Burger Kings y McPrincesas. La McDonalización de las monarquías

Hay momentos en los que al pasear por una ciudad es divertido encontrar mensajes revolucionarios «ocultos». Uno de ellos es este que vi un poco antes de ir al último B&B; y que me da pie para hablar de la relevancia en una marca «REAL-virtual».

Pero antes debo explicar las tres etapas para desarrollar una Marca Personal:

Producto: ¡¡¡OJO, Nosotros no somos productos!!! Es aquello que somos capaces de hacer. Lo que nos hace útiles porque sirve para satisfacer las necesidades de otros. Lo que nos hace relevantes. Pueden ser nuestros estudios, experiencia, facilidad para hacer chistes o la habilidad para resolver un problema con el Word. Es lo que ponemos en el CV. Pero como dice mi amigo y colega Tomás Marcos, lo más importante del CV es lo que NO se pone. Es una condición necesaria pero no suficiente para una marca. Es el agua, el anhídrido carbónico y el jarabe que se le pone a la Coca Cola, pero eso en realidad solo vale unos céntimos.

Marca: Es lo que realmente nos da valor. Se trata de los intangibles, lo que nos hace diferentes, creibles y nos posiciona en la mente de otros. No suelen ser nuestras «especificaciones de producto». Por eso, en el mercado laboral actual repleto de «Productos Idénticos» es necesario crear una Marca Personal.

Marketing: Por último, es necesario saber donde está nuestro mercado, quien puede necesitarnos, quien va a competir con nosotros (Si, competir, ¿es que todavía vivimos en Barrio Sésamo?) y de que forma vamos a llegar a él.

Muy bien. ¿Y si ahora aplicásemos estas etapas a ciertas instituciones innombrables?

McRoyal, King Size, Big King, Fun King… ¿No da la sensación de que hay un intercambio extraño entre el mundo del Fast Food y el de las monarquías europeas? ¿No se está produciendo la McDonalización de las monarquías y viceversa? ¿Que ocurre cuando llegan los Burger Reyes y las McPrincesas? Pero vamos por partes:


Relevancia: ¿Hasta que punto son importantes hoy en día estas instituciones? ¿Que necesidades reales (y nunca mejor dicho) satisfacen? ¿Cual es su producto? En algún momento de la historia fueron como restaurantes de lujo, exclusivos, reservados a unos pocos y con pompa y glamour que impresionaban al pueblo. Satisfacían ciertas necesidades «alimenticias» (seguridad, unidad, liderazgo,…) pero con el tiempo han ido degradándose hasta convertirse en Fast Food que por lo general proporcionan productos dietéticamente poco saludables.

Imagen de marca: En determinados momentos de la historia los antepasados de las monarquías actuales hicieron algo (terrible o estupendo), tuvieron «un producto» que se transformó en una marca con logos (coronas, escudos de armas), se utilizaron las herramientas publicitarias multimedia de la época (ceremonias, grandes fastos, fuegos artificiales, batallas espectaculares…). Pero parece que las coronaciones se han quedado solo para los concursos de Miss Universo.

Y entonces con los nuevos tiempos parece que trataron de realizar un proceso parecido al de NIKE o Coca Cola. Ya no son fabricantes, ya no producen directamente, son solo símbolos.
Las empresas gestionan Marcas que tienen detrás un producto. Las monarquías gestionan marcas que tienen detras… ¿?.
En un caso se trata de empresas privadas que mantienen una estructura. Y en el otro, la estructura la mantienen los ciudadanos. Y el organigrama va creciendo y creciendo…

Mientras las multinacionales invierten en mantener esas marcas. Las monarquías se dedican a destruirlas. Están acabando con los símbolos. No se dan cuenta de que son como ninots de una falla. Muy coloristas y atractivos por fuera, pero huecos por dentro. Y eso es lo peor que le puede ocurrir a una marca, que se trate solo de una imagen, de algo virtual pero que no tenga ninguna utilidad. Y cuando acaben con la fachada, se verá que es solo un decorado.

Evidentemente, un símbolo por si solo no tiene sentido pero hasta ahora les ha dado resultado. ¿No es ciertamente suicida por su parte acabar con lo poco que les queda?

Si los rituales (campañas de marketing e imagen) como coronaciones, ceremonias pomposas y grandes fastos son anacrónicos y su relevancia es mínima (salvo para la bodas, bautizos, funerales, entrega de premios, discursos de fin de año y regatas veraniegas) ¿Como se puede mantener una marca así? Esto no lo soluciona ni Paco Barranco.

Espero que este comentario no me cueste un disgusto.





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