¿Se puede cambiar una Marca Personal?

MarcaUno de los grandes temores que parece que siempre ronda alrededor del Branding Personal es la idea equivocada de que una Marca Personal es algo que, una vez «creado», ya no se puede cambiar.

La pregunta que surge siempre que me dirijo a un grupo de personas es «Si desarrollo una Marca Personal fuerte y reconocida ¿qué puede ocurrir si cambio de profesión, objetivos, actitud o valores?»

Creo que, a estas alturas está claro que tu Marca Personal, el impacto o la huella que dejas en quienes te conocen, no es más que el resultado de todo lo que haces. Por lo tanto, el Branding Personal es la gestión consciente de tu proyecto vital o profesional.

Si lo entiendes así, entonces la respuesta está clara, tu Marca Personal va a cambiar contigo. Así que no sólo puede evolucionar, mejorar, deteriorarse o mantenerse sino que además va a suceder porque está asociada a ti, a tus acciones y a tus circunstancias.

En realidad, casi siempre, quienes me preguntan si se puede cambiar una Marca Personal son aquellos que nunca se han preocupado de hacer nada para gestionarla ni tienen intención de hacerlo. Lo que esperan es que les diga que la Marca Personal es algo inmutable y que más les vale hacerlo todo bien porque luego es como si hubiesen firmado con sangre un pacto con el diablo. De ese modo ya tienen la excusa perfecta para no hacer nada hasta tener las ideas claras y un plan perfecto… y eso no ocurre nunca.

El Branding Personal es un proceso continuo de autodescubrimiento y desarrollo. Por eso no sólo es posible que cambie el recuerdo y el impacto que generas sino que además es inevitable y positivo que suceda. Nos permite mirar hacia el futuro en lugar de llorar por la leche derramada.

Si pensamos que una vez descubierta, desarrollada y comunicada tu Marca Personal ya no se puede cambiar, en lugar de ser algo útil y positivo, se convierte en una losa, en la versión más negativa de la profecía autocumplida. Es como si tuvieses que pagar un precio durante toda tu vida por las acciones y decisiones que tomaste hasta ese momento. Pero afortunadamente las personas podemos cambiar. Es difícil, lo sé, pero se puede y sucede porque constantemente estamos influidos por un montón de variables que nos moldean.

Una Estrategia Personal está relacionada con la metáfora del YO S.L., eso significa que, igual que sucede en una empresa, en nuestra vida y profesión influyen diferentes variables o «departamentos». Si modificamos uno o varios de ellos, el resultado final va a cambiar.

Por ejemplo, puedes cambiar algo tan simple como tu aspecto o tu forma de vestir lo que sería equivalente a modificar la «imagen» de una organización. Puede que cambies tu actitud, lo que sería similar a alterar el «clima laboral» en una empresa. O quizás aprendas algo nuevo y te conviertas en un experto en un campo en algo completamente distinto a lo que has hecho hasta ahora, lo que, a nivel individual, sería como encontrar un nuevo «modelo de negocio» empresarial.

Todo eso va a tener un efecto más o menos profundo en el efecto que produces en los demás. Y esa es la magia del Branding Personal, que no sólo no te quita libertad ni te reduce las opciones sino que te ofrece multitud de alternativas que, combinadas, pueden hacer de ti alguien completamente singular y, sobre todo, libre.


¿Y cómo se debe producir un cambio de Marca Personal? Pues la respuesta lógica es: con TIEMPO. Normalmente las personas no cambiamos de un día para otro, salvo que se produzca una situación traumática o catártica. Incluso en esos momentos, quizás lo que se produce no es un cambio sino un descubrimiento de lo que realmente eres, te gusta o deseas de verdad. Lo interesante y recomendable es que no tengamos que vivir una situación terrible para ser lo que realmente somos.

Pero igual que ocurre con las empresas que deciden tomar un rumbo distinto, las personas siempre podemos elegir una nueva dirección, una nueva forma de hacer las cosas, de comportarnos o de entender la vida. Es cierto que quizás ese nuevo posicionamiento no guste o no interese a nuestra «audiencia» tradicional («Tu antes no eras así», «quién te ha visto y quién te ve»), pero pronto atraeremos a otros que sintonicen con esta nueva PERSONA.

Este mismo blog o mis cursos y conferencias son un reflejo del modo en el que mi Marca Personal ha ido transformándose y seguirá haciéndolo. Lo importante es que ese cambio sea natural, auténtico y justificado por las circunstancias y las nuevas experiencias y vivencias.

Quizás lo que parece nuevo simplemente es algo que tenías oculto y que siempre había estado ahí.

Quizás ese cambio radical en tu profesión es realmente lo que siempre habías querido pero nunca te habías atrevido a dar el paso hasta que te echaron de la última empresa en la que estuviste.

Quizás siempre fuiste una persona positiva, lo que ocurre es que, hasta ahora no te habías rodeado de gente que supiese sacar lo mejor de ti.

Quizás tu Marca Personal no era la que te habías construido hasta ahora sino la que aparece después de quitar un montón de capas que se habían sedimentado y que no te dejaban mostrar lo que realmente eres.

Quizás…

La huella que dejas se puede y se debe cambiar porque no es algo fijo sino que es un reflejo de lo que eres y, si cambias tu, cambia el impacto que generas y viceversa. Una marca no se CREA ni se INVENTA, sino que se desvela, se cultiva y se muestra en un proceso continuo. Si decides no descubrir, desarrollar y dejar tu Marca Personal será porque no quieres y no porque no puedas influir en tu vida.





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