Marca Personal – Crédito Personal

Uno de los ejemplos que más utilizan mis maestros de Personal Branding es el del crédito.

Siempre digo que la construcción de una Marca Personal requiere sobre todo tiempo y paciencia. Porque para que sea sólida debe crearse con la suma de impresiones repetidas y consistentes en quienes la rodean. Y cada vez que hay un contacto, cuenta.

Sería algo equivalente a una cuenta en un banco. Si la impresión que causas en los demás es consistente, va aumentando tu crédito. Si en algún momento haces algo incoherente con tu marca pero tienes crédito, no pasa nada. Pero si apenas te conocen y ya estás actuando de forma poco predecible, entras en números rojos.

Porque las marcas (comerciales o personales) implican garantía, seguridad, confianza en que las cosas ocurren de una determinada manera. Eliminan la incertidumbre y eso es bueno porque a las personas no suelen gustarnos determinadas sorpresas.

Cuando a una persona se le asocian frases como estas,

«Llama a Rosa que suele dar muy buenos consejos»
«Mi papá siempre está conmigo cuando quiero jugar»
«Alberto es un fiera con el Excel, dale un toque, seguro que sabe lo que hay que hacer»
«Prefiero comprar a Inés porque nunca nos ha fallado, aunque sea más cara»

es que se ha posicionado correctamente en la mente de los que forman su «mercado» (familia, amigos, trabajo,…) y eso le convierte en una persona con marca. Aunque ni siquiera lo sepa.

Pues bien, esto es importante para un profesional que quiere conseguir una progresión importante en su carrera, pero es vital para un emprendedor que no tiene recursos económicos. Para un empresario cuyo único capital es una buena idea y muchas ganas de sacarla adelante.


El emprendedor se está jugando su crédito, su reputación. Está poniendo sobre la mesa algo mucho más importante que un puñado de billetes, está poniendo como aval su propia credibilidad. Y solo tiene algo que le respalda, su reputación, su Marca Personal. A si mismo.

Cuanto mayor sea la credibilidad acumulada en su Banco de Confianza, mayor será la posibilidad de obtener el resto de los recursos, financiación, un proyecto, un ascenso, la dirección de un equipo,…

Pero el emprendedor no solo se juega su crédito con clientes, bancos o inversores. También se la juega con personas más cercanas y que van a apostar por él. Se trata de su familia y de su entorno más cercano. Si tiene una Marca Personal fuerte, conseguirán que le respalden e inviertan en él.

Y su inversión será de tiempo, aguante, eliminación de «caprichos», no poder leer un cuento a su hija antes de dormir o cualquier otra cosa que suponga una reducción de su calidad de vida.

Y todo esto ¿porqué? Pues porque confían en la persona, porque creen en lo que dice, porque están casi convencidos de que este loco va a cumplir con lo que promete, porque siempre ha actuado así. Porque a lo largo de su vida ha ido subiendo los peldaños de la credibilidad. Porque tiene una Marca Personal fiable.

Por eso también es importante el Personal Branding.

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