Un paseo militar
Me encuentro enfrascado en la penúltima etapa de escritura del libro y voy sacando algunas conclusiones que espero que queden bien reflejadas.
Por cierto, quizás piensas que al ponerse al escribir un libro uno ya lo tiene en la cabeza. Yo desde luego no. Empiezo con una estructura más o menos definida pero luego adquiere vida propia hasta cierto punto. Eso es un poco estresante porque hay momentos en los que parece que se te va de las manos, pero también es lo mejor del proceso porque te permite encajar piezas que tenías sueltas y aprender cosas que no conocías.
Una de las cosas que me están quedando muy claras es que es necesario empezar a plantear la estrategia de visibilidad de una Marca Personal de un modo distinto al habitual. Creo que no tiene mucho sentido hacer distinciones entre lo online y lo offline sino empezar a pensar en diferentes herramientas que forman parte de un plan de medios que lo incluye todo o parte, en función de los objetivos y la audiencia de cada cual.
Aunque parece que lo de utilizar metáforas militares está mal visto ultimamente, creo que en este caso puede ser útil.
Cuando alguien diseña una estrategia de Branding Personal debe elegir los canales y los medios para darse a conocer y promocionar (otro concepto con mala imagen) lo que hace. Todo esto debe conseguir plantar la bandera, ocupar una posición (posicionamiento). Por lo tanto hay que diseñar la estructura logística para llegar a quienes van a ser «ocupados».
Es necesario crear algo así como un Centro de Mando, un Cuartel General desde el que se coordine todo y donde se reuna la información. En un plan de medios de Marca Personal para mí es indudable que este centro de operaciones debe ser el Blog. Como ya he dicho aquí algunas veces, para mí es el centro neurálgico de una estrategia de promoción para un profesional. Es el sitio en el que puedes darlo todo, incluir videos, proporcionar contenidos de todo tipo, comunicarte, gestionar crisis,…
Pero pueden crearse bases, avanzadillas, sucursales, delegaciones que se utilizan para alcanzar posiciones en los territorios que quieres ocupar. Cada uno llega a un tipo de público diferente y con unas armas apropiadas. Ahí hay que tirar de la artillería dospuntocero. Linkedin, Facebook, Twitter, YouTube, Slideshare incluso Pinterest. Pero estas embajadas o puestos adelantados no tienen mucho sentido sin un Cuartel General al que dirigirse. No puede ganarse una guerra dospuntocero sólo con Twitter.
Pero también hay que utilizar espías que te informen de la situación como Google Reader, Google Alerts o Google Analytics y otros «informadores». Simplemente con estar un poco pendiente de lo que se dice en Twitter o Linkedin vas a conocer muy bien el territorio. Como instrumentos de información son excelentes, pero también pueden ser útiles para transmitir rumores y noticias con rapidez.
Hay que llegar al cuerpo a cuerpo acudiendo a eventos de Networking o utilizar armas de «propaganda» ofreciendo discursos conferencias o cursos para atraer y persuadir a quienes queremos «conquistar».
Si consigues el apoyo de quienes influyen en la opinión será más fácil que otros se unan a tu causa. Por eso es recomendable establecer vínculos con medios de comunicación y ganarte el apoyo y la confianza de aquellos líderes de opinión que son respetados por su autoridad.
Evidentemente vas a sufrir ataques (trolls) y va a aparecer información falsa sobre tus intenciones o algo peor, van a sacar alguna información cierta pero poco apropiada. Debes saber como contrarrestarlo.
Aunque este tema da mucho juego terminaré como he empezado, hablando de libros. En esta metáfora publicar un libro sería algo así como proponer una constitución, el Libro Rojo de Mao o el resumen de las ideas que se pretenden colocar en la mente de quienes queremos «conquistar». Es lo que te posiciona definivamente como el referente.
Pero esta guerra incruenta sólo se puede ganar si eres capaz de persuadir. Todo el «armamento» para dar a conocer lo que somos y ofrecemos sólo tendrá éxito si es aceptado por quienes nos escuchan y eso se consigue intercambiando ideas hasta conseguir que se asuman. Dicen que esa era la estrategia de Alejandro Magno.
Pero si por el contrario optas por conquistar la mente de la gente utilizando armamento pesado o napalm, acabarás arrasándolo todo. Pero parece que muchas empresas siguen pensando que todo se soluciona lanzando bombas nucleares publicitarias o creando escudos para que nadie pueda llegar a quienes te «pertenecen». Creo que no han entendido que las guerras modernas no se ganan así. Ni siquiera las comerciales.