Mitos de Marca Personal III: El logo

Hace ya bastantes años, surgió un cantante de mucho éxito y dicen que bastante talento. En ocasiones se le presentaba como la versión «dura» de Michael Jackson (también podría decirse versión «oscura» por varias razones, unas más obvias que otras). Además de algunas buenas canciones, este artista hizo alguna película. Se llamaba Prince Rogers Nelson.

Todo iba muy bien hasta que al tío no se le ocurre otra cosa que sustituir su nombre artístico por un logo extraño. Desde entonces cuando se hablaba de él, había que utilizar expresiones como «El artista anteriormente conocido como Prince» y similares. Y claro, eso cansa.

Cuando algunos potenciales clientes se ponen en contacto conmigo, una de las cosas que creen, además de otras cuestiones relacionadas con la imagen, es que lo primero que deben tener es un logo. Cuando eso ocurre, me doy cuenta de la poca cultura de marca que existe en este país.

Aquí se ha llegado a asociar logo con marca y no es así, no es así. Una imagen, un símbolo gráfico solo es una representación de algo mucho más importante. Una marca, personal o comercial, puede existir sin tener un logo, pero un logo no puede existir si no tiene algo muy potente que lo sostenga.

No digo que no tengas un logo (en el sentido de símbolo gráfico) si, como en mi caso, tienes las ideas claras y un amiguete que te lo haga gratis en un ratillo. Pero no le veo mucho sentido cuando se trata de Marcas Personales.

Emilio Botin, Steve Jobs, Bill Gates, Amancio Ortega, Florentino Pérez, Pau Gasol, Nadal, cantantes, empresarios,… Ninguno tiene un logo personal. Ni puñetera falta que hace. Su trabajo habla por ellos (para bien o para mal) y no necesitan un simbolito que lo sostenga. Curiosamente son los políticos con menos ideas y capacidad quienes más se han esforzado en utilizar el logo (y los eslóganes) como herramienta de marketing.


Hasta luego logo. Hay millones de logos. Muy pocos se recuerdan. Incluso los más conocidos apenas se asocian con la empresa que tienen detrás. Si te ponen unos cuantos logos delante y no te dicen a quién pertenecen, ¿Serías capaz de identificarlos?

El nombre es más importante que el logo. Los logos más importantes y más conocidos, suelen contener el nombre, CocaCola, IBM, Zara, El Corte Inglés, Microsoft, Repsol, Amazon, Google,… Siempre he dicho que tu Marca Personal eres tú y tu «producto» es lo que haces. Por eso es fundamental que utilices tu nombre como logo y como presentación ya que tú eres la única barrera de entrada que nadie podrá superar jamás.

Una palabra vale más que mil imágenes. A pesar de lo que pensamos, el ser humano es más verbal que visual, por lo tanto es más lógico reforzar las palabras en lugar de los iconos. Las imágenes solas no tienen ningún sentido, mientras que un nombre de persona o concepto nos acerca más a la comprensión. Si una de esas palabras es el atributo que nos hace destacar, estaremos más cerca de nuestro posicionamiento deseado. Los logos que mejor se recuerdan son aquellos que tienen el nombre de la empresa o persona con el que se asocian.

Marca el territorio con tu nombre. Hace años empezaron a surgir los primeros graffitis en Madrid. A diferencia de los símbolos raros que los grafiteros hacen ahora, los pioneros firmaban con un nombre «artístico» (Muelle o Bleck La Rata) y a pesar del tiempo, se siguen recordando. Utiliza tu nombre. Es lo más valioso que tienes. Ponlo en todo lo que hagas (mira mis vídeos, el encabezado de este blog, la frase que aparece en el buscador,… todo tiene mi nombre). Con el tiempo otros podrán copiar tu trabajo, utilizar tus ideas, hasta imitar tu logo, pero no podrán utilizar tu nombre.

No te olvides que el objetivo del branding en general y el Branding Personal en particular es que te elijan. Si no pueden describirte, recomendarte o presentarte con una palabra estarás diluyendo tus oportunidades. Piénsalo, ¿De verdad quieres invertir tu tiempo y dinero en crear un logo personal?





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