La Responsabilidad y los Profesionales 3D

Vivimos tiempos complejos.

Quizás hasta hace unos años la vida y el trabajo era mucho más sencillo porque las opciones eran mucho más limitadas. Y curiosamente cuando no tienes demasiadas posibilidades de elegir eres más feliz y te estresas menos.

Antes había menos capacidad para desplazarse, para comunicarse, para aprender. Antes había un par de marcas y tipos de arroz o de champú pero hoy tienes decenas de formatos, productos y referencias. Del mismo modo, antes había un número limitado de licenciaturas o profesiones pero hoy casi puedes construirte tu propio catálogo de aprendizaje o encontrar tu propio modo de ganarte la vida. Pues así con todo.

El problema es que no hemos sido educados para manejar tantas opciones y todavía menos hemos aprendido a tomar decisiones.

Hemos pasado de subirnos a un tren a pilotar un avión pero seguimos pensando en que basta con sacarse un billete y sentarse a esperar a llegar a nuestro destino. Y no es así de ninguna manera.

Las personas de mi generación, aunque me temo que poco ha cambiado con los más jóvenes, hemos sido «entrenados» para elegir un destino (o dejarnos guiar por lo que otros nos sugieren o imponen), pasar por el control de billetes y cruzar los dedos para llegar sanos y salvos. Es esa mentalidad de «carrera profesional» en la que simplemente te entrenas, te pones en tu carril, corres junto a otros cuantos y, con un poco de suerte llegas a la meta.

Cuando piensas como un viajero de tren o incluso como un maquinista, tus opciones son limitadas. Puedes acelerar, frenar, parar, cambiar un poco las condiciones del viaje y poco más. Y esa es la forma de pensar de mucha gente todavía. Te formas, te preparas, te subes al primer tren profesional que pasa, aunque no te entusiasme el lugar hacia donde se dirige y simplemente te dejas llevar. Pero esa es una mentalidad lineal, 1D.


En esas condiciones, un Currículo era una herramienta útil, era tu salvoconducto (me encanta esa palabra) para salir adelante. Y si tenías un Master o alguna formación especial (o padrinos) podías ir en primera y esperar en la sala VIP.

Hoy somos algo así como el piloto de Aterriza como puedas. Nos han puesto a manejar un avión sin estar preparados. Y además resulta que el trayecto es en 3D. No hay una sola dirección sino que podemos ascender, acelerar, desviarnos, realizar aterrizajes forzosos o abortar un despegue. Eso es hoy lo más parecido a un proyecto profesional.

Por eso debemos hablar de Estrategia Personal o Profesional y no de Carrera Profesional. Se trata, como decía recientemente, de aprender a utilizar las múltiples palancas que tenemos a nuestra disposición.

Ya sé que para mucha gente es más cómodo seguir instrucciones o cumplir las órdenes o los procedimientos o «lo que se ha hecho siempre así», pero además de aburrido es que ya no es posible actuar del mismo modo. No queda otra que recopilar las herramientas adecuadas y sacarles el máximo partido posible.

En este momento puedes actuar profesionalmente como cuando vas a Leroy Merlin o a alguno de esos hipermercados de bricolaje. Debes ir con un objetivo en mente, tener claro lo que tienes y lo que necesitas, elegir las herramientas más adecuadas y ponerte en marcha. Ya no hay Profesiones Llave en Mano. Hoy todos somos artesanos de nuestro oficio.

Debes estar al tanto de los cambios, hacer ajustes, realizar los mantenimientos oportunos a tu proyecto profesional, adquirir nuevos instrumentos, pedir colaboración, estar preparado mentalmente,… Esa es una gestión profesional 3D. Si decides seguir con mentalidad 1D, ten en cuenta que cada día se eliminan nuevas líneas ferroviarias poco rentables y no siempre hay billetes para ir a donde deseas.

Vivimos tiempos complejos, pero si aceptamos la responsabilidad, seremos mucho más libres y seguramente más felices.


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