compartir tus ideas en diferentes canales te obliga a estar pendiente, a ser más consciente de todo lo que te rodea porque esa es la materia prima con la que vas a crear tus historias y dar tus opiniones.

Vas a aprender, vas a mantener tu curiosidad, vas a darte cuenta que lo que tienes en tu cabeza cambia su sentido al plasmarlo en algún sitio («en mi cabeza sonaba fenomenal»). Y así es como se aprende en la vida. El feedback te lo vas a dar a ti mismo.

Pero además, los contenidos más «sólidos» compartidos en plataformas poco volátiles como un blog (que además es tuyo) van a tener una vida más larga. Posiblemente muchos de esos contenidos estarán en estado «suspendido» hasta que alguien los encuentre, pero no van a desaparecer como lágrimas en la lluvia como en otros canales en los que, además, estás de prestado.

Veinte mejor que Veinte mil

Esta semana me comentaba una asistente a uno de mis talleres que hace años que me sigue. Además, aunque ahora vive en España, empezó a hacerlo desde Perú.

Con frecuencia recibo comentarios en LinkedIn o en persona en los que me dicen que soy la primera persona a la que escucharon lo de la Marca Personal y otros temas y que me siguen desde entonces.

Este tipo de comentarios es difícil que se produzcan con la mayoría de las Redes Sociales o plataformas por varias razones. Una de ellas es que, si hablamos de años o de décadas, la mayoría de ellas habrán desaparecido. Otra puede ser que esos grandes números de seguidores de redes de imágenes y vídeos tienen como contrapartida que la fidelidad es menor o inexistente.

Por eso creo que los contenidos en los que se exige más al seguidor generan una conexión más fuerte entre el creador y quienes le siguen. Eso nos lleva a que las cifras pueden ser mucho menores, pero la relación es incomparablemente más sólida.

La suerte es para quienes se la trabajan

Podría empezar y no parar de contar cosas buenas que me han pasado gracias a este Blog y a otras actividades en el mundo real que requieren un sacrificio y que no generan un resultado positivo inmediato.

Publicar libros, ganar dinero con conferencias y talleres, establecer alianzas, muestras de cariño,… Son muchas las cosas que suceden cuando, a pesar de todo, sigues a pico y pala, semana tras semana, alimentando tus sitios. Y ninguna de ellas se produjo en el momento o en un plazo breve.

Podría pensar que ha sido suerte, pero es que esta sucede cuando lo tienes todo montado y en marcha desde hace tiempo. Esto es difícil de hacer entender a quienes buscan la gratificación inmediata o a quienes no ven una recompensa clara. Pero sucede.

Puede que nadie escuche el árbol cuando cae, pero alguien, en algún momento se cruzará con un tronco caído y le dará que pensar. Si no es hoy será dentro de una semana o diez años.

Mientras tanto, aquellos que abandonaron pronto o que ni siquiera empezaron, seguirán diciendo que lo tuyo ha sido suerte y que lo que cuentas no es tan fácil.





Compartir esta publicacion