No es un cuento de hadas, es Estrategia Personal

Motivación. Ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia. RAE

Este martes participé en una mesa redonda en el Día de la Persona Emprendedora en Valencia con YorientoLaura ChicaSalvador Gil Gironés y Juan Miguel Flores. Pero desde mucho antes de empezar el debate, estuvimos debatiendo entre nosotros sobre la importancia de la motivación para emprender y para el Branding Personal.

Había dos posturas. Por un lado está la de quienes creen que la motivación es la clave del éxito y por otro la de los que pensamos que la motivación es sólo el elemento que pone la bola en movimiento. Es condición necesaria pero no suficiente para conseguir tus objetivos.

Antes de que alguien lo escriba en un comentario diré que creo que es importante tener algo que tire de ti, que te impulse para ponerte en acción. No estoy diciendo que esa «energía de activación» no juegue un papel necesario para poner en marcha una reacción de cambio personal o profesional. Lo que digo es que la motivación está sobrevalorada, especialmente en los últimos tiempos en los que parece que todo depende de lo «emocional» y de superar barreras mentales.

Evidentemente si no «quieres» es difícil que hagas algo salvo que te obliguen (y eso no es necesariamente malo). Pero superar todas tus barreras mentales también es inútil si no tienes un plan y lo ejecutas contra viento, marea y procrastinación (antes pereza).

A veces creo que todo este rollo de la psicología positiva, del «si crees en ello ocurrirá», de «el éxito está en tu interior» nos está volviendo gilipollas o algo peor, más perezosos de lo habitual. Quizás su mayor atractivo es hacerte pensar que puedes sustituir horas y horas de trabajo, esfuerzo y sufrimiento por una especie de receta mágica basada en trabajar las creencias.

El problema es que todo esto de gestionar las creencias y las barreras mentales cada día se parece más a una especie de onanismo mental que te hace sentir bien a ti y te deja cara de felicidad durante un rato pero los demás, que son los que tienen que reconocer tus esfuerzos, ni se enteran.

4.blancanieves1Siempre me acuerdo de esa foto de Blancanieves cuando el cuento ha terminado porque lo de la motivación es como los cuentos de hadas, parecen estupendos y «motivadores» pero luego ¿Qué?.

Lo de la motivación es fruto de nuestra época, de esa mentalidad que considera que factores como la disciplina, la rutina, los hábitos, el trabajo o el esfuerzo pertenecen a otras épocas o ideologías. La disciplina está mal vista. Lo guay es la motivación.

Cada día hay más conferenciantes motivadores porque ¿a quién no le gusta escuchar que su vida cambiará simplemente cambiando su actitud? ¿Quién no pagaría 20, 200 o 2000 euros por que le convenzan de que puede ser millonario simplemente cambiando su mente?

Pero veo pocos o ningún conferenciante, curso o mensaje que diga que, incluso quienes «venden» que la motivación es la clave de todo, tienen un «secreto», que llevan años trabajando duro para llegar a donde han llegado. Incluso cuando no estaban motivados.

La motivación es volatil, es como Jump de Van Halen, que a mi me motiva anima pero mucho, pero cuando la canción termina hay que seguir viviendo.

Si quieres que tu Estrategia Personal tenga alguna posibilidad de éxito, si quieres tener opciones de dejar una mínima huella yo soy partidario de la disciplina, de establecer unos hábitos para cuando la motivación falle, porque falla y mucho. El matrimonio es una versión de todo esto, el flechazo y la visión de una vida en común puede ser muy motivante, pero lo que lo mantiene vivo es el trabajo, la rutina y los detalles diarios.

La mejor motivación es ver cómo se van produciendo resultados parciales y para eso no puedes quedarte meditando o «mindfulnessando«, hay que levantarse del cojín de meditar y actuar. Francamente entre un motivado y un disciplinado me quedo con el último.

Vale, acepto que tiene que haber algo que inicie el movimiento, pero no puedes confiar sólo ni principalmente en la motivación. Es como tantos otros conceptos psicológicos, parecen muy interesantes pero son poco operativos. ¿Y si no llega? ¿Y si cambia? ¿Y si no lo tienes claro?

Si yo dependiese de la motivación no escribiría estos posts, ni libros, ni haría muchas de las cosas que hago. Lo que me está permitiendo conseguir resultados es ponerme las pilas aunque no encuentre motivación por ninguna parte.

No es el impacto lo que produce resultados, es el contacto. No es el efecto concreto y adrenalínico de sentirse motivado después de ver a uno de esos conferenciantes «motivacionales» o una frase estupenda en Twitter, es el trabajo constante, persistente, silencioso y poco glamuroso realizado durante meses o más bien años.

Tu empieza y ya verás como lo demás viene sólo. No creo que la gente que más cosas hace es la que esté más motivada sino que está motivada porque es la que más cosas hace… y más resultados consigue.

Si hubiese un piedra, papel, tijera de estas cosas, diría que la disciplina gana a la motivación.





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