Marca Personal y Autodesarrollo

En las últimas semanas, y sin haberlo preparado de antemano, he tenido la oportunidad de impartir varios seminarios de Marca Personal a profesionales relacionados con la Psicología, el Coaching y el Desarrollo Personal. Hoy tengo que decir que trabajar con personas de perfiles relacionados con el autodesarrollo ha sido una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido en mucho tiempo. 

Vale, reconozco, y así se lo dije a ellos desde el primer momento, que mi trayectoria profesional y mi caracter escéptico y un tanto cínico podía chocar con algunas ideas «flower power» de algunos participantes. Pero como digo, no sólo no hubo ningún problema sino que, desde mi punto de vista estos talleres han sido muy estimulantes y me han enseñado muchas cosas. Creo que aunque las ideas sean opuestas, el debate que se genera puede ser muy enriquecedor.

Creo que la clave de todo esto es que solemos olvidar algo que suelo repetir con frecuencia y es que el Branding Personal es ante todo, PERSONAL y luego BRANDING. Me explico.

Muchos de los asistentes a estos cursos apenas utilizan herramientas dospuntocero, apenas aplican técnicas de Marketing Personal y, sin embargo, o quizás precisamente por eso, entendieron, asimilaron y asumieron enseguida lo que implica la Marca Personal. 

La Marca Personal empieza en el autoanálisis. Sin un conocimiento de uno mismo, de lo que le motiva, lo que le frena, sus objetivos, sus valores y sus creencias es absurdo pretender dejar una huella memorable en los demás. Y como puedes entender, las personas a las que he conocido estas semanas saben perfectamente de lo que hablo aunque no compartamos los mismos enfoques.

Cuando todo eso lo tienes claro, lo demás es muy sencillo. Si sabes lo que te gusta y lo que te falta es mucho más fácil diseñar tu oferta profesional y crear un perfil en LinkedIn. Si tienes claro cuales son los miedos que te impiden dirigirte a un grupo de gente te costará mucho menos gestionarlos para hablar en público. Si identificas lo que realmente quieres, superarás facilmente la pereza a la hora de escribir un blog.

Como ves, la dificultad a la hora de dejar tu Marca Personal no está en darte de alta en una Red Social o en encontrar una oportunidad para hacer Networking sino en gestionar correctamente lo que pasa por esa masa gris que tienes entre las orejas.


Evidentemente muchas de las cosas con las que trabajan los profesionales que he conocido están muy alejadas de mi forma de pensar. Sin embargo, eso no sólo no nos ha impedido diseñar estrategias de posicionamiento profesional sino que, al menos en mi caso, me ha enseñado a generar nuevas opciones e incluso a incorporar algunas ideas. No hay que olvidar que el Branding Personal es una herramienta y no una religión.

Lo decía hace poco y lo repito. El Branding Personal está mucho más cerca de las ciencias o materias relacionadas con el ser humano que con las herramientas tecnológicas. Si se sigue extendiendo la idea de que la Marca Personal es una profesión surgida como consecuencia del desarrollo de los Social Media, perderá la mayor parte de su sentido.

Ya sé que lo que voy a decir ahora puede sonar raro dicho por un escéptico como yo, pero siempre he dicho que el Branding Personal necesita humanistas, psicólogos, coaches, filósofos, mentores o consejeros personales antes que expertos en SEO o en Marketing Multinivel. El Branding Personal está relacionado con el diseño de Proyectos de Vida más que con Proyectos Dospuntocero.

Precisamente ayer vi un reportaje sobre Lance Armstrong y me acordé de otros sobre Tiger Woods o Martha Stewart. Los tres han sido siempre puestos como ejemplo por los autores anglosajones expertos en Marca Personal. Sus estrategias de visibilidad eran apabullantes, su notoriedad era increible, sin embargo, vimos que todo era una máscara. La fortaleza sobrehumana de Armstrong, los valores familiares de Woods o la honestidad de Stewart sólo eran parte de una estrategia de Marketing. El otro ejemplo típico de Marca Personal, Obama, cada día pierde más brillo.

El problema surge cuando confundimos la Marca Personal con la Marca del Personaje. Y sin un trabajo profundo de descubrimiento de quienes somos realmente es muy fácil que acabemos mostrando una fachada falsa a centenares o miles de personas «gracias» al gran altavoz que nos proporciona La Red. 

Como el año pasado, estoy escribiendo un nuevo libro y el viernes escribiré mi último post hasta dentro de unas semanas para concentrarme en escribir, pero creo que el verano es una buena época para reflexionar sobre uno mismo y tener las ideas claras para el próximo curso.





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