Imágenes cotidianas: Las cosas claras

Una de las cosas más difíciles a las que se enfrentan mis clientes es la de responder a esta pregunta:

¿Que puedo ofrecer yo por lo que merezca la pena pagar?

Esa misma pregunta, planteada desde el punto de vista del cliente sería algo así:

Con lo que te voy a pagar ¿Que voy a conseguir?

No se porqué pero la mayoría de las veces empezamos a divagar, a hablar más de la cuenta, a decir cosas que suenan bien pero que no satisfacen ninguna necesidad. La clave es encontrar lo que los marquetinianos denominan BSP, Beneficio Singular Percibido. Es decir, aquello que va a hacer a nuestros clientes, más ricos, más altos, más guapos, más rápidos, menos vulnerables, más eficaces,…


Hace unos días vi este escaparate de un local de cuidados personales con mucho glamour, diseño y una cortina de agua que quedaba muy bien. Sin embargo, habían puesto con letras gordas y un poco cutres, un anuncio más cutre aún para el estilo del establecimiento. ¿QUIERES DEJAR DE RONCAR?

Podrá parecer poco digno, alejado del posicionamiento del local. Pero es eficaz porque satisface una necesidad clara, ofrece un valor tangible, es un mensaje claro.

Parece que las necesidades más básicas, las primarias, las del subsuelo de la Pirámide de Maslow no necesitan demasiadas sutilezas. Necesidad y Satisfacción de Necesidad, sin complicaciones. Lo saben muy bien quienes redactan los anuncios de contactos en la prensa.

Sin embargo, desgraciadamente los proveedores y proveedoras de esos servicios no han aprendido a descubrir sus fortalezas ni saben como venderlas, por eso tienen que venderse ellos y ellas mismas. Como digo muchas veces la venta de uno mismo, no es Marca Personal. Y aunque en este momento puedas estar asintiendo con cara de pena y pensando en esas pobres personas, quizás deberías preguntarte hasta que punto no TE ESTÁS VENDIENDO tu tambien en ese empleo tan digno que tienes.





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