Una marca con magia

Practicamente todas las semanas entro en una de las tiendas Imaginarium. Son esas pequeñas tiendas de juguetes que han proliferado por casi todas las áreas comerciales.
Normalmente soy muy crítico con las franquicias porque tengo la sensación que en su afán por establecer unos estándares idénticos eliminan todo el alma de los negocios y borran cualquier rastro de personalidad. Sin embargo, las tiendas imaginarium tienen magia. No hay más que entrar a cualquiera de ellas y ver como disfrutan nos crios. Aunque generalizar siempre es peligroso, tengo que reconocer que las personas que atienden las tiendas son tremendamente amables, pero no con la sonrisa fingida del manual de procedimientos, sino con una totalmente sincera.
El producto es excelente, original, llamativo, luminoso, lleno de color y con novedades constantes. Tienen precios muy competitivos.
Han creado una marca fuerte que va a quedar en la mente de toda una generación de niños y posiblemente también de padres.
Muchos juguetes los querría para mi.
A veces parece que ya está todo inventado y que es dificil dar una vuelta de tuerca a determinados negocios, pero aqui teneis un ejemplo genial en un sector con muchos problemas.
Frente a los grandes hipermercados del juguete que parecen museos en los que los lineales obscenamente abarrotados parece que te van a aplastar si te descuidas, este tipo de ideas proporcionan aire fresco y establecen un vínculo emocional que va a hacer leales a muchos consumidores futuros.





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