Personal Branding y Teletrabajo

Hace algún tiempo que palabras como teletrabajo o teletransporte me recuerdan a las series de los 70 y 80. Son conceptos que suenan antiguos, rancios, analógicos, como de esos libros que predecían que en el año 2000 viajaríamos en coches voladores y llevaríamos monos con hombreras de plexiglas.

Los listos de siempre hablaban de los peligros de la desconexión del «teletrabajador», de los problemas mentales que se producirían al estar aislado.

Como decía Mr. Scrooge, ¡Paparruchas! (otra palabra anticuada). Son las típicas gilipolleces que se les ocurren a los teóricos de RRHH y de la gestión organizacional. En lugar de abrir los ojos y ver el mundo real, se ponen a fantasear con sus miedos y sus neuras.

Esta semana leía en un periódico gratuito que se habían disparado las altas de profesionales autónomos. Supongo que muchos por necesidad y otros porque están hartos de ser engranajes.
Seguramente muchos de ellos tendrán como herramienta principal de trabajo un ordenador portatil. ¿Son teletrabajadores según la concepción casposa de los funcionarios del Ministerio de trabajo y de la intelectualidad organizacional? La verdad es que me la trae muy floja.

Yo solo se que digan lo que digan los estúpidos informes, yo me siento más conectado que nunca. En todos los sentidos.

  1. Tengo cerca a mi familia (ayer dormía mi hija a menos de un metro de mi mientras escribía un artículo).
  2. Se lo que hacen mis colegas de verdad, no los que me impone un cubículo, en todo momento.
  3. Esta semana hablaba con un amigo en Ibiza al que conocí hace poco porque escribió un artículo sobre mi trabajo y empezamos a charlar por Skype.
  4. Desde Guatemala me pedían un curso a distancia.
  5. Mi despacho es el Mundo (eso si, es preferible que haya wifi cerca). Hace unos dias circulaba un meme en el que se pedía una foto con la imagen de lo que se ve desde el trabajo. Aquí está la mía, bueno una de ellas.

  6. Escucho música, voy a andar, navego por internet, me preparo un aperitivo, facturo, preparo los cursos y asesoramientos, me levanto cuando quiero (normalmente muy pronto) o me tumbo a descansar cuando me apetece (casi nunca). Y nadie me dice nada. Soy mi propio jefe.
  7. Como o me tomo un café con clientes y amigos o voy a ver y a que me vean colegas a eventos que realmente me interesan.

Francamente, ¿Quién está más aislado y neurótico? ¿Un TELEtrabajador o alguien que se pasa el día en el cubículo y solo se relaciona con los que se toman un café o se fuman un cigarrito?

Quién tiene más posibilidad de construir su Marca Personal ¿El que gestiona sus relaciones y comunicaciones o aquel al que le vienen impuestas y son cuasiinflexibles?

Posiblemente el problema esté en el Teletrabajador por cuenta ajena, aquel que tiene lo peor de ambos mundos.

Señores profetas de las organizaciones y máquinas de hacer informes basura, menos samba y más trabajar. A ver si empiezan a hacer algo útil.





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