Bucles infinitos y onanismo interior
Termina un mes importante para mí porque he podido explicar y enseñar mi modelo de Personal Branding a grupos diversos en sitios y situaciones diferentes y apenas he podido escribir con calma.
Una idea recurrente en estas semanas ha sido la siguiente: «Reflexionar sobre uno mismo está sobrevalorado». No quiero decir con esto que no haya que sentarse a pensar y reflexionar. Lo que creo es que este sistema es poco eficaz para cambiar las cosas. Lo que realmente hace conocerse a si mismo es la ACCIÓN, la PRÁCTICA, la EJECUCIÓN de las ideas, la PRUEBA y ERROR.
He conocido a muchas personas (incluido yo mismo) que en un momento de su vida han decidido tomarse un tiempo para reflexionar y planificar lo que quieren hacer a partir de ese momento.
Lo que he comprobado es que una vez transcurrido ese tiempo (y a veces es muy largo) apenas se ha avanzado nada. Y todavía ocurre algo peor, que cuando deciden poner en marcha esa estrategia, pronto descubren que no tiene nada que ver con la realidad. Algún general decía que ningún plan resiste los primeros minutos de la batalla. Y tiene toda la razón.
Creo que el onanismo mental puede ser tan placentero pero tan poco práctico como el manual. No se si este último te dejará ciego, pero creo que el primero te impide ver más allá de tus narices.
Podemos fantasear (visualizar dicen algunos) sobre nuestra forma de actuar en situaciones hipotéticas, pero solo sabremos como somos cuando nos enfrentamos a la realidad.
Digo esto porque creo que muchos modelos de desarrollo personal y profesional se obsesionan con trabajar con «EL INTERIOR» y ahí dentro se quedan. En mi opinión muchas de estas prácticas no son más que juegos de salón, trucos mentales y prestidigitación psicológica (¿para-psicológica?).
Creo que si queremos posicionarnos en el mercado, si queremos desarrollar una Marca Personal fuerte hay que dedicar un tiempo a pensar y planificar, pero hemos de tirarnos a la piscina lo antes posible. La mejor forma de conocernos (y de que nos conozcan) es mediante lo que en matemáticas se denomina iteraciones. Planificas, actúas, revisas, corriges y vuelves al principio. Lo que no podemos hacer es quedarnos atrapados en el bucle sin salida del autoconocimiento.
En mis cursos suelo hacer ejercicios en los que contrasto la visión de la Marca Personal de los asistentes con la de su «mercado». Es en esos momentos de «investigación de mercados» personal en los que muchos se dan cuenta de que la visión que tienen de ellos mismos no tiene nada que ver con la que perciben los demás.
Ese tipo de ejercicios da miedo, aunque nunca es tan terrible como pensamos, pero me demuestra que solo cuando nos ponemos a prueba, cuando nos atrevemos a ponernos en EL MERCADO llegamos a saber realmente quienes somos y hasta donde podemos llegar.
Quizás también por eso los emprendedores se conocen bien a si mismos. No porque hayan dedicado demasiado tiempo a hacerse pajas mentales sobre si mismos sino porque han puesto a prueba «su producto» y lo han adaptado en consecuencia.