Me gusta Los Mercenarios 1, 2 y, sobre todo, la 3

Siempre me ha gustado leer la prensa con calma los fines de semana, especialmente el domingo. Y disfruto especialmente con los suplementos que traen los periódicos.

Suele haber una sección, en las revistas de moda y especialmente en los suplementos de prensa económica, en la que se les va mucho la olla a algunas personas cuando les piden que expliquen sus gustos o con qué cosas pasan su tiempo libre.

Estos personajes, que suelen ser dueños de galerías de arte de vanguardia, hijos de miembros de la nobleza, ricos por pelotazos inmobiliarios o razones parecidas, dicen cosas del estilo de:

«Aunque soy vegano, me encanta desayunar un delicioso bagel de salmón de Alaska, que traen cada día en avión, en una cafetería muy coquetona en TRIBECA muy cerquita del loft de Sarah Jessica Parker«,

«Yo nunca viajo sin algún libro de Kazuo Ishiguro porque me relaja después de un día de cacería en Namibia»

«Cuando voy a Roma, me gusta correr con mis Air Jordan 4 Eminem x Carhartt mientras escucho en mi Dior Reveries Haute Couture a un grupo indie de Copenhague que me descubrió mi amigo Lagerfeld».

Y así con todo. Son como la versión ultramegaplus del postureo pero su Instagram es el papel couche.

Creo que no encuentro tanta tontería junta desde que leí, y disfruté, American Psycho. La diferencia (o no) es que Patrick Bateman era un psicópata y, sobre todo, un personaje de ficción.

Hubo algún tiempo, cuando era mucho más joven, en el que me sentía un poco fracasado al leer sobre las actividades de esta gente porque entendía que jamás llegaría a adquirir ese estatus. Pero, sobre todo, me preocupaba que la mayoría de las cosas que dicen que hacen, me interesaban entre poco y nada. Y pensé que ahí estaba el problema.

Parecía que esta gente tenía éxito (en el sentido más materialista) porque les gustaban esas cosas y que los demás no lo tendríamos porque carecíamos de ese tipo de «sensibilidad» hacia ciertos objetos y tendencias.

Y esto me lleva a mi negociado. El de la Marca Personal.


No sé si lo que dicen estos personajes lo sienten realmente, o no, porque en realidad hablan mucho de lo que HACEN y PARECEN, pero apenas explican nada de lo que SON o lo que SIENTEN.

También es cierto que en otros apartados de esos suplementos se habla de antidepresivos, de lo que toman para poder dormir, de los problemas con adicciones de algunos de estos individuos y cosas parecidas. Pero lo que me interesa es que haya una coherencia entre lo que somos y lo que mostramos.

Por eso, cuando pienso en lo que contestaría si me hiciesen una entrevista de este tipo, seguramente diría que mi comida favorita es la tortilla de patatas (con o sin cebolla), que la mejor bebida es el agua del grifo de Madrid y que realmente disfruto con una peli de tiros de Jason Statham (vale, también me gusta Serendipity y Un invierno en la playa) y un buen paseo por el campo o por la Playa de San Juan al amanecer escuchando un disco de éxitos de la E.L.O.

Vale, me gustan más cosas, es más, disfruto con casi todo, pero creo que lo importante es lo que haces con lo que tienes a tu alcance, con lo que has vivido y con lo que has experimentado. Sea lo que sea.

Durante estos años he conocido a gente alucinante. Personas a las que considero exitosas porque han conseguido alinear lo que quieren con lo que han obtenido.

¿Tener éxito es tener dinero o fama? Si, si es lo que realmente deseas y lo consigues. Pero mi definición de éxito está relacionada con el reconocimiento de lo que haces, porque lo disfrutas, por parte de las personas que te interesan.

Si quieres a tu familia y te lo demuestran cada día, eso es éxito. Si quieres ganarte la vida con lo que te gusta y consigues que te paguen por ello (y si es mucho, mejor), eso es éxito. Si estás tratando de ayudar a otras personas y estas te dicen que has cambiado su vida a mejor, eso es éxito.

Suelo decir que todos tenemos experiencias, conocimientos, habilidades, intereses y cualidades adquiridas durante toda la vida que nos hacen ser lo que somos.

Todos hemos visto, leído y aprendido en múltiples fuentes y personas. Es la materia prima sobre la que se construye nuestra Marca Personal y, si sabemos jugar esas cartas que nos han tocado, podremos hacer algo que nos lleve al éxito, es decir, a obtener el aplauso, el agradecimiento o el cheque de quienes lo valoran.

Así que nunca te avergüences de lo que eres y de lo te hace disfrutar. Y yo paso un rato estupendo con Los Mercenarios 1, 2 y, sobre todo, la 3, que es la leche.





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