Pasión. Necesaria pero no suficiente
Hay unos cuantos conceptos que se repiten con frecuencia cuando se habla de diseñar tu futuro profesional. «Persigue tus sueños», «haz lo que que apasiona», «convierte tu pasión en tu profesión».
Me temo que ese tipo de ideas surgieron en los felices 80 y 90. Eran años en los que el futuro parecía brillante y el mundo sería cada día mejor.
Persigue tus sueños… o no
Muchos libros de autoayuda, que tuvieron su Edad de Oro a finales del siglo pasado, se dedicaban a animarte a luchar por lo que querías. Gran parte de ellos se basaban en un patrón común. Autor norteamericano que tuvo una infancia miserable o pasó por unas circunstancias vitales infernales consigue tener éxito (normalmente relacionado con el dinero) y se empeña en convencerte de que tiene un método para que a ti también te ocurra todo lo bueno… y él o ella sigan ganando más pasta con ello.
Lo malo es que las circunstancias de un tipo de Maine o Wisconsin se parecen como un huevo a una castaña a las nuestras. Por otra parte, eso de asumir que la cadena de acontecimientos que les llevaron a conseguir lo que ellos consideran ÉXITO es irrepetible, incluso para ellos. Y normalmente se olvida que la historia la escriben los triunfadores, pero no se tiene en cuenta a todos aquellos, muchos más, que lo intentaron y no llegaron. Quizás de estos últimos aprenderíamos más de sus errores.
Pero como te digo, si hay un elemento común a toda esa literatura y esos profesionales de la motivación es lo que ellos consideran Pasión. Así que, si no triunfas, es porque no eres suficientemente apasionado o no crees con la fuerza necesaria. Es justo lo mismo que dicen los que tratan de convencerte de los fenómenos paranormales cuando tú no eres capaz de doblar una cuchara con la fuerza de la mente.
Puedes ser bueno haciendo algo que detestas
También existe una idea bastante generalizada de que no serás bueno haciendo algo si no te gusta y, por otro lado, que si te apasiona lo que haces, serás bueno en ello. Pero todos conocemos gente apasionada por cosas que vemos que se les escapan de sus cualidades y personas que no disfrutan o que incluso odian lo que hacen, pero que crean cosas increíbles.
Es como esa idea, también muy «New Age», que insiste en que los mejores directivos son los simpáticos, amables y empáticos. La verdad es que, como tantas otras ideas «bonitas» de las últimas décadas, se consideran como leyes inmutables simplemente porque pocos se atreven a enfrentarse a esa idea para que no les etiqueten de negativos los talibanes del positivismo.
Pasión, Propiedades, Producto
Para un Profesional Libre, la Pasión es sólo un elemento de la triada que te acerca a conseguir lo que quieres. Los otros dos elementos son las cualidades y la monetización, la demanda. Si falla uno de ellos, todo se cae.
Puedes tener pasión y cualidades, pero quizás lo que ofreces no le interesa a nadie.
Puedes tener pasión y demanda de tu oferta, pero puedes ser incapaz de crear algo que funcione
Puedes tener cualidades y demanda, y entonces posible que no funcionen tus ideas porque, ahora sí, no tengas interés suficiente en ellas.
Está claro que un Profesional Libre, o cualquier otro, pasará por momentos complicados, por épocas desmotivación o tendrá que hacer cosas que no le gustan en un proyecto, porque no hay proyectos en los que todo sea divertido. Por eso es importante elegir trabajos, proyectos o actividades relacionadas con lo que te gusta o interesa.
Sería del género tonto elegir algo que detestas cuando tienes la libertad para hacer lo que te apetezca.
Pero, igual que ocurre con muchos otros asuntos, cuando se habla de la importancia de la Pasión, poca gente puede decir qué es lo que realmente les vuelve locos. Ya sabes, aquello de ¿Qué te hace levantarte por la mañana? Así que, el siguiente paso, encontrar formas de convertirlo en algo rentable o monetizable, ni lo hablamos.
Creo que entramos en tiempos complicados. El primer cuarto de este siglo está siendo para olvidar. Me temo que todos estos asuntos «flower power» van a bajar unos cuantos niveles en la Pirámide de Maslow.
No digo que no debamos tener sueños, dedicarte a algo que disfrutes, es más, creo que hoy son más importantes que nunca. Lo que creo que no se puede hacer es convertirlos en la razón principal para tomar decisiones.
Si la Pasión se convierte en dogma, entonces puede llegar a paralizarte y, paradójicamente, acabar evitando que consigas «trabajos alimenticios» que, en el futuro te acerquen a dedicarte a eso que te apasiona.