Profesional. Volver a empezar

El próximo mes cumpliré veinte años como Profesional Libre.

Hasta aquel día del año 2004 en el que el Director General de mi empresa me dijo que teníamos que hablar, jamás se me pasó por la cabeza que no volvería a tener una nómina.

Pertenezco a una generación a la que se educó con la idea de que había que encontrar un buen empleo y estar bien «colocado» a los 40. Así que yo, con mis 37 recién cumplidos y con una hija que no llegaba a un año, me encontré con una situación nueva, inesperada y también se puede decir que apasionante.

No voy a idealizar el momento en el que te dicen que te quedas sin trabajo. Es una mierda. Al menos en los primeros días o semanas te quedas noqueado. Pero es una de esas situaciones en las que la vida te obliga a tomar decisiones y dar pasos que quizás nunca te habrías atrevido a dar si hubiese dependido sólo de ti.

Así que, aunque como digo, no es algo que sea precisamente agradable en ese momento, especialmente si tienes familia y obligaciones, se puede convertir en ese desencadenante de cosas que tenías almacenadas y deseando salir.

Evidentemente no es lo mismo quedarse sin curro a los 37 que a los 25 o a los 52. Cada situación tiene sus dificultades, pero también sus ventajas. Pero da lo mismo porque te toque cuando te toque, que te tocará, tendrás que apechugar.

Reinicia

Supongo que lo habitual es tratar de seguir o retomar la senda que empezaste hace años. En aquel momento yo llevaba 15 años trabajando para buenas empresas ocupando puestos de responsabilidad. Así que, lo «lógico» habría sido tratar de volver a situarme en el camino fijado.

Sin embargo, quizás te pase como a mi y hace tiempo que te diste cuenta que lo que haces no te convierte en una persona mejor. Que cada día llegas a casa más cabreado. Que apenas tienes ganas de nada. Que te desesperas pensando en que todavía te quedan 30 años haciendo lo mismo y con la amenaza del despido cada día más cerca.

Así que, ese momento de liberación, aunque lo hayan decidido otros, se convierte en una oportunidad de volver a empezar. Pero incluso en ese momento, vas a tener muchas presiones, especialmente de gente que te quiere, para que no hagas locuras y busques un «trabajo de verdad».


Ese momento pastilla azul, pastilla roja, va a definir tu vida.

Tu vida la decidiste a los 17

Suelo preguntar en mis cursos si dejarías que un adolescente de 16, 17 o 18 años decida tus próximos 20, 30 o 40 años de vida. Aunque hay muchas respuestas, la más frecuente es que no, que una persona a esa edad quizás no tiene una madurez suficiente.

Sin embargo, lo cierto es que, en la mayoría de los casos, ha sido un adolescente quien decidió nuestro futuro. Fuiste tú.

Quizás por falta de un propósito, por influencias de tus padres, por una visión romántica del mundo o por muchas otras razones, lo cierto es que estudiaste (o no) algo, cogiste un empleo, tomaste decisiones que un par de décadas después no sabes como te han llevado a donde estás.

Así que, ¿y si volvemos a tirar los dados, pero con más experiencia y sabiduría? Eso es lo que tuve la suerte de vivir hace 20 años. Pero como te digo, no porque lo eligiese yo, sino porque me vino dado.

Volver a empezar, pero sin presión

Siempre digo a mis alumnos que tienen un empleo que no hagan la locura de dejar un trabajo, si lo tienen, para empezar de cero. Es mejor empezar a crear Proyectos Paralelos y generar alternativas cuando tienes una red. Es más duro, si, pero te quita presión.

Suelo hablar de «trabajos alimenticios», esos que te permiten pagar facturas. Pero estos no deberían convertirse en una prisión sino en un trampolín. Dinero, contactos, aprendizaje,… todo eso te lo da un empleo (si lo tienes).

Lo importante es que no esperes a que ocurra una desgracia, a que te despidan, a que tus hijos o pareja no sepan quien eres porque apenas te ven, a perderte la vida mientras te ganas la vida.

Hoy es el día en el que puedes establecer una dirección para tu Estrategia Personal. Ni siquiera tiene que ser un objetivo perfectamente definido, basta con decidir un rumbo.

Hoy tienes medios, recursos y herramientas para abrir tus propios caminos. No esperes a que otros te reinicien, toma el control antes de que eso suceda.


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