Una ocurrencia no es una Marca Personal

La pasada semana el asteroide 2012da14 pasó «cerca» de nuestro planeta. Durante unos días ha sido noticia y se ha escrito mucho sobre este pedrusco de 50 metros. Pero tan rápido como llegó se fué y dentro de poco nadie se acordará de esto. Mientras tanto, cada noche podemos mirar al cielo y ver nuestra entrañable Luna y si nos fijamos un poco, algunos planetas cercanos que llevan toda la vida con nosotros.

Casi al mismo tiempo que el asteroide nos rozaba, se producía otro fenómeno fugaz pero llamativo y una demostración más del grado de estupidez al que estamos llegando. Un francés tiene la ocurrencia de crear su curriculum como si fuese un producto de Amazon y se convierte en un fenómeno mundial. Lo que no dejaría de ser una anécdota más o menos ocurrente tiene una repercusión en dospuntocerolandia más cercana al descubrimiento de la vacuna contra el cancer.

¿Nos hemos vuelto locos o qué?

A lo largo de mi vida he conocido y sigo conociendo gente infinitamente más ingeniosa, creativa y con ideas más alucinantes que las de este tipo. Ayer mismo estuve con uno de ellos. Estuve en la presentación del libro La Aventura de Emprender de Angel María Herrera.

Para quienes no lo conozcan tengo que decir que Angel María, además de ser una de las mejores personas que me he encontrado, es uno de los profesionales más brillantes que tenemos y que ha dejado está dejando una huella imborrable en muchísimos emprendedores. Si en vez de en Carabanchel hubiese nacido en Los Ángeles, Angel María hace tiempo que habría sido portada de Wired o de Fast Company.

Cuando hablo de Marca Personal siempre pienso en gente como Angel María y tantos otros que están dejando una huella, un recuerdo, una marca memorable en la mente de mucha gente porque están CAMBIANDO las cosas a mejor.

El caso es que ha faltado tiempo para que algunos digan que este francés es un ejemplo de Marca Personal. Lo que me demuestra el enorme desconocimiento de lo que es el Branding Personal.

Suelo decir que todo lo que hacemos cuenta y que cada vez que realizamos algo que perciben los demás, eso fortalece o debilita nuestra Marca Personal. Pero una acción concreta, por muy original que algunos la consideren, no es tener Marca Personal. No es el edificio, es simplemente un ladrillo más con el que puedes construir tu posicionamiento.


La Marca Personal no es el resultado de una ocurrencia, un eslogan o un tuit brillante sino de la demostración continuada en el tiempo de que uno es capaz de hacer lo que promete.

Por otra parte, creo no equivocarme si considero que los CVs originales y vistosos como los de este tipo se los pasan los de R2H2 por el sobaquillo (después de reirse un poco) salvo que te dediques a la creatividad (y no siempre).

Ejemplos como los del francés que se vende como un producto pueden llamar la atención, pero luego hay que demostrar que detrás hay algo más (mucho más) y no es sólo una ocurrencia más o menos brillante. Pero vivimos en un mundo cortoplacista… y así nos va.

Llamar la atención es sencillo, lo complicado es mantenerla y aportar algo valioso. Recuerdo cuando organizábamos fiestas en la facultad. En alguna ocasión alguien escribió ¡¡¡SEXO GRATIS!!! en unas letras enormes. Cuando te acercabas a ver el resto del contenido veías que decía algo así como «Ahora que hemos llamado tu atención, queremos invitarte a una fiesta bla, bla, bla…».

Si haces algo llamativo más te vale que sea algo que merezca la pena o que cuando la gente investigue tengas algo más que aportar porque, de lo contrario, toda esa publicidad inmediata y fugaz puede volverse en tu contra.

Creo que hay muchos ejemplos de profesionales que merecen la pena y que llevan mucho tiempo demostrando su capacidad.

No hay que irse muy lejos ni convertir una anécdota en una genialidad. Basta revisar el trabajo de Taxi Oviedo o alguno de los videos del grandísimo Bere Casillas para entender que una Marca Personal se construye haciendo bien tu trabajo, mostrándolo y demostrándolo día a día.

Todos hemos conocido casos de gente que tuvo su día de gloria pero desapareció enseguida o algo peor, su vida quedó marcada por ese momento «flash». Prefiero mil veces a nuestra Luna árida y gris que a millones de estrellas fugaces o supernovas que brillan mucho momentáneamente y se apagan con la misma rapidez.


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