Eres una persona de recursos

Cuando no nos atrevemos o no queremos hacer algo, las personas somos muy creativas para buscar excusas.

Además de las «clásicas» ideas paralizantes relacionadas con nuestras creencias como «no tengo cualidades», «yo no soy nadie», «me da vergüenza» o «se van a reír de mi» también están las externas, las que tienen que ver con factores que no dependen de nosotros. Me refiero a variables como el dinero, la infraestructura o determinadas herramientas.

Te pongo un ejemplo propio.

Durante meses o incluso años estuve retrasando la creación de un curso virtual de Marca Personal. A las tradicionales excusas interiores («no voy a ser capaz», «no sé ni por donde empezar»,…) se unían las que se referían a los medios, a los recursos, a las herramientas. Necesito una buena cámara, un buen micrófono, un buen programa de edición,… Y mientras, va pasando el tiempo pero tu te quedas tranquilo porque no lo haces porque te faltan cosas ¡imprescindibles!

Cuando por fin te pones a hacerlo porque alguien hace una propuesta pero, sobre todo, porque te pone una fecha de entrega, te das cuenta de que podías haberlo hecho mucho antes y con medios al alcance de cualquiera y, por supuesto, más baratos.

Descubres que la cámara de un Samsung J5 proporciona una calidad de imagen más que satisfactoria para grabarte. Que el micrófono del auricular de ese mismo móvil capta el sonido mucho mejor que el mejor micrófono profesional porque está pensado para eso, para captar la voz y reducir los ruidos externos. Y que con un software de edición como Filmora puedes hacer maravillas.

A partir de ese momento te das cuenta de que el mayor factor limitante para hacer algo eres tu.

Podría seguir poniéndote muchos ejemplos de como pequeñas o grandes herramientas, gratuitas o muy baratas, sencillas o muy fáciles de aprender nos pueden facilitar mucho las cosas a la hora de poner en marcha proyectos relacionados con nuestra Estrategia Personal.


A la hora de colaborar con otros colegas es muy útil utilizar herramientas de almacenamiento en la nube para compartir ficheros. Y no me refiero a nada sofisticado o muy complejo sino las que todos conocemos como Drive, Dropbox o OneDrive.

Normalmente nos quejamos de la falta de tiempo, quizás el recurso más importante, pero si aprendes a sacar partido a aplicaciones, dispositivos y programas, tu productividad va a multiplicarse. Pero además va a tener un efecto colateral muy positivo, me refiero a que vas a dejar de pensar que no puedes hacerlo y vas a empezar a entusiasmarte descubriendo todo lo que eres capaz de poner en marcha y que antes considerabas inviable.

Es decir, que los elementos exteriores van a tener una gran influencia en tu forma de pensar, en eso que ahora está tan de moda de la actitud. Cada cosa que empieces a hacer, ese vídeo, esa presentación, ese post, esa organización de un evento, va a animarte a seguir adelante. Si por el contrario, te paralizas pensando que «eso no es para ti», «que ya no tienes edad» o que «eso es cosa de «frikis»» no sólo no vas a aprender nada sino que, mientras tanto estarás perdiendo un tiempo precioso e irrecuperable.

Otro efecto importante de aprender a gestionar herramientas y recursos externos es la libertad y la independencia que te proporciona. Para mí, eso de ser autónomo (administrativa y personalmente) es fundamental. No me gusta depender de nadie ni que me digan lo que tengo que hacer. Por lo tanto, ser capaz de «conducir» tu proyecto sin tener que ir de copiloto o de tener que esperar instrucciones de otros, es uno de mis valores y que me orienta a la hora de tomar decisiones.

Al tener y utilizar una plataforma como un blog eres capaz de controlar tu propia información, ya no dependes de la cobertura de un medio de comunicación (aunque siempre ayuda) y si se divulga algo equivocado sobre ti o tu proyecto en dospuntocerolandia siempre puedes contrarrestarlo con tu propia versión.

Si quieres transmitir tu capacidad de contar algo que dominas, ya no necesitas contratar un salón en un hotel y organizar una logística complicada y cara puedes utilizar una herramienta para crear un webinario y puedes hacer eso mismo desde tu despacho y con una visibilidad que va más allá de la del propio día del evento.

Como ves, la buena noticia es que casi todo lo que podíamos hacer en el mundo real, podemos hacerlo también en el mundo virtual de un modo mucho más eficiente. Evidentemente lo segundo nunca va a sustituir al contacto físico personal. La mala noticia es que, del mismo modo que tu puedes utilizar todo eso, también pueden hacerlo los demás. Así que, si quieres sobrevivir deberás descubrir y usar los medios a tu alcance que te permitan ser mucho más productivo. Pero como te digo, la rentabilidad no es sólo económica o de tiempo sino también emocional.


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