¿Cómo gestionas tu proyecto profesional?

Desde que empecé a trabajar con el concepto de Marca Personal casi siempre me han invitado a participar en eventos relacionados con el marketing o con la gestión de personas. Sin embargo, siempre he pensado que mi modelo está más relacionado con materias más técnicas, concretas y objetivas.

Supongo que dentro de mi sigue habiendo un científico y trato de hacer todo lo posible para crear procedimientos y protocolos incluso con las materias más subjetivas. Por eso, cuando hace unas semanas me propusieron participar en el 6º Congreso de Dirección de Proyectos, pensé que sería una oportunidad interesante para compartir mis ideas con profesionales acostumbrados a gestionar la incertidumbre.

¿Cuantas veces hemos escuchado eso de «proyecto de vida» o «proyecto profesional»? Seguramente muchas. Pero también es muy probable que muy pocos sepan que un proyecto tiene una metodología muy estudiada, probada y desarrollada que puede aplicarse a muchas situaciones… incluida nuestra vida o nuestra profesión.

La finalidad de un proyecto es convertir algo difuso en algo concreto, fácilmente identificable y que esté bajo control. Consiste en crear y seguir un método racional y objetivo para obtener un resultado deseado.

La metodología de gestión de proyectos alcanza su mayoría de edad con los grandes hitos de la ingeniería del siglo pasado. Poner un hombre en la luna o crear el Boeing 747 implicaba la gestión de infinidad de recursos, tiempos y riesgos para conseguir un objetivo nunca alcanzado.


Pero en realidad, la metodología de proyectos puede aplicarse a cualquier situación nueva en la que intervengan variables y recursos. Nuestra profesión y nuestro posicionamiento pueden ser un ejemplo.

Creo que considerar que el Branding Personal tiene más de arte que de ciencia es una forma de pensar perezosa y poco eficaz. En realidad, un profesional que quiera dejar una Marca Personal profunda debería pensar como un ingeniero del proyecto Apollo. La principal diferencia es que en lugar de dejar una bandera norteamericana en la superficie lunar, va a dejar una huella en la mente de otras personas.

Un proyecto de Branding Personal se compone de elementos típicos de la gestión de proyectos. Aquí no hay espacio para hacer un desarrollo completo de la aplicación de la gestión de Proyectos a la Marca Personal pero bastaría con ver algunos elementos para entender el paralelismo.

  • Objetivos. La finalidad de un proyecto es alcanzar unas metas. Si se carece de un destino, todo lo demás va a ser una pérdida de recursos y energía. Por lo tanto, un profesional debe tener claro en primer lugar el sitio al que se dirige.
  • Entregable. La mayoría de tus proyectos tiene algo tangible que entregar como resultado del proceso. En el caso del Branding Personal yo considero que el entregable es nuestro trabajo, es aquello que hacemos para obtener recursos que nos acerquen al objetivo.
  • Recursos. Tiempo, personas, dinero, conocimientos,… Los recursos que podemos necesitar para desarrollar el proyecto son múltiples. Pero siempre vamos a necesitar recursos. Cuando alguien quiere posicionarse como un experto, conseguir un ascenso o un contrato, debe saber como combinar los recursos a su alcance para multiplicar las posibilidades de éxito.
  • Clientes. Los proyectos suelen tener un destinatario, alguien que espera resultados de nuestro esfuerzo. Las Marcas Personales no tienen sentido si no tienen «clientes», si no hay alguien que se beneficie de lo que hacemos. Por eso es muy importante tener claro con quién «nos la estamos jugando».
  • Riesgos. La «carrera profesional» hace tiempo que dejó de existir. Ahora no podemos esperar que nuestra vida laboral siga una trayectoria prefijada y determinada y menos si son otros quienes lo deciden. Ahora nos movemos en un entorno volatil y lleno de riesgos que debemos prever y gestionar. Eso no es malo, solo lo hace más estimulante.
  • Limitaciones. Todo proyecto tiene ciertos límites que hay que tener en cuenta. Un proyecto personal o profesional también se mueve entre ciertas líneas, principios o valores que no se pueden o se deben saltar. No tener en cuenta este factor puede generar desconfianza en la Marca Personal.
  • Hitos. No puede hacerse todo a la vez. Hay que ir «quemando» etapas para alcanzar el objetivo. Tampoco puede centrarse todo en un solo aspecto. No tiene sentido dedicar el 90% del tiempo a generar visibilidad en La Red y descuidar otras fases del proyecto
  • Planificación. Todo esto tiene que seguir un orden. Hay cosas que deben ejecutarse antes de pasar a la siguiente. Por ejemplo, no es posible crear un blog potente si antes no se ha hecho un trabajo serio de definición de la «oferta profesional».
  • Ejecución. Antes o después hay que salir al ruedo, tirarse a la piscina. Si no ponemos en práctica todo lo anterior, solo habremos perdido el tiempo.

Estos son solo algunos elementos explicados de forma muy simple (incluso simplista) de la Gestión de Proyectos aplicada al Branding Personal. Pero creo que esta metodología sería muy útil en ámbitos historicamente más volátiles, «artísticos», filosóficos o psicológicos como R2H2 o el Marketing

     




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