Lecciones Aprendidas XIX: Mea Culpa y Goodwill
Quienes sigais este blog o hayais asistido a alguno de mis cursos o conferencias, habréis notado que soy un cascarrabias. Suelo ser bastante crítico por no decir criticón. Y con alguna frecuencia me dicen que tiendo a ver el lado negativo de las cosas.
Por otra parte, creo que la blogosfera y el periodismo de los últimos tiempos dedican una parte muy importante de su tiempo y sus espacios a encontrar culpables de todo lo habido y por haber. De pronto, cualquier mínimo (o máximo) incidente se convierte en una excusa para encontrar una cabeza de turco o alguien a quien echar la culpa (pilotos, jueces, los americanos,…). Sin embargo, creo que muy pocos aportan soluciones.
Por experiencia se que es muy facil y hasta divertido coger a alguien o algo y ponerle a parir. Puede ser hasta desternillante si lo haces bien y siempre vas a encontrar a otros que te den la razón y asientan empáticamente con la cabeza. En realidad la filosofía de programas como El Club de la Comedia o Cámara Café se basan en eso, en coger un tema y encontrar todo lo negativo y exagerarlo para provocar la risa.
La blogosfera lo pone muy facil porque desde la tranquilidad de tu teclado puedes dedicarte a machacar a cualquiera a quien solo conoces por lo que alguien dice que alguien intuye de esa persona y te quedas tan pancho.
En los últimos tiempos me están ocurriendo cosas que me demuestran que la actitud contraria es mucho más satisfactoria e incluso rentable emocional y económicamente.
Lo curioso es que Peter Montoya, uno de los «padres» de la Marca Personal dedica una de sus ocho leyes a hablar de lo que el denomina GOODWILL. Frente a otras leyes como la diferenciación, la especialización o la visibilidad, siempre la había considerado como una «maría», como la gimnasia en el cole. Pero ahora entiendo realmente su sentido.
Todavía no he conseguido encontrar una traducción adecuada a Goodwill, pero podría ser equivalente a Actitud Positiva, «buen rollito», Optimismo,…
En realidad tiene razón, creo que quienes tienen una Marca Personal fuerte y apreciada se caracterizan por ver el lado positivo de las cosas, por ver oportunidades en cada problema, por animar a otros. Creo que estamos hartos de cenizos que se pasan el día criticandolo todo e intoxicando el ambiente. Eso ocurre desde la charla de cafetería hasta las cumbres del G-8.
Montoya también advierte que esta ley de Branding Personal puede correr el riesgo del buenismo o de la hipocresía. Negar la realidad y no advertir de los problemas puede ser un peligro.
Por último, también reconoce que incluso una actitud negativa puede llegar a ser útil para crear una Marca Personal. Encontrar culpables en lugar de aportar soluciones es algo que excita nuestro lado oscuro. Desgraciadamente la clase política lleva años comportándose así. Eso lo han utilizado bien desde los dictadores de todos los tiempos hasta los tertulianos radiofónicos o algunos jurados de realities televisivos.
Por lo tanto, si quieres ser percibido como un profesional valioso y apreciado, trata de aportar soluciones, de animar en lugar de deprimir, de no atacar a diestro y siniestro. Quienes sacan a las familias, empresas y naciones adelante son quienes aportan valor, quienes construyen en lugar de atacar al contrario. Se trata de tener Marca Personal y de dejar tu Marca Personal.