Céntrate en quienes valoran lo que haces

PublicoUna de las lecciones más dolorosas y costosas de aprender para un profesional es la de que no le vas a gustar a todo el mundo, que lo que haces sólo le va a interesar realmente a un grupo normalmente reducido de personas. Y cuanto antes lo entiendas y lo aceptes mejor te irán las cosas y más tranquilo te sentirás.

Creo que este aprendizaje se puede aplicar a todas las facetas de la vida. No vas a atraer a todas las personas de las que te enamoras. No vas a interesar a todos los empleadores. No vas a hacer reír a todos los amigos en una fiesta. No vas a generar el menor interés en algo que te apasiona más que a un puñado de individuos que, por alguna razón, reúnen una serie de características similares.

Como te digo, esto es algo que cuesta de entender, especialmente si tienes las ideas claras y/o si estás enamorado de tu idea, producto o visión. Cuanto antes lo aceptes serás más eficiente, feliz y rentable.

Al hablar de Marca Personal es fundamental tener en cuenta que una marca, huella o señal NO SE TIENE, se DEJA y por lo tanto depende de la «dureza» del material en el que vas a dejar ese rastro. Habrá quienes sean muy adecuados para recibir tu mensaje y habrá otros cuya mentalidad sea como el teflon y todo lo que les cuentes les resbale. Incluso te encontrarás con quienes directamente van a solicitar algo parecido a una orden de alejamiento de tus propuestas.

Porque así funcionan las cosas. Hay una variación de Ley de Pareto (la del 80/20) que se puede aplicar a todo lo que ofrecemos. Podría decirse que es algo así como la Ley 10/80/10.

En todo lo que hagas, especialmente si es algo innovador te encontrarás con un 10% de personas que rechazarán tu propuesta. Algunos de esos detractores incluso despreciarán con vehemencia tus planteamientos aunque luego serán los primeros que se subirán al carro. Asúmelo, esto es así siempre y no pasa nada. Es más, si ese 10% no se manifiesta es que no estás haciendo las cosas suficientemente bien.

Uno de los problemas de dospuntocerolandia es que dispara a todo lo que se mueve con la esperanza de que aparezcan los receptores adecuados. Y con el tiempo eso funciona, lo que ocurre es que se produce una especie de Pareto al revés y acabas invirtiendo un 80% de tu tiempo con la esperanza de encontrar a ese 20% o 10% de personas interesadas en lo que cuentas. Cuando digo interesadas me refiero a quienes están dispuestas a ir más allá de dar un «megusta», poner un #muyfan o comentar «es un crack».


También te darás cuenta que a la inmensa mayoría de la gente le importará un bledo cualquiera de esas ideas maravillosas que se te ocurren o pasará olímpicamente de todos tus logros y cualidades. Te preguntarás como es posible que te hayan rechazado para ese puesto, para esa cita para ir al cine o simplemente casi nadie tenga interés en tus aportaciones en un blog o en todas las Redes Sociales del mundo mundial.

Y luego están tus «almas gemelas», los receptores perfectos, la tuerca para tu tornillo, tu tribu. Es ese pequeño grupo de gente con la que, por alguna razón, vas a conectar casi a la perfección. Lo notarás en sus caras cuando mantengas una conversación con ellas o cuando des una charla. Lo sentirás en sus comentarios, en sus reacciones ante lo que hagas. Esos son tus «clientes», esas son las personas para las que trabajas. Son pocas, están dispersas y a veces no saben que les vas a gustar o que necesitan lo que ofreces. Ahí está la dificultad, pero el premio merece la pena.

Yo lo he visto muchas veces a lo largo de mi vida y en especial en los años que llevo trabajando con el Branding Personal. Una misma idea, presentación o contenido genera esos tres tipos de reacciones, rechazo, indiferencia e interés. Por lo tanto lo lógico es enfocarnos en esa minoría que va a proporcionarnos más satisfacción y rentabilidad económica y emocional. Y lo interesante es que normalmente te vas a encontrar a estos tres tipos de personas en el mismo sitio. Así que no te agobies.

Entonces ¿por qué nos cuesta tanto centrarnos en esas personas más proclives a aceptar y aplicar nuestras propuestas? Pues creo que por dos razones, porque no sabemos muy bien lo que ofrecemos y porque no sabemos donde se encuentran estas personas.

Si, acéptalo. Muchas veces no tenemos nada claro qué es lo que «vendemos», qué aporta de forma diferente a otras o simplemente no nos gusta o no nos lo creemos. Así que el primer paso es definir que te hace valioso. Sin algo que aportar, es imposible dejar una Marca Personal. Es como tratar de dejar una huella sin tener nada con lo que marcar.

Una vez que sabemos para qué sirve hay que salir enseguida a encontrar a quienes necesiten eso que ofreces… aunque ellos todavía no lo sepan. Y como te digo, estas personas estarán escondidas, perdidas entre muchas otras que no sólo no te valorarán sino que te rechazarán. Por eso hay que ir como Diógenes buscando un hombre.

Como te digo, esta es una de las lecciones más rentables (y también más duras) que he aprendido estos años. Ten claro lo que ofreces e inmediatamente trata de localizar a quienes te necesitan. Todo lo demás es ineficiencia y desilusión.





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