Mantener tu Marca Personal
Cuando hablamos de Marca Personal siempre debemos tener en cuenta que en cualquier momento estamos en pleno proceso de desarrollo. Aunque nunca te hayas planteado gestionar el impacto que quieres generar, o aunque, por el contrario, lleves un tiempo manejando conscientemente tu proyecto personal o profesional, siempre hay que estar vigilando y mejorando. El Branding Personal es un proceso sin fin que siempre está en modo beta.
Si pensamos con mentalidad empresarial YO S.L., no basta con tener un departamento de Marketing Personal o de Producto o de Planificación. También debes tener algo así como un departamento de mantenimiento que esté pendiente de prevenir errores y de arreglar desperfectos. Una buena gestión de los pequeños problemas que puedan surgir y deteriorar tu Marca Personal puede evitarte muchas complicaciones en el futuro.
Una Marca Personal se degrada con el tiempo si no se vigila adecuadamente. Si no trabajas en mantener tu posicionamiento, se asume que has dejado de preocuparte por tu proyecto y eso transmite una sensación casi peor que si nunca hubieses empezado. Sin un mantenimiento adecuado, tu huella empieza a deteriorarse y a quedar desfasada. Al no trabajar en desarrollar y hacer crecer tu Marca Personal, entonces empieza el declive.
Por eso debes preguntarte regularmente ¿Qué ajustes debo hacer? ¿Qué puedo añadir, eliminar, mejorar o cambiar en mi forma de hacer las cosas? ¿Qué hábitos debo eliminar y cuales debería incorporar? En realidad son preguntas que se haría cualquier empresa u organización que no quiera quedarse estancada y, nosotros, como profesionales deberíamos hacer lo mismo.
Aunque dediques mucho esfuerzo a tu Marca Personal, algunos errores pueden frenarte. La confianza y sintonía que has ido generando durante mucho tiempo es muy frágil y un pequeño fallo puede dañarla. Puede ser que la forma en que comunicas tus ideas o te relacionas con la gente esté afectando negativamente a tu prestigio aunque no seas consciente de ello.
Las pequeñas mentiras “sociales” pueden paralizar el avance de tu Marca Personal. Estamos en un entorno en el que constantemente parece que estamos siendo examinados públicamente por conocidos y también por desconocidos. Esa presión nos puede empujar a mostrarnos como no somos. Mientras estás tras una pantalla, una mentira puede parecer indetectable, pero antes o después saldrá a la luz. Y a un profesional con una Marca Personal consolidada se le puede perdonar un error pero nunca el engaño. Si no se cuidan las pequeñas grietas, más pronto que tarde el deterioro será irreversible.
Pero no te agobies, puedes gestionar tu Marca Personal sin dedicarle mucho tiempo si te organizas bien. Se trata más bien de que estés pendiente de esas pequeñas señales que te indican que te puedes estar desviando de tu ruta. Porque, en realidad, el Branding Personal es un viaje en el que vas a ir desde tu posición actual hasta el futuro que deseas y un pequeño cambio de rumbo te puede llevar a un sitio imprevisto o indeseado.
Es importante adquirir el hábito de revisar los hechos y hacer los ajustes oportunos utilizando el sentido común. ¿Te están haciendo comentarios sobre tu forma de hacer las cosas que antes no te hacían? ¿Han dejado de llamarte para contarte o pedirte cosas? ¿Hace tiempo que no has creado algo nuevo? ¿Estás leyendo menos cosas útiles que antes? Para contestar estas preguntas y otras parecidas sólo necesitas un poco de tranquilidad.
Corrige los pequeños errores, haz algunas mejoras. Establece nuevos objetivos para los próximos meses. Esa es la forma de avanzar. Pero además, te va a ayudar a sentirte vivo. Vale, todos queremos cambiar el mundo, pero es mejor dividir ese GRAN PLAN en pedacitos más manejables.
No te olvides que la Marca Personal se deja en todo lo que hacemos. Así que, es necesario cuidar los pequeños detalles. La forma de saludar a un vecino, revisar la ortografía en un tuit, el tipo de comentarios que haces en una comida de negocios, las fotos que subes a Instagram, los libros y películas que lees, ves y comentas. Todo eso nos hace ser como somos, pero también puede ser un campo de minas. No se trata de agobiarse ni de obsesionarse con lo que hacemos, simplemente hay que pensar antes de disparar.
No te rindas ni abandones antes de tiempo. El Branding Personal es una carrera de fondo. No hay nada más triste que ver esos edificios casi terminados que se abandonaron por algún problema en la etapa final o porque se acabaron los fondos. Pues con muchas personas ocurre lo mismo. Te das cuenta de que pudieron llegar a ser algo muy grande pero se rindieron a dos pasos de la meta. Lo que ocurre es que, en realidad, no hay meta, esto dura hasta que te mueres.
Comprueba que estás obteniendo resultados. Ojo, todo esto está fenomenal pero debe haber una recompensa por el esfuerzo. El mantenimiento del proyecto también implica que lo que haces tiene un efecto positivo para ti. Si no es así, revisa tu estrategia.
No olvides que el Branding Personal está en la actividad de cada día, en las pequeñas cosas. No basta con empezar, también hay que mantener y mejorar.
