ZENcillez

¿Cómo se talla la estatua de un elefante? Sólo tienes que quitar todo aquello que no se parezca a un elefante.

Viejo chiste

Redes sociales, eventos, trabajo, familia, libros, películas, amigos,… Cada vez que hablo con alguien me cuenta lo agobiado que está, me dice que no tiene tiempo para nada. Sin embargo, inmediatamente después me explica sus planes para hacer… ¡más cosas!

En dospuntocerolandia todavía no está muy claro para que sirven muchas de las herramientas que van surgiendo. No hemos terminado de cogerle el tranquillo al Twitter y ya estamos estresados tratando de encontrar utilidad a Pinterest. Todo el mundo dice que todo esto de los Medios Sociales (o Social Media) es muy divertido, muy entretenido e incluso conocen a alguien que conoce a alguien que ha conseguido obtener algún rendimiento. Mientras tanto, las tareas se acumulan.

He dicho muchas veces aquí que los Medios Sociales son exactamente eso MEDIOS para conseguir un fin, pero no pueden ir acaparando más tiempo y energía cada día. Es hora de parar un momento y hacer una limpieza de todo aquello que hacemos que nos impide ver el elefante que queremos tallar.

Una de las principales funciones de un plan de Branding Personal es tener bien claro quienes somos, que ofrecemos y como queremos posicionarnos. Para conseguirlo hay que seleccionar y elegir. No podemos ser todo para todos ni tampoco tenemos la capacidad de estar en todas partes en todo momento mientras, además, tenemos que hacer nuestro trabajo. Y eso sólo se consigue simplificando pero nunca añadiendo más cosas al desorden.

No voy a negar que en este interés por la sencillez y la simplificación me han influido lecturas recientes de temas de productividad como Gestiona mejor tu vida de Berto Pena, El poder de lo simple de Leo Babauta o haber pasado ayer un buen rato charlando con mi amigo Jose Miguel Bolivar que de eso sabe un montón.


Creo que uno de los mayores problemas que tenemos es el exceso de actividades (gran parte de ellas inútiles). Normalmente tenemos sobrecargada la agenda. Y eso no se soluciona tratando de hacer eso que se denomina gestionar el tiempo. No se trata de organizar la agenda para meterlo todo a presión sino de hacer una limpieza radical de lo inutil y lo que no nos aporta nada.

Pero eso no afecta sólo a la cantidad de actividades sino a la forma en que las hacemos. Una de las cosas que explican perfectamente expertos en presentaciones como Garr Reynolds o Gonzalo Álvarez es que hay que mostrar unicamente aquello que es relevante. Tenemos tendencia a llenar de texto e imágenes el powerpoint igual que hacemos con nuestra vida. Y eso acaba generando confusión, desenfoque y desconfianza, que son algunos de los peores enemigos de la Marca Personal.

Llámalo filosofía ZEN, regla del 80/20 de Pareto, coste de oportunidad o simplemente sentido común, pero si quieres optimizar tu Estrategia Personal debes dejar de pensar en incorporar todo aquello que surge y empezar a deshacerte de todo lo que no te genera resultados.

Ya sé que es duro, en los libros que comento se explica perfectamente como incorporar hábitos para hacerlo poco a poco, pero no hacerlo implica perder energía, debilitar el posicionamiento y/o que te salga una úlcera o que te pierdas tu vida y la de tu familia.

Quizás pienses que NO PUEDES dejar de seguir cada día a más y más gente en Twitter o Facebook, que NO PUEDES estar un día sin leer lo que dice la interminable lista de blogs que tienes en el Reader, que NO PUEDES no contestar algunos correos electrónicos… Pero lo que está claro es que si no empiezas a hacer limpieza en tus tareas, simplemente dejarás de vivir y tu Marca Personal será cada día más, la que otros dejan en tí y no al contrario.

Escoge, elige, selecciona, tira, desconecta, borra. Ahora que todo el mundo quiere más, quizás lo inteligente es encontrar el modo de hacer menos para poder dejar una huella más consistente, definida y memorable.





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