Es que no me veo

Ayer por la mañana me dirigía a una reunión en Madrid y me encontré una pequeña manifestación de gente con bata. No sé de qué era, pero supongo que pedirían mantener sus derechos o mejorar sus condiciones. Justo entre ellos había una mujer mayor tratando de vender juguetes y un cartel en el suelo con el texto, «Trabajo La Voluntad». No sé que querría decir pero, junto al resto de la escena, me pareció muy triste y muy representativo de lo que está ocurriendo.

Creo que nos estamos enfrentando a una situación única y dramática de la que mucha gente no termina de ser consciente. No se está debatiendo si una subida salarial debería ser del IPC o del IPC más 1%. Lo que los profesionales nos estamos jugando es nuestra propia supervivencia, y en este caso no se trata de una metáfora.

Hace unos días, mi amigo Luis Labrador vino unos días a España y estuvimos hablando sobre la situación en el mundo del cine.

Luis es el mejor ejemplo de lo que una persona puede conseguir en un país en el que valoran a los buenos profesionales. Llegó a EEUU con unos pocos ahorros y en este momento está en Disney, después de pasar por SONY, Dreamworks y rechazar trabajar para la ILM porque no le apetecía vivir en San Francisco (¡Qué cabrón!).

Pues bien, lo que Luis me decía es que no basta con ser un profesional reconocido (con Marca Personal) en tu sector, ni tener un historial como el suyo. Al final, las empresas están yendo a reducir costes. Y en este momento, con el boom de las películas de animación, hay animadores a patadas dispuestos a trabajar casi gratis. Así que nadie tiene asegurado su puesto. Lógicamente, Luis hace tiempo que tiene diseñado su plan B (y C, y D,…). Pero muchos otros prefieren seguir pensando que a ellos no les va a tocar.

Todo este rollo lo cuento porque con mucha frecuencia, al hablar de Estrategia y de Branding Personal, la persona que tengo delante suele soltarme la siguiente frase:

Es que yo no me veo…

Tras los puntos suspensivos puedes poner lo que quieras. Es que no me veo… como Autónomo, escribiendo un blog, haciendo networking, estudiando algo para aumentar mi valor, hablando en público, pensando en mi profesión como mi empresa y mi trabajo como mi producto,… La lista de excusas de este tipo es infinita.

El problema es que al mundo se la suda el que tu te veas o no. A ver si despiertas, todo va a seguir contigo o sin ti. Y si no te ves, puedes entender que los demás tampoco te van a ver.


Tras este «Es que yo no me veo» hay un elemento fundamental relacionado con la Marca Personal, La Identidad. La clave está en que cuando asumimos un papel, cuando nos etiquetamos, cuando definimos un posicionamiento, es muy dificil cambiarlo. Y ahora no me estoy refiriendo a como nos perciben los demás sino nosotros mismos.

Por muy importante que hayas sido, puede llegar un día en el que tendrás que asumir que tu papel es distinto, que debes diseñar una nueva estrategia. Da igual lo potente que haya sido tu posicionamiento, tu Marca Personal. O si no, que se lo digan a Kodak que no se vieron y al final no van a verse ni en sus fotos.

Si has sido Jefe de…, Responsable de…, Funcionario, Empleado o Profesional de…, es muy dificil cambiar. Y ahí está una de las mayores dificultades del Branding Personal. Estamos hablando de reposicionar una Marca Personal, pero hay que empezar por uno mismo.

Tengo muy claro que esto del Branding Personal es algo para una minoría capaz de coger el toro por los cuernos y entender que «Yo SÍ me veo» de lo que sea para poder sobrevivir y luego vivir. Los demás podrán seguir pensando que lo que está ocurriendo no va con ellos o que salir de esta es cuestión de tiempo, como en otras ocasiones. Allá ellos.

No tengo intención de perder ni un minuto en convencer a quienes «no se ven». Eso es responsabilidad de cada cual. Yo simplemente proporciono las herramientas y la estrategia a quienes han decidido ponerse en marcha para salir adelante y progresar.

Afortunadamente hay gente que está haciendo todo lo posible para que aquellos que «no se ven» tengan herramientas para dejar de ser invisibles. Mi buena amiga Maria Luisa Moreno y Jose Ramón Villaverde han creado un libro increible para aquellos que quieren buscarse la vida. Se titula Películas, buenos consejos y cómo encontré trabajo. Está escrito con claridad y sin irse por las ramas.

Además, los autores me dieron la increible oportunidad de escribir uno de los prólogos. El otro está escrito por una tal Fátima Báñez que, por lo visto, tiene un cargo majo en algún ministerio.

Así que, tu mismo/a. Si no te ves, no te preocupes que pronto no te verá nadie. Pero si empiezas a verte y a ver las orejas al lobo, más vale que empieces a moverte ya. Aquí, el que no se mueve no sale en la foto.





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