Esto no es un concurso de preguntas y respuestas… creo
Ya lo se. Acepto que muchas de las cosas que escribo van contra la linea de flotación de lo que predico. Pero es que no me parece lógico sostener ciertos argumentos solo porque «molen».
Uno de los tópicos más repetidos en relación al Branding Personal es que debemos pensar como empresas porque tenemos los medios a nuestro alcance… ¡Y una mierda!
Una cosa es que la tecnología nos permita hacer cosas que antes necesitaban a un equipo y otra es que una persona pueda hacer todo lo que necesita un equipo.
Vale, es posible que podamos crear documentos muy chulos, hacer videos que va a ver mucha gente, incluso hacer negocios o facturar por La Red. Pero un profesional no puede hacerlo todo.
Dicen que dospuntocerolandia es perfecta para que las empresas puedan conversar con sus clientes. Supongo que eso es ideal para organizaciones que tienen un equipo que pueda seguir y gestionar esas conversaciones online. El problema es que ese tipo de dialogo tan estupendo es imposible de llevar para un profesional que solo dispone de dos manos y 24 horas.
Ya he dicho muchas veces que yo soy unopuntoceroamuchahonra y creo que voy a serlo más. Creo que no se me dan mal las relaciones personales cara a cara pero cada día me cuestan más las conversaciones virtuales con gente de la que solo conozco su perfil en Twitter.
Para mí (ojo, para mí), Twitter, Facebook o el Blog no son consultorios, ni lugares en los que vaya a dar consejos privados. Es un escaparate en el que voy contando cosas que espero que sean interesantes y útiles. Esto suena fatal en un entorno como este, pero que quieres que te diga…
Mucha gente me escribe agradeciéndome algún post o explicándome como lo que he escrito le ha motivado para hacer algo. Pero yo no tengo tiempo ni ganas de estar todo el día delante de una pantalla manteniendo una conversación. Ni me gusta, ni me apetece, ni me parece sano.
Cuando puedo, cuando mi familia no me reclama o cuando no llego agotado a casa o cuando no tengo que preparar una propuesta o preparar facturas o…, intento contestar algún comentario en el blog o dar alguna respuesta en Twitter, pero no doy para más.
Algunas veces me da rabia no poder hacerlo más porque me escribe gente a la que aprecio y a la que conozco personalmente o con la que mantengo un contacto (email o teléfono) desde hace años.
Quizás algún día pueda tener un equipo de gente que me haga todo lo que no es mi «core business». Pero mientras tanto soy el puto hombre orquesta y mi prioridad no es la de convertir mi vida en una especie de concurso de la tele en la que si no contesto preguntas me descalifican. Al menos en la tele, si aciertas, tienes premio.
Hay muchas cosas que leer, muchas películas que ver, muchos amaneceres que contemplar, muchas caricias que dar, muchas conversaciones que mantener en una mesa de café… No me quiero perder todo eso solo porque alguien se pueda ofender si no se le contesta en 140 caracteres.
Alguien me comentó que la mayor parte de la gente que está en Redes Sociales tiene menos de treintaycinco años. Quizás cuando pasas los cuarenta empiezas a darte cuenta de el tiempo pasa demasiado deprisa como para no dedicar tu tiempo a las relaciones que realmente te hacen sentir vivo. Creo que son esas personas las verdaderas destinatarias de tu Marca Personal.
Y si alguien, que cree que te conoce tras haber leído unas cuantas frases tuyas en Twitter, se siente ofendido y se cree con el derecho a juzgarte solo porque no le contestes, quizás debería hacerselo mirar o trabajar como profesional independiente durante unos cuantos meses. A lo mejor, ponerse en el lugar de otro, le ayudaría a entender algunas cosas.
NOTA: Este post lo he escrito a las 18:03 del 5 de Agosto. Así que si escribes un comentario cuando se publique a las 7:00 del día siguiente, no te ofendas si no te contesto. Estaré en la orilla del mar viendo amanecer.