Sin producto no hay paraiso

«Es que no tengo nada valioso o diferente que ofrecer». ¿Has pensado alguna vez algo parecido? Seguramente si, le ocurre a la mayoría de la gente que conozco.

La gente con la que hablo de Marca Personal me suele decir tres cosas. La primera es que no tienen tiempo (o más bien ganas) de hacer algo para destacar en su profesión. La segunda que no tienen nada realmente destacable que ofrecer. La tercera que no tienen un objetivo profesional, así que, ¿para que habría que esforzarse y tener una oferta profesional?

En mi modelo de Estrategia Personal, quizás los dos puntos más importantes son, por una parte tener un propósito, una meta, un objetivo. Sin un destino no es posible trazar una ruta. El otro factor es tener un «producto», algo valioso que puedas aportar a cambio de una compensación o reconocimiento. Ambos están íntimamente unidos. Si quieres conseguir algo, debes entregar algo. Nadie regala nada.

Cuando alguien me dice con toda tranquilidad (y cara compungida) que no tiene nada interesante que ofrecer y por eso, por ejemplo, no escribe un blog, pienso que está admitiendo una derrota sin luchar. Pero por otra parte pienso que no es más que una excusa bastante torpe.

En una situación como la actual, admitir que no tienes nada distinto que ofrecer es como dejarse morir. Y lo triste es que veo a mucha gente joven que lo dice.

En primer lugar es absolutamente falso que alguien no sea capaz de aportar valor en algo. Todos tenemos una combinación de experiencias, conocimientos y cualidades que, combinadas adecuadamente, sirven para algo. No necesariamente necesitas un título para tener un «producto», de hecho puede ser incluso contraproducente porque tiende a limitarte.

Perdiendo la virginidad arte final.inddAyer recibí el libro de Richard Branson, Perdiendo la virginidad y puede decirse que el suyo es un bun ejemplo de lo que puede conseguirse combinando lo que tienes dentro de tu cabeza y mucho esfuerzo. Cada día me encuentro gente que ha sabido sacar partido a lo que tiene. Si me permites el autoejemplo, yo soy químico agrícola y te estoy hablando de Branding Personal. Creo que tenemos tendencia a pensar que para que te valoren hay que inventar la pólvora y no es cierto. Simplemente se trata de encontrar algún aspecto destacable y utilizarlo.

En segundo lugar, si realmente crees que no tienes nada valioso y diferente que ofrecer y no haces nada, entonces tienes un problema grave. ¿A qué esperas para hacer «inventario» de cualidades? ¿Por qué no te vas a dar una vuelta y piensas cómo puedes combinar lo que has aprendido y experimentado desde que tienes uso de razón? Y en el hipotético y poco probable caso de que no tengas nada relevante, diferente y valioso que aportar ¿A qué estás esperando para ponerte las pilas?

Desgraciadamente cada día hay más gente que se salta los pasos intermedios y vende recetas para encontrar trabajo o ¡ganar mucho dinero! utilizando herramientas de Internet o dando conferencias sobre la Actitud Positiva (y llenando grandes auditorios). Sin embargo, veo que hay muy pocos «Product Managers» que te expliquen cómo crear una oferta personal o profesional atractiva. Pero sin APTITUD POSITIVA, si no ofreces algo que merezca la pena, la mejor actitud del mundo o miles de horas en Redes Sociales no te van a posicionar como alguien a quien elegir.


Entiendo que es más sencillo pagar para ir a una de esas conferencias de esos aprendices de telepredicadores que de pronto han aparecido como setas en nuestro país para darte un chute de motivación y de felicidad empaquetada (y patrocinada por Coca Cola o alguna otra multinacional) que meterte en tu casa a aprender lo que te falta o salir a la calle a experimentar por ti mismo/a.

Parece que preferimos que nos encandilen con historias de éxito de «otros», ver algún vídeo que nos haga saltar una lagrimita y abrazarnos a desconocidos que aceptar que debemos ponernos las pilas, decidir lo que queremos conseguir y poner en marcha nuestra maquinaria de producción personal para crear algo que alguien quiera «comprarnos».

Párate un momento, coge un papel y lápiz. Siéntate. Y trata de encontrar una respuesta, al menos inicial a estas dos preguntas.

  • ¿Cuál es mi objetivo? o ¿Cómo quiero posicionarme?
  • ¿Qué voy a aportar que sea distinto, relevante y valioso para conseguir recursos que me acerquen a mi objetivo? o ¿Cuál es tu «core business» personal?

Ya sé que esto que te propongo no es glamuroso, implica esfuerzo e introspección y no tiene resultados inmediatos, pero este es el núcleo de una Estrategia Personal.

Hasta que no respondas esas dos cuestiones seguirás quejándote porque estás estancado/a o porque a otros les va mejor que a tí. Podrás seguir yendo a eventos-espectáculo en los que alguien te diga lo bien que te va a ir si cambias tu actitud, pero al final, al único al que le va bien es al que está en el escenario porque tiene un «producto emocional» que alguien está dispuesto a comprar.

PRÓXIMOS EVENTOS: La próxima semana va a ser divertida porque estaré en los siguientes sitios por si quieres acercarte.

Día 23. Córdoba. Festival de la creación joven. Daré un taller de Estrategia Personal.

Día 24. Huesca. II Salón de Innovación y Emprendimiento. Hablaré de Cómo utilizar el Networking en tu estrategia de Marca Personal.

Día 25. Sevilla. Asociación para el progreso de la comunicación. Daré un taller de Marca Personal para comunicadores.


Compartir esta publicacion