¿Y si no escribo este post?

Son las seis y pico de la mañana. Ayer estuve en el Congreso de Periodismo de Huesca (puedes ver aquí mi intervención). La próxima semana estaré en Deusto para participar en un debate sobre mi primer libro (eso de que se organice un evento para hablar sobre algo que has hecho, pero no para regañarte, es acojonante). El jueves estaré en Albacete y el viernes daré una clase en EOI.

Así que, sería muy tentador pasar del blog y dedicarme a alguna de las cosas anteriores o simplemente a dormir un ratillo más. Nadie echaría de menos este post. Pero esto no es falsa modestia, es la pura realidad. En dospuntocerolandia (y seguramente en cualquier otro aspecto de la vida) parece que sólo existes si mantienes una actividad constante y sin demasiados altibajos. Si cualquiera de los que pululamos por aquí nos alejásemos durante un tiempo (poco tiempo) simplemente desapareceríamos del radar.

Por eso hay que escribir este post y todos los siguientes. Hasta que, quizás algún día, consideres que esto es una pérdida de tiempo que no compensa y, por fin, hacer algo que se te ha pasado por la cabeza muchas veces, tirar la toalla. Pero ese no es mi caso, al menos de momento.

La dificultad para conseguir que tu Marca Personal tenga repercusión está relacionada con esto de lo que te estoy hablando y no con otras cuestiones técnicas o complejas. La Marca Personal queda impresa en la mente de otras personas si, en primer lugar, consigues aparecer en su campo de visión y en segundo lugar si llamas su atención de forma repetida. No suelen funcionar los «efectos especiales» o hacer algo llamativo y espectacular en un momento puntual y luego desaparecer.

El auténtico y casi único secreto del Branding Personal es el de mantener una trayectoria lo más coherente, consistente y persistente posible a lo largo del tiempo (mucho tiempo). Y eso es lo más duro. Por eso es tan importante tener objetivos, valores y una motivación clara. Porque si no es así, más pronto que tarde abandonarás. Y son muchos los que empiezan un blog con unas ganas tremendas pero lo dejan al cabo de siete u ocho posts.

Pero hay algo más grave que puede suceder si no escribo este post. Ya no se trata del efecto o la percepción que pueda (no) generar en otras personas sino de la que produce en mi mismo. Creo que las personas con una Marca Personal fuerte suelen tener hábitos positivos arraigados. Pero para instalar un hábito, una «aplicación», en tu cabeza no basta con darle a un botón sino que hay que practicarlo durante mucho tiempo para que no desaparezca fácilmente. Y si deja de practicarse, desaparece.

Quizás podría concederme la licencia de no escribir este post y no sería demasiado grave, pero estaría preparando el camino para volver a hacerlo a las primeras de cambio. Y ese es el camino de la autodestrucción de la Marca Personal. ¿Qué esto es jodidillo? Pues claro que lo es, nunca dije que fuese facil, pero como poca gente lo practica, el camino está bastante despejado.

Suelo decir que una marca es una huella y podemos equipararlo con otras huellas que dejamos por ahí.


Tu huella debe estar bien definida

Por eso son necesarios los valores, los objetivos y tener claro lo que puedes hacer por los demás. Cuando alguien la vea debe ser capaz de reconocerla fácilmente. Si es difusa o poco clara como esas letras o trazos que encuentran los arqueólogos en algunas piedras será complicado saber lo que quiere transmitir. Pero si desde el principio estableces los límites, el propósito y la relevancia, cualquiera la reconocerá.

Tu huella debe ser duradera

Por eso es importante elegir los medios y canales adecuados para que esta tenga una existencia prolongada en el tiempo. Por eso prefiero el blog, el papel (libros, prensa), las conferencias o los contactos personales y directos para dejar mi Marca Personal. Hay canales más rápidos como Twitter o Facebook que te permiten mantener el contacto pero que son mucho más volátiles.

Si consigues llegar directamente a la gente (networking, hablar en público) el efecto será más prolongado que si lo haces de forma indirecta. Y si lo que creas tiene una permanencia online u offline o es fácilmente encontrable será mejor que si desaparece en cuestión de segundos. Es la diferencia entre dejar tu huella en la orilla de la playa o en el marmol.

Tu huella debe ser profunda

Y aquí es donde juega un papel importante lo que quiero transmitir con el post de hoy. Si tu Marca Personal está bien definida y está impresa en un medio duradero pero es superficial (apenas una rozadura en un bloque de acero) tampoco tendrá un efecto importante porque se borrará fácilmente. Pero para dejar un impacto profundo en un medio duro como La Red (aunque parezca blando) hay que tener muchos recursos (principalmente dinero) o ser muy insistente y persistente. Y de eso se trata. Quizás no consigas nada en poco tiempo pero si insistes e insistes, un día verás que tu esfuerzo empieza a generar resultados. Y por eso hoy, y siempre, hay que escribir «este» post. Aunque sean las seis de la mañana y tengas muchas cosas que hacer.


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