Compartir no es repartir

Una figura tradicional de las películas americanas es la del chaval que reparte periódicos para ganarse unos dólares. Normalmente este personaje suele ser anónimo e irrelevante para el argumento, salvo que sea una película de Disney y por alguna razón acabe convirtiéndose en astronauta o gane algún campeonato mundial de Béisbol.

Desde hace algún tiempo tengo la sensación que en dospuntocerolandia mucha gente ha asumido el papel de repartidor de información. Las Redes Sociales han puesto demasiado fácil eso de repartir cualquier cosa. Creo que el símbolo que mejor representaría la acción de divulgar contenidos ajenos es la de un ventilador.

Echo de menos aquellos tiempos en los que, si querías que te conociesen, casi era obligatorio crear tus propios contenidos y divulgarlos por tí mismo en tu blog. Supongo que aquello era lo más parecido a compartir porque te obligaba a crear algo propio y luego lo divulgabas.

¿Cuantas veces somos capaces de ver el vídeo del día o la frase ingeniosa sin acabar hasta las narices? Con los Twitter, Facebooks y similares, la creación de contenidos propios cada día brilla más por su ausencia y constantemente nos encontramos una y otra vez con los mismos contenidos creados por otros. Pero por mucho que se empeñen en decir que los Social Media se basan en compartir, cada día estoy más convencido que más bien se trata de repartir lo que otros han creado.

Mi intención no es criticar la posibilidad de repartir contenidos. Creo que es muy positiva para quienes se encargan de crearlos. No me cansaré de agradecer que haya tanta gente que divulgue las tonterías que se me ocurren. Sin embargo, desde el punto de vista de la Marca Personal, creo que basar la estrategia de visibilidad en divulgar o repartir contenidos ajenos no es demasiado eficaz.

¿Quieres ser el niño anónimo que reparte periódicos o prefieres ser el protagonista de la noticia de ese periódico?

Creo que se confunde la notoriedad o la visibilidad con la obligación de mantener una presencia constante en las Redes Sociales a cualquier precio. Pero como es materialmente imposible crear contenidos interesantes con mucha regularidad, especialmente si tienes que ganarte la vida, lo más fácil es utilizar la opción de repartir los contenidos de otros para poder seguir diciendo que «sigues vivo». Pero desde el punto de vista del Branding Personal esta táctica genera pobres resultados.

Creo que es bueno hacerse eco de noticias y contenidos relacionados con tu posicionamiento pero siempre que eso no se convierta en el grueso de tu aportación. Si te pasas el día repartiendo el contenido de otros te posicionarás como repartidor no como creador. Y si en algún momento necesito a un profesional iré a las fuentes y no a los distribuidores.


Si te pasas el día repartiendo citas, frases bonitas, vídeos virales o contenidos ajenos ¿Por qué debería confiar en tí o pensar que eres capaz de hacer algo único?

Si siempre que se habla de Marca Personal aparece alguien que dice que hay que diferenciarse ¿Cómo encaja eso con basar tu presencia en La Red en la divulgación de contenidos ajenos que parece que están diciendo que eres incapaz de decir algo con tu propia voz?

Está claro que eso de crear contenidos propios requiere un esfuerzo suplementario y asumir algunos riesgos pero, ¿Acaso esperas que la gente te valore sin hacer algo valioso y sin mover un dedo?

Si llevas miles o decenas de miles de tuits (que se dice pronto) pero la mayor parte de estos son más bien Retuits o enlaces a noticias y contenidos ajenos no puedes esperar que te consideren como alguien original o con ideas propias. Desde el punto de vista de dospuntocerolandia acabarás siendo percibido como un «empleado» y no como un «emprendedor».

Insisto en que me parece estupendo que exista la posibilidad de divulgar contenidos ajenos porque eso favorece a los creadores. Pero si quieres posicionarte como un profesional con ideas propias, con algo que aportar y con quién hay que contar, tómate en serio lo de pensar más como un creador que como un repartidor. De lo contrario estarás invirtiendo un tiempo muy valioso en dospuntocerolandia del que difícilmente conseguirás resultados.

Hace algún tiempo escribí que, de pequeños, se nos valoraba cuando dejábamos nuestros juguetes a los otros niños del parque («hijo, hay que compartir») pero cuando los juguetes que dejas son los que han traído otros niños, eso no es compartir, es repartir.

La posibilidad de repartir contenidos ajenos es positivo para quienes los crean. Creo que La Red valora más a quienes comparten que a quienes reparten. Pero al mismo tiempo, se está generando tanto ruido que se acaba devaluando el valor de las aportaciones originales. Si esta tendencia sigue en alza y los contenidos propios se pierden en el bosque dospuntocerolense quizás sea la hora de utilizar otros canales.

Pero seguramente me equivoco. No pretendo sentar cátedra. Creo que todos estamos aprendiendo en un medio que, además, cambia cada día. Pero esta es mi opinión y la comparto. Ahora, si quieres, la repartes.


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