Háblame de ti

Imagínate que te gusta una persona y quieres hacer algo para que primero se fije en ti y luego, con un poco de suerte, te elija. Lo único que se te ocurre para «enamorarla» es hablar de otra persona, explicarle lo majo/a que es y las cosas tan estupendas que hace. Te pasas todo el rato citando frases e ideas ingeniosas de esa persona desconocida. Y por alguna misteriosa razón esperas ser tu la persona elegida en vez de pensar que lo más probable es que la persona que te atrae te acabe pidiendo el número de teléfono o la página web de ese otro individuo misterioso tan estupendo.

Absurdo ¿Verdad? Pues no lo es tanto al ver el comportamiento de mucha gente en dospuntocerolandia. Y lo preocupante es que funciona. Me explico.

Con muy poca frecuencia veo casos de éxito propios en las Redes Sociales. Una y otra vez veo los mismos ejemplos de profesionales y empresas que han triunfado en Norteamérica. Veo citas y frases de empresarios y emprendedores de sitios que no tienen nada que ver con nosotros. Cuando algún directivo o directiva de Google, Twitter o Facebook se tira un pedo es como si ocurriese algo extraordinario en nuestras vidas.

Sin embargo, salvo honrosas excepciones, apenas veo gente que predique con el ejemplo propio. Ojo, no estoy hablando de que me cuentes tus intimidades, lo que digo es que si se supone que eres un profesional de lo que sea, especialmente cuando está relacionado con algo que dices que puedes mejorar en otras personas, me lo demuestres con tus experiencias propias, casos de éxito y meteduras de pata.

Por poner algunos casos relacionados con estos mundillos en los que nos movemos algunos. ¿Tiene sentido que trates de convencerme que puedes hacer un trabajo estupendo de SEO si soy incapaz de encontrarte en los buscadores? ¿Puedo creer que eres un coach estupendo para emprendedores o para profesionales en transición si eres incapaz de encontrar un cliente o conseguir un empleo? ¿Puedo confiar en tu trabajo como Community Manager si al primer comentario de un troll en tu blog (si lo tienes) pierdes los estribos? ¿Puedes presentarte como experto en algo sin haber escrito un libro, tener éxitos demostrables, sin que nadie te conozca o sin escribir un sencillo blog en el que demuestres que sabes algo de tu especialidad?

En lo que respecta al Branding Personal esto es especialmente sangrante. Cada día veo nuevos cursos de supuestos expertos surgidos de la nada y que cuando los buscas en La Red o preguntas por ellos no tienen ni un mísero perfil en LinkedIn. He insistido mucho aquí en que una Marca Personal es algo que todo el mundo deja aunque no haya tocado un ordenador en su vida. Pero si vas a dar un curso en el que vas a explicar como utilizar lo dospuntocero para posicionarte deberías, al menos, tener una cuenta en Twitter.

Parece que la vida dospuntocero no es una forma de extender nuestra personalidad sino de ocultarnos con la de otros. Echa un vistazo a tu muro de Facebook. ¿Cuanta gente está expresando ideas propias? Y ojo, no me refiero a subir una foto de un plato de comida o contar un problema que has tenido con una teleoperadora.


Si sigo a alguien en Redes Sociales es porque me interesa lo que puede aportar esa persona pero si todo lo que me ofrece son citas de gurús anglosajones de autoayuda de los años cincuenta pues casi que me compro un libro de las 100 mejores frases sobre …

Lo triste es que eso de vivir la vida de otros parece que funciona y que vende muy bien. En realidad ahora es muy fácil que te inviten a una ponencia como experto de lo que sea porque con media docena de presentaciones adaptadas de Slideshare, un par de vídeos «emocionantes» de YouTube, una Infografía y una lectura rápida a la Wikipedia cualquiera puede cubrir el expediente. Y así nos va.

Cada día son más las personas que conozco que, en su momento, tuvieron una gran actividad en La Red pero lo han acabado dejando porque el rendimiento de la inversión (en tiempo principalmente) era ridículo y porque poco rato después de exponer sus ideas y proyectos ya se los estaban pirateando. Y lo cierto es que, aunque no son «populares» ahora les va mucho mejor. Quizás se debe a que en «el mundo real» no tienes más narices que ser tu mismo y demostrar lo que eres capaz de hacer. Eso genera confianza y la confianza refuerza la Marca Personal.

Quizás es el momento de replantearse seriamente la estrategia de visibilidad en Internet desde el punto de vista profesional. Creo que hay algo o mucho de ego, de sentirse bien (yo el primero) cuando ves como crecen el número de tus followers y cuando te hacen comentarios positivos. Pero desde un punto de vista profesional es importante plantarse en algún momento y tomar una decisión «empresarial».

En un mundo ideal, lo lógico es que se valorase a quienes han demostrado que son capaces de hacer lo que te prometen que pueden hacer por ti, que han probado su propia medicina y que si te piden que hagas algo es porque ellos lo han experimentado antes. Pero este no es un mundo ideal y seguirá habiendo gente que hable sin saber, que te venda mercancía de segunda o tercera mano o algo peor, mercancía robada y habrá gente que la compre.

Si no eres capaz de contarme algo de ti, aunque sea un fracaso del que has aprendido una lección, acabaré pensando que no tienes nada que ofrecerme.





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