Lecciones Aprendidas I: Estamos Solos

Esta semana se cumplen dos años desde que empecé este proyecto que ya es una realidad. Cuando hace 24 meses me puse en marcha no tenía casi nada de lo que se supone que debe tener un negocio. Ni un plan, ni una empresa, ni un modelo, ni siquiera una idea concreta. Eso si, sabía que quería cambiar la forma de hacer las cosas en las empresas y encontrar alguna forma de que los profesionales, especialmente los de mi generación, fuesen valorados como se merecen.
Solo tenía algo así como una misión/visión (nunca he tenido demasiado clara la diferencia) y era:

1. Ganarme la vida.
2. Haciendo algo que me gustase/divirtiese.
3. Ayudando a los demás.

He cometido errores (muchos) y en determinados momentos he hecho críticas injustas e indiscriminadas por creer que tenía la razón. Sin embargo, no quiero disimular mis fallos, prefiero que las equivocaciones queden a la vista de todo el mundo para que otros no las cometan.

En este tiempo he aprendido muchas cosas. Pero ninguna de las importantes te las enseñan en la facultad ni en las escuelas de negocios.

A pesar de las dificultades, no me arrepiento de nada, aunque con lo que ahora conozco, podría haber reducido mucho el tiempo de desarrollo.

En los próximos días quiero compartir algunas de mis experiencias. Son muy personales y quizás no esté todo el mundo de acuerdo, pero si pueden ser útiles a otros emprendedores y rebajar la energía de activación, estaré satisfecho.

La primera de ellas es que estamos más solos que la una. Dicen que nacemos desnudos, ensangrentados, llorando y solos y que a partir de ahí la cosa empeora. Esa es una gran verdad. A lo largo de nuestra vida y de nuestros proyectos nos cruzaremos con mucha gente. Tendremos parejas, amigos, socios, jefes, hijos,… Pero a la hora de la verdad, las decisiones las tienes que tomar TÚ.


Mira más allá. No te dejes llevar por las circunstancias simplemente porque en este momento tu situación es cómoda. Las cosas pueden cambiar y aunque no lo hagan, siempre puedes sacar más partido a tu vida.

No te dejes llevar por los consejos bienintencionados de los amigos y parientes, porque nunca sabrán lo que tienes dentro de tu cabezota y por lo tanto sus consejos solo serían válidos para ellos mismos. Si lo haces, podrás sentirte bien durante un tiempo, pero a la larga te darás cuenta de que estás viviendo la vida de otros, no la tuya.

No me cansaré de insistir en que lo principal para crear una marca, una empresa, una familia o para tomar cualquier decisión importante, tienes que tener muy claro tu objetivo y no desviarte de él. A partir de ahí todo será mucho más facil. Los objetivos de los demás son suyos y no tuyos.

Es posible que para conseguir lo que quieres tengas que prescindir de muchas cosas o desligarte de quienes no te aportan nada (un lastre), incluso de la gente más cercana. Evidentemente es duro, pero si no lo haces siempre serás un satélite o un planeta, pero nunca una estrella. Deja de girar alrededor de otros.

Podemos pasarnos horas, días y semanas quejándonos del gobierno, de la empresa, de los compañeros o de la pareja, pero al final la responsabilidad de tus decisiones es solo tuya. Si algo no te gusta, tienes muchas opciones a tu alcance. Si ganas poco, tu jefe es un imbecil o te aburre tu vida, la única persona que puede hacer algo y tiene todos los datos en su Sistema Operativo Personal, eres TÚ.

Me cuesta mucho decir que NO. Suelo ser una persona facil de convencer porque creo en la bondad de la gente, pero desde hace algunos meses, he decidido que las riendas las llevo yo y al que no le guste que se aparte.

Esto no significa que haya que ser egoista, pero eso es algo de lo que hablaré en otra lección aprendida.


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